jueves, 7 de abril de 2011

Sinfonía Turangalila y ondas Martenot


La singular Sinfonía Turangalîla (del sánscrito, turanga y lîla, “canto de amor e himno a la alegría, tiempo, movimiento, ritmo, vida y muerte”), del compositor francés Olivier Messiaen (1908-1992), además de organista, teólogo y ornitólogo, tiene entre sus particularidades el constar de diez movimientos y el uso de las ondas Martenot, un instrumento electrónico inventado en 1928 por el músico e ingeniero Maurice Martenot.


Como muestra traigo el movimiento nº 5 y un video sobre las referidas ondas.

Olivier Messiaen - Sinfonía Turangalîla, Movimiento 5

Ondas Martenot
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Sobre Olivier Messiaen (1908-1992)
Compositor, especialista en ritmos y ornitólogo francés. Estudió en el Conservatorio de París y de forma independiente otras materias musicales: la rítmica hindú, la métrica griega, el canto llano, la acentuación de Mozart y la rítmica de Debussy, Stravinsky y otros autores modernos. Además, estudió filosofía y ornitología, y llegó a realizar una notación de los cantos de los pájaros de distintos países, que por primera vez utilizó en el Cuarteto para el fin de los tiempos (Quator pour la fin de temps, 1940). Fue organista del gran órgano de la Trinité de París, profesor en la École Normale, en la Schola Cantorum y en el Conservatorio de París, e impartió clases de ritmo en Budapest, Darmstadt, Sarrebruk, Tanglewood y Buenos Aires. Fue uno de los fundadores del grupo Jeune France. Reconocido mundialmente, se le otorgó el gran premio musical de Renania-Westfalia (1963), la medalla de oro de la Royal Philarmonic Society (1976) y el premio de música L. Sonnig de Dinamarca (1976). Su producción puede clasificarse en cuatro grupos: obras religiosas y teológicas basadas en las Sagradas Escrituras (Trois petites Liturgies y Les Corps glorieux, entre otras); obras de investigación rítmica (RegardChronochromie); composiciones relacionadas con el mito de Tristán e Isolda (Harawei, [Sinfonía Turangalila,] Cinq Rechants); y obras escritas sobre el canto de los pájaros (Réveil des oisseaux, Sept Haïjaï). En 1965, el Ministerio de Cultura francés le encargó un obra en memoria de los muertos de las dos guerras mundiales, Et exspecto Resurrectionem Mortuorum, estrenada en la Catedral de Chartres.

Fuente: TNYT

6 comentarios:

  1. Por lo que acabo de leer, escuchar y ver, amigo José Manuel, infiero que no sólo el avance de la medicina le debe cada vez más a los ingenieros, la música también.
    Todo esto ha sido un descubrimiento para mí.
    Gracias, y un cordial saludo.

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  2. Gracias!!! Habrá que acercarse a Madrid a ver el Saint François d'Assise este verano :)

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  3. A mí también me sorprendió esta tecnología musical, querido Francisco. Y la aplicación sinfónica de Messiaen parece adecuada.
    Un abrazo.

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  4. Gracias a ti, Monika. Ya me gustaría poder asistir al estreno madrileño de esa gran ópera de Messiaen; pero me temo que no va a ser posible.
    Saludos cordiales.

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  5. A mi me gusta mucho el sonido de las ondas Martenot, José Manuel; por cierto que me han recordado casi automáticamente al famoso Theremin, tan utilizado en bandas sonoras y en dibujos animados. Bicos.

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  6. Pues mira por dónde, Lola, me acabas de descubrir el Theremin, ese primitivo instrumento electrónico con timbre entre violonchelo y voz humana. Acabo de leer sobre tal artilugio y escuchado su sonoridad en varios vídeos de YouTube y he quedado sorprendido.
    Thereminianos bicos.

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