martes, 31 de julio de 2012

Médicos a punto de estallar

Imagen significativa sobre la realidad de los médicos del primer nivel asistencial en Hispania, tanto en atención ordinaria como de urgencia. Procede del magnífico blog "medicoacuadros", cuya autora, la doctora Mónica Lalanda, es también la creadora artística.


Pero a pesar de todas las adversidades es conveniente sonreír...

lunes, 2 de julio de 2012

Dolencias frecuentes en verano

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Entre las patologías, enfermedades o dolencias más frecuentes según las estaciones del año, tenemos: las alergias y los trastornos mentales en primavera; las diarreas, los golpes de calor y las picaduras en verano; las depresiones en otoño*; las infecciones respiratorias en invierno. (*También se mantienen diarreas y empiezan a aumentar las infecciones respiratorias.)

Pues ahora que estamos en los inicios del verano, conviene recordar algunos de los problemas de salud que suelen acaecer en esta calurosa estación y las recomendaciones en cada caso. Aparte de la diarrea estival (gastroenteritis aguda infecciosa), por lo general autolimitada y solucionada mediante medidas dietéticas y rehidratación oral, del ahogamiento y de la hidrocución (mal llamada "corte de digestión"), que precisarán de medidas inmediatas de reanimación cardiopulmonar, se trata de dolencias más o menos urgentes producidas por calor (agente físico) y animales. Veámoslas.


Debemos atender a la víctima que a consecuencia del calor presenta  síntomas y signos de esta situación  (debilidad, mareo, dolor de cabeza, sed intensa, sudoración, taquicardia/palpitaciones, náuseas y vómitos…), tomando las siguientes medidas elementales:
  1. Colocar al paciente en un lugar a la sombra, fresco y ventilado (se le puede airear o abanicar), en posición semisentada o en decúbito supino.
  2. Aplicarle compresas de agua fría en frente y nuca.
  3. Darle de beber agua fresca a sorbos, para rehidratarlo. 
  4. Si es preciso, según su estado (el paciente puede tener alteración de conciencia e incluso convulsiones), derivarlo a un centro médico para su valoración.


Lo mejor desde luego es prevenirla, mediante la ingesta adecuada de líquidos y evitando pérdidas excesivas, pero cuando ya es manifiesta (sequedad de boca, disminución de turgencia cutánea -signo del pliegue-, ojos hundidos, disminución o ausencia de diuresis, taquicardia y pulso débil, aletargamiento…) debemos actuar mediante las medidas señaladas en el golpe de calor, con especial atención a la rehidratación oral (con sales de rehidratación de la OMS si es posible ) y en caso de deshidratación grave (sintomatología manifiesta), o imposibilidad de ingesta de líquidos, derivando al paciente a un centro hospitalario, para su rehidratación con líquidos intravenosos.

Pueden coexistir el golpe de calor y la deshidratación. Ambos procesos se contemplan AQUÍ.

Sin la conveniente prevención, tras las excesiva exposición al sol pueden aparecer (a veces pasadas 24 horas) signos cutáneos evidentes de quemadura (piel roja, caliente y sensible, ampollas) e incluso reacciones generales (fiebre, escalofríos, náuseas, mareo…), que precisan atención como en cualquier quemadura, para aliviar el dolor y prevenir infecciones:
  1. Baño de agua fría o aplicación de compresas frías y húmedas sobre la zona quemada.
  2. Aplicar crema hidratante, si solo hay leve irritación, o crema corticoide (p.ej. hidrocortisona), si el eritema es intenso (quemadura de primer grado en ambos casos).
  3. Si hay ampollas (quemadura de segundo grado), deben perforarse para vaciar su contenido y después aplicar una crema antibacteriana (p.ej. Sulfadiazina argéntica) para evitar infección, lo que puede precisar de personal especializado en un centro sanitario.
  4. Se puede suministrar analgésico-antiinflamatorio (p.ej. ibuprofeno o aspirina), salvo contraindicaciones.
  5. Derivar a centro sanitario si la aparente gravedad lo aconseja. Y en todo caso, evitar exposición al sol hasta total recuperación.
Más detalles sobre la quemadura solar AQUÍ.

quemadura solar

Picaduras

Entre las múltiples picaduras de animales, las más habituales son las de himenópteros, sobre todo abejas y avispas,  y animales marinos, en especial y fanecas bravas medusas.

En picaduras de insectos, que provocan reacciones inflamatorias locales (dolor, hinchazón, enrojecimiento) e incluso generales, actuaremos de esta manera:
  1. Extraer el aguijón si está presente raspando (p.ej. con tarjeta de plástico u otro objeto de borde recto); no con pinzas, pues se puede apretar el saco del veneno y favorecer su liberación.
  2. Lavar con agua y jabón la zona de la picadura.
  3. Aplicar hielo (mejor envuelto en trozo de tela) durante 10 minutos, y repetir si es preciso.
  4. Si los síntomas lo aconsejan, tomar un antihistamínico (dexclorfeniramina de elección) y/o aplicar crema corticoide. suave (p. e. hidrocortisona).
  5. En caso de reacción alérgica grave a picadura (anafilaxia), debe administrarse adrenalina (o epinefrina) por lo que probablemente se necesite acudir a un centro sanitario.
[Ver también: Picaduras de insectos]

avispa (himenóptero)

En picaduras de animales marinos, las reacciones locales y generales son semejantes a las referidas para los insectos, y las medidas a tomar parecidas pero con variantes:
  1. Retirar las púas o tentáculos con una toalla, utilizando guantes si es posible.
  2. Lavar la zona afectada con agua salada.
  3. En picaduras de peces, sumergir la zona herida en agua caliente (lo que pueda soportar el paciente) durante 30-90 minutos, pues su veneno es termolábil.
  4. En picaduras de medusas aplicar vinagre o amoniaco rebajado en agua (sensibilidad del veneno a cambio de pH).
  5. En caso de gravedad, como en punto 5 precedente.
Fuente

Más información sobre cómo actuar en picaduras de animales AQUÍ.

"Verano", Concierto violín y orquesta nº 2 de Las cuatros estaciones de Vivaldi

El autor del blog
en el verano de 2010