jueves, 28 de noviembre de 2013

Admirables pacientes


Afrontar una enfermedad o negarla marca la diferencia
entre una persona valiente y otra cobarde.

Siempre me he admirado de pacientes con enfermedades graves, incurables, debilitantes, dolorosas, destructivas, incapacitantes, terminales... que soportan el sufrimiento con extraordinaria entereza, con gran dignidad, incluso con alegría. Puede que sus creencias les ayuden, tal vez por la dulce energía infundida al alma, acaso por la fuerza de la esperanza. No lo sé. De cualquier manera, debo quitarme el sombrero ante ellos. He de aplaudirles con entusiasmo. Quisiera tener la mitad de su valor si me viese en un trance semejante a la de esos heroicos individuos, asombrosos seres, increíbles personas, admirables pacientes.



Sing - Carpenters

2 comentarios:

  1. Estos pacientes nos ayudan tanto a relativizar algunos de los que creemos problemas de la vida ..., nos ayudan a priorizar lo que de verdad importa , y lo hacen desde la humildad. ¡ Son grandes de espíritu, y nosotros tenemos la suerte de ser sus médicos, de poder acompañarlos en muchos momentos de sus extraordinarias vidas!

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    1. Así también lo creo yo, Antonio. Todos sabemos de casos ejemplares, pero particularmente tengo en mente dos paradigmáticos. Una enferma terminal, oncológica, que, siempre sonriente, daba gracias por mantenerse viva (previamente sometida a diálisis por insuficiencia renal, también se conformaba porque le podían eliminar las toxinas). Y otra mujer a la que ya hice referencia al hablar de enfermedades raras:
      http://medymel.blogspot.com.es/2009/10/enfermedades-raras.html

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