lunes, 3 de febrero de 2014

Propedéutica Clínica y Semiología Médica


La Propedéutica Clínica (propedéutica, del gr. pro, antes, y paideutikós, relativo a la enseñanza; aplicada a la clínica: enseñanza preparatoria para la clínica) es la disciplina que enseña las técnicas de exploración clínica (inspección, palpación, percusión y auscultación). Enseña el conjunto ordenado de métodos y procedimientos para observar los signos y síntomas. Enseña a inspeccionar, reconocer y clasificar los síntomas y signos relevantes de los irrelevantes antes de formular un juicio clínico (diagnóstico, tratamiento y pronóstico).

La Semiología Médica es la disciplina que enseña a identificar los signos y los síntomas, las manifestaciones de una enfermedad, respectivamente objetivables (p.ej. fiebre) y no objetivables (p.ej. dolor), cómo buscarlas (semiotecnia) y cómo interpretarlas (clínica semiológica). Se comprende entonces que la semiología constituye el pilar fundamental de la medicina clínica. Capacita al médico para llegar al diagnóstico y establecer un tratamiento. Según Charles Laubry, “la semiología no es la gramática de la medicina, sino la medicina misma”.


En el prefacio de Raimundo Llanio Navarro a Propedéutica Clínica y Semiología Médica, de Raimundo Llanio Navarro y Gabriel Perdomo González, se pueden leer:

La Introducción a la Clínica que trata del hombre y la mujer supuestamente sanos y la Propedéutica Clínica, así como la Semiología Médica, forman parte indivisible de la formación del alumno al terminar su etapa preclínica en las ciencias básicas y es una herramienta vital para enfrentar la asistencia de personas enfermas, sea en consulta externa o en pacientes ingresados. Podríamos decir que estas dos asignaturas constituyen el eslabón entre las ciencias básicas y las clínicas; es por tanto su puente de unión y la base sin la cual no puede realizarse el diagnóstico clínico.

Para que se comprenda mejor la importancia del interrogatorio (anamnesis) y el examen físico del paciente, señalemos solo tres citas de los grandes clínicos del pasado.

A modo de anécdota recordemos la respuesta de E. S. Chweninger al Príncipe Otto von Bismarck, canciller alemán, paciente suyo, quien rehusó darle la información pedida por falta de tiempo y le ordenó que prosiguiera su exploración sin preguntarle más cosas: —Vuecencia debería consultar con un veterinario, porque éste no pregunta nada a sus enfermos.

El internista español Gregorio Marañón, al referirse a la importancia del interrogatorio afirmó que “el aparato que más había hecho progresar a la medicina era la silla”.

Y el profesor Jiménez Díaz, gloria de la clínica española señalaba que “antes de la inspección, la palpación, la percusión y la auscultación (lo que constituye el examen físico), el médico debe saber efectuar la escuchación”.

Invitamos a cualquier médico o especialista a que demuestre qué equipo moderno puede sustituir o realizar más diagnósticos que la silla, a través del interrogatorio.

[v. Historia Clínica.]

A continuación un vídeo ilustrativo (no encontré nada mejor en la Red), sin ánimo propagandístico.

Exploración clínica

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