lunes, 26 de enero de 2015

Consultas médicas e inquietante realidad

Arenas movedizas


Lo que ocurre tantas veces en las consultas de atención primaria…

El paciente (P) llega sin saber muy bien lo que quiere.

El médico de familia (MF) no se entera de lo que desea en realidad el P.

El P llega desinformado después de realizar una consulta hospitalaria.

El MF no tiene claro qué le han comunicado al P.

El P viene porque le han dicho que las pruebas que le han hecho se las vea su MF.

El MF no sabe por qué le han solicitado las exploraciones complementarias.

El P se sorprende de que su MF no esté coordinado con el especialista.

El MF tiene demasiadas dudas y temor a que el P se dé cuenta de su inseguridad.

El P solicita un medicamento que le dieron en una consulta privada sin informe. 

El MF deduce la indicación del fármaco que le prescribieron al P pero lo cuestiona. 

El P no mantiene la adherencia terapéutica porque recela del tratamiento. 

El MF sopesa con dificultad el beneficio de la medicación y sus efectos adversos.

El P espera temeroso una respuesta desfavorable de su MF.

El MF acelera su pensamiento en busca de un mensaje tranquilizador para el P.

El P se inquieta porque se demora su cita con el especialista para ver un resultado.

El MF comprueba el resultado y se extraña de que no hayan llamado al P.

El P mira suplicante al MF porque en el hospital no le resuelvan su problema.

EL MF observa que el P es complejo y que no puede cruzarse de brazos.

El P presiona al MF para que su cita hospitalaria no se demore.

El MF se ve forzado a derivar al P a la puerta de urgencias del hospital.

Hagámonos a la idea de que el P viene con varios motivos de consulta (policonsulta), que su caso es complejo (polipatología) o que viene angustiado y sin cita. Hagámonos a la idea de que el MF tiene entre cinco y siete minutos (agenda rígida) para dar respuesta a un paciente, que está sometido a un papeleo absorbente (burocracia médica) y que está supeditado a que lo movilicen fuera de la consulta (disponibilidad para urgencias/emergencias). Hagámonos a la idea de toda la complejidad que entraña una consulta en regla (anamnesis, exploración física, exploraciones complementarias, juicio clínico, decisión terapéutica), a la dependencia informática actual (ordenador como elemento decisivo) y a las trabas existentes para derivar al nivel secundario o especializado (protocolos de derivación). Pensemos en todo esto y llegaremos a una conclusión múltiple: la necesidad de mejorar la organización asistencial, informar adecuadamente a la población, comunicar eficazmente con los pacientes y simplificar los procedimientos clínicos

Land of Confusion - Genesis

3 comentarios:

  1. Comparto y vivo esas situaciones. Por mucho que nuestra excelente MF nos conoce y cuida nuestras patologías, a mi suegra no le gusta.
    La causa: la doctora no es como su anterior MF en Santurce, que prescribía tratamiento según sus indicaciones, no sus síntomas.
    La de aqui, nuestra MF, le ha retirado parcialmente la medicación. Razón : Tiene 90 años y a esa edad priman las contraindicaciones sobre las ventajas de un tratamiento contra sintomas que no observa en ella.
    Mi mujer y yo, ya habíamos leído la información de cada específico por lo que aceptamos los cambios. Mi suegra no ha "emperorado" en esos síntomas que no tenía, pero eso de que la doctora no haga lo que ella desea... no le gusta.
    Nuestra medicina tardará an cambiar lo que tarden varias generaciones "mal educadas" en desaparecer. ¡¡ Ánimo !!

    Martin

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    1. Es lo que suele pasar, Martin. Estamos metidos en una vorágine sanitaria que no puede conducir a nada bueno. Y en un país donde de fútbol y medicina todo el mundo opina...
      Saludos y gracias por el aliento.

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  2. Completamente de acuerdo, vamos por un camino muy negro... Como bien dices de fútbol, medicina y casi de cualquier cosa todos opinan, pero realmente pocos saben...
    Un saludo y buen post.

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