lunes, 10 de octubre de 2016

Lo que los otros médicos no quieren

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No dejes para otros lo que no quieras para ti. Proverbio español

Diálogo entre un médico de familia y un hematólogo:

La única función mecánica que vosotros teníais dice el doctor Primario nos la habéis pasado: el control del Sintrom®.

Di mejor de Acenocumarol sugiere con retintín el doctor Sanguíneo.

¿Conoces otro nombre comercial, o un genérico? ¿O de la Warfarina que no sea Aldocumar®? ¡Dejémoslo en control del tratamiento anticoagulante!

¿Y qué hay de malo en ello? –inquiere Sanguíneo.

–Supone otro programa informático que nos pega aún más a la pantalla del ordenador responde Primario.

Bueno, la atención primaria es la que debe asumirlo, creo.

¡Ya, ya! Y todo lo demás que implica actividad mecánica, no creativa, sin valor clínico, que los especialistas hospitalarios no quieren.

De un tiempo a esta parte os han ido llenando de quehaceres administrativos, lo sé. En verdad que os compadezco.

Pues yo no necesito compasión. Lo que necesito es comprensión, un mínimo de entendimiento, y que se reordene el sistema.

Y con este legítimo deseo acaba el inútil diálogo interprofesional.


Pero ¿qué pide en realidad el doctor Primario? Que se le entienda y se haga una corrección, pues siente que desempeña funciones vacías que le impiden entregarse a otras importantes, llenas de contenido médico. Si se le comprende, se entenderá la necesidad de una reordenación con definición de funciones de todos y cada uno de los miembros de la organización sanitaria en la que está inmerso.

Del debate suscitado en Twitter sobre el sometimiento sanitario a la pantalla del ordenador (a las herramientas TIC sin generar valor o a la deshumanización de la tecnología en salud), me quedo con algunas ideas.

El médico de familia se ha convertido en un administrativo de lujo (en un facultativo degradado pero útil para todo lo que nadie quiere).

El enemigo de la asistencia NO es el ordenador sino el escaso tiempo para las consultas y la escasez y precariedad de los RRHH. También el nivel de exigencia creciente, con funciones no médicas. Y por supuesto la buRRocracia, ahora digital


Ha habido muchos avances en la asistencia sanitaria. Pero hay competencias que es preciso delimitar. La atención primaria no debe cargar con todo lo ingrato. Del mismo modo que un cocinero no puede estar pegado a una pantalla de ordenador para elaborar sus platos, el médico no puede hacer de administrativo de lujo para atender a sus pacientes. El individuo ha de estar por encima de la tecnología. Y lo que uno no quiera para sí, no lo desee tampoco para otros.

But not for me - Chet Baker

2 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes y cómo te comprendo, José Manuel. Aún así, a pesar de todo, te diré que vosotros sois los más queridos y los que nos salváis cada día con vuestra sabiduría, vuestra paciencia y vuestro buen hacer. ¡Moitos bicos!

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    1. Tus palabras, querida Lola, son consoladoras. Pero hay mucho que cambiar para que las relaciones profesionales -y humanas- discurran por los cauces de la cordialidad y del respeto.
      ¡Besos mil!

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