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sábado, 25 de abril de 2009

Martillazos y canciones


¿No es verdad que todo cambia? Hasta lo que parece inmutable se nos hace diferente en cada observación. El mismo cielo, la misma roca, el mismo árbol, la misma casa, son diferentes cada vez, aunque no sufran perturbación alguna; mudan incluso el mismo día. Creamos los objetos, les damos vida o los matamos, de continuo, a tenor de nuestro estado anímico. Grandes o pequeños, hermosos o feos, alegres o mustios, amorosos u odiosos, según se nos antoje. Ora acarician con su música, ora martillean nuestro auditivo sentido. Todo cambia…

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