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martes, 12 de mayo de 2009

Vigo en el corazón


Vigo, mi ciudad amada… Imponente bahía circundada de verdor ondulante, custodiada por atrayentes islas protectoras; fabuloso puerto natural, ondas amorosas cantadas por su poeta, aguas que atestiguan la batalla de su famoso estrecho. Os aseguro que su cielo es muy particular: ni mediterráneo azul, vivo y radiante, ni finisterre gris, lánguido y melancólico; más bien una mezcla agridulce, donde las nubes lloran a placer para enseguida dejar paso al arco iris y al fogoso astro sonriente. Vigo en los adentros, aunque me lamente de “la ciudad que se perdió” -o, mejor dicho, que los irresponsables echaron a perder-, armoniosa en su concepción. Me basta su bendición, la presencia de una naturaleza generosa infamemente profanada; en cierto modo, extinta en sus esencias. Una tarde de ensueño, como ninguna, sentí Vigo en el corazón...


RAPSODIA
(Vigo en el corazón)

Tarde amorosa...
Urbanos paisajes y cárdenos recuerdos,
recónditos secretos pudorosamente desvelados,
misterio íntimo de piedras recelosas,
oscuridad del sol, luz de las sombras.

Tarde señera...
Vetustas calles habladoras,
caricia de lejanos aires regresados,
alegría y suspiros por doquier,
susurro de consuelos, chillido de verdades.

Tarde luciente...
Lánguido puerto mancillado
(¿ausencia de cariño o dejadez extrema?),
bello a los ojos del silente amante,
a lo execrable ciego: estólido de fiel.

Tarde entrañable...
Rúa de cesteiros, atávica;
del Marqués, esplendente; principal del Príncipe;
y rúas no nombradas, para aliviar el paso,
de peculiar fragancia indescriptible.

Tarde profunda...
Concatedral que alberga el Cristo,
recogimiento de almas,
rito procesional de espíritus más fieles,
alzándose la mente al cielo imaginario.

Tarde sonora...
Armónicos compases sepultando ruido ingrato,
pasos de danza, excusando andares torpes,
bajo el cobijo cálido del fascinante teatro
en crepúsculo rítmico y melódico, ¡vital!

[feb. 1996]

Lugares aludidos de la ciudad de Vigo:
Calle de los cesteros, Calle del Príncipe, Calle Marqués de Valladares, Iglesia de Santa María o concatedral (colegiata), Teatro García Barbón.

Aquí tenéis una serie fotográfica de mi ciudad:

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