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miércoles, 17 de febrero de 2010

NHS vs. SNS

Siendo dos sistemas sanitarios europeos tipo modelo integrado, el británico National Health Service (NHS), referente internacional creado en 1948, y el hispano Sistema Nacional de Salud (SNS), instaurado como tal en 1986, difieren en su esencia. Cuando se creó éste no se optó por aquél, en el que se basaron otros sistemas europeos occidentales. Con el tiempo, el SNS se convirtió en un sistema fragmentado (17 sistemas autonómicos de salud), cuestionado como ente unitario, rígido, burocratizado y gestionado partidistamente. Y aun siendo odiosas las comparaciones, si nos ceñimos a la Atención Primaria de Salud, el NHS tiene algunas características diferenciales: base en la calidad implícita, simplificación burocrática, delimitación de las funciones de los profesionales, menor carga asistencial y comunicación entre niveles asistenciales más reglada, favoreciendo el modelo de autogestión y compatibilizando la actividad pública con la privada.


El pragmatismo británico opta por la calidad de base, el hispano se pierde en teorizaciones sobre la misma. Esta visión radical puede ser llevada al campo burocrático. Tenía conocimiento de la simplificación del NHS respecto al modelo de receta (único y multiprescripción) y a la incapacidad laboral, por pacientes residentes en el RU. Asimismo, he podido comprobar que los envases de medicamentos carecen de cupón precinto (etiqueta que recorta el farmacéutico en el momento de la dispensación) y que a los dispensados le añaden una pegatina donde consta el médico prescriptor y sus instrucciones, así como el nombre del farmacéutico dispensador. Me parece un acierto, por la asunción de la responsabilidad de cada cual y por las “garantías” para el paciente. 

Por otra parte, en las recetas británicas que he visto solamente figuraban fármacos de primera línea, nada de preparados de dudosa eficacia. Hay que tener en cuenta que el paciente siempre paga una parte del importe.

Sobre la comunicación con el segundo nivel tuve conocimiento hace muchos años (calculo que dieciocho), por un congreso de medicina de familia celebrado en Ferrol, al cual asistió como ponente una médica británica nativa que hablaba en correcto castellano. Se sorprendía de nuestro “P10” (modelo de interconsulta) y aclaraba que, las escasas veces que se derivaba al paciente en su país, se hacía a través de una carta que se dictaba a una secretaria. 

De que la presión asistencial es muchísimo menor que aquí (12-18 pacientes/día, media de 15), lo supe por un londinense jubilado, asentado en mi tierra, que le decía en voz baja a su mujer gallega para que tradujera: “Si mi médico viese su sala de espera saldría corriendo despavorido”. Y el hecho de la escasa burocracia concuerda con un estilo pragmático.

Por el contrario, el SNS, creado en 1986, se ha caracterizado siempre –en su más corta vida– por la gran presión asistencial, la excesiva burocracia (con modelo de receta-albarán individual y absurdo sistema de gestión de la incapacidad temporal), el grave problema de la polimedicación, la deficiente comunicación con el segundo nivel y la complejidad general, en un contexto de gerencialismo politizado. Estos factores merman la calidad de un sistema cuyo principal logro es la “universalización asistencial”, garantizando el derecho a la asistencia a todos los ciudadanos.

En resumen, las diferencias son tan notables entre el NHS y el SNS (o mejor, las diecisiete secciones), teóricamente a favor del sistema británico, que me veo impulsado a realizar un hondo y triste suspiro. Por más que me diga, entre dos aguas, que no hay sistemas perfectos, sino mejores y peores, susceptibles en todo caso de reformas sanitarias.
***
Nota. Según he podido saber por la lista de distribución MEDFAM-APS, en el NHS las sesiones de consulta son más cortas (tres horas) y en ellas se conceden citas de 10 minutos o, si es preciso, de 20 minutos. La carga asistencial también es menor: el número de pacientes oscila entre 12 y 18, siendo la media de 15. Cualquier usuario del NHS puede pedir cita con cualquier médico, sin restricciones; algunos pacientes pasan aleatoriamente por todo el equipo y otros tienen uno o más "médicos habituales".

3 comentarios:

  1. José Manuel otro de los motivos de la menor carga asistencial de los médicos británicos puede ser la educación sobre el uso de las consultas.
    Adjunto información leida en la entrada de un centro asistencial de Londres.
    http://www.camden.nhs.uk/get-the-right-treatment-in-camden.htm
    http://www.camden.nhs.uk/minor-ailments-scheme.htm.

    boas noites
    Antoni Agustí.Olot

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  2. Sin duda, Antoni, lo fundamental es la educación. A principios de 2008 hice este comentario en 7DM:
    “Comparar la página del Ministerio de Sanidad (y Consumo) con la del National Health Service británico (exclusivamente sanitario), supone constatar dos realidades muy distintas y distantes. De lo insulso, hierático y funcionarial pasamos a lo atractivo, distendido y pragmático. De un centrado Servicio Nacional de Salud a un disgregado Ministerio que se confunde con lo impropio (¿por qué Consumo, ajeno, y no Medio ambiente, cercano?), quizá por la transformación del paciente en usuario. Con humildad, deberíamos imitar otros sistemas, más estimulantes, luminosos y desburocratizados.”
    En 2010 tenemos un Ministerio de Sanidad y Política Social (la Sanidad sola parece seguir siendo aquí una minucia) y su página ha ganado algo en atractivo, quizás tratando de imitar la del NHS, pero me quedo con la de éste. Si alguien tiene duda, que eche un vistazo a ambas:
    http://www.nhs.uk/Pages/HomePage.aspx
    http://www.msps.es/
    Agradezco tu aportación. Un saludo.

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  3. Interesante artículo sobre la atención farmacéutica en RU: "El trabajo como farmacéutico en Reino Unido no tiene absolutamente nada que ver con el trabajo en España."

    http://farmaceuticaporelmundo.blogspot.com.es/2010/08/procesos-en-las-farmacias-inglesas.html

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