Atendiendo a lo dicho en la presentación de los tics del pensamiento fugitivo, os presento aquí la cuarta docena.
- Me basta el oropel si lo veo de oro puro.
- La duda me hacer pasar del nihilismo a la necesidad de creer en algo.
- Confórmate con tener conocimiento de algunas cosas, ya que nunca lograrás ser omnisciente.
- Abrámonos a los demás y que la ósmosis* nos enriquezca.
- Si fuésemos más pragmáticos desecharíamos la excesiva burocracia, por reflexivos y prudentes.
- Quien no peca de envidioso no tiene inconveniente en brindar panegíricos a otros.
- No puede haber igualdad en medio de tanta prerrogativa.
- Que cada cual elija libremente, educando y orientando. Pero dejémonos de proselitismo que socava voluntades.
- Ni pudibundez ni libertinaje; huyamos otra vez de los extremos.
- Vale más una pequeña acción que una larga perorata.
- La polisemia es en ocasiones causa de malentendidos.
- Hay cosas tan palmarias que explicarlas resulta perogrullada.
*ósmosis cultural: intercambio interpersonal de conocimientos.
**proselitismo: en origen referido a la conversión religiosa, ahora también se refiere al hecho de convencer a nuevos seguidores para la causa política u otras causas.
Otra buena dosis, o mejor, ración (porque me parecen más alimento que medicamento) de interesantes pensamientos para hacer pensar.
ResponderEliminarGracias, amigo José Manuel, por "cocinarlos" y servirlos aquí para su degustación.
Un abrazo.
Gracias, querido Francisco, por tu estimulante comentario. Me da ánimos para elaborar futuros platos aforísticos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.