Durante el segundo o tercer año de carrera, me hice con un libro del Dr. Walter Clement Alvarez (1884-1978) titulado Viva en paz con sus nervios*, que en su momento me dejó vivamente impresionado. Trataba de multitud de síntomas que aquejan con frecuencia a la gente y que la lleva a buscar una causa orgánica sin éxito, porque tienen un origen psicosomático. Este médico norteamericano, cuyo nombre figuraba abreviado como W. C. Álvarez, tenía ascendencia hispana. Su padre, médico también, era un asturiano que emigró a USA; cursó su carrera en San Francisco y como Dr. Luis Fernández Álvarez ejerció en Honolulu, la capital de Hawai, donde fundó un hospital para enfermos de lepra.
Entre otros centros sanitarios, el Dr. W. C. Álvarez trabajó en la famosa Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, y se interesó especialmente por la medicina psicosomática. Desde principios de 1950 comenzó a escribir una columna médica que se hizo muy exitosa en diarios y semanarios. Su bibliografía es extensa, mayormente de divulgación, sobre problemas psicosomáticos y encuadrados en el ámbito de las Humanidades Médicas. Un cuadro somatoforme lleva su nombre: el síndrome de Álvarez, una inflamación abdominal de origen psicógeno, sin exceso de gas ni otras alteraciones. Y se ha establecido un premio en su memoria (The Walter C. Alvarez Memorial Award), que se otorga como reconocimiento a la excelencia en comunicaciones de cuidados de salud, pudiendo ser el premiado miembro o no de la Asociación Americana de Médicos Escritores.
Del libro del Dr. W. C. Álvarez, que aún poseo, en una edición rústica de la desaparecida editorial Bruguera, tomé muchas frases que me parecieron interesantes. Sus recomendaciones siguen siendo válidas en una época en la que han aumentado los trastornos de ansiedad, o mejor dicho todas las alteraciones psíquicas recogidas bajo el epígrafe de “trastornos neuróticos, relacionados con el estrés y somatoformes”, reunidos por su asociación histórica con el concepto de neurosis, entre los cuales están la ansiedad fóbica, el pánico, la ansiedad generalizada, el trastorno obsesivo-compulsivo, los trastornos de adaptación, los trastornos somatoformes (somatización, hipocondría), etc.
De las frases interesantes del Dr. W. C. Álvarez que recogí cuidadosamente, reproduzco a continuación una selección y resalto las que me parecen clave, no sin antes decir que uno de los dichos favoritos del autor era de su admirado William Osler (tan renombrado en este blog): “La medicina es un arte, no un negocio, una vocación, no un comercio”.
Y sin más, les dejo con las sabias palabras del Dr. Álvarez.
*Álvarez, W. C. Viva en paz con sus nervios. Barcelona: Bruguera, 1976.
¿Es posible que sean los nervios?
- Sigo maravillándome de que tantas personas hayan dejado de comprender que exista la menor relación entre sus enfermedades orgánicas y las severas crisis emocionales que han atravesado.
- Da pena pensar que miles de personas van de un médico a otro en busca de un medicamento o una operación, cuando todo lo que necesitan es que les ayuden a resolver un problema emocional.
- A muchos nos da demasiada vergüenza que nos califiquen de nerviosos.
- A veces se “necesita” una enfermedad como muleta mental (enfermedad útil).
- La mayoría de seres humanos experimenta un deseo irreprimible de descargar la mente de problemas y pesares.
- Incluso el paciente con un cáncer o una enfermedad cardiaca, tiene mayor necesidad de que le den ánimos y confianza y de que le enseñen a vivir, que de un medicamento o una operación.
- Si el paciente estuviese enterado de la relación mente-organismo –relación psicosomática–, habría sospechado de una conexión entre la inquietud, el pesar o la fatiga y la enfermedad que siguió.
- El caso inverso a la enfermedad psicosomática es la psomatosíquica; en este caso, una dolencia orgánica repercute emocionalmente.
Enfermar por culpa de los nervios
- Cuando los médicos no encontramos ninguna anormalidad que explique un dolor, una molestia o un trastorno, presumimos que es de naturaleza “funcional” o no orgánica.
- Aun estando seguros de que un dolor o una enfermedad son producidos por la mente, debemos examinar al paciente; un problema orgánico puede provocar una tormenta emocional.
- La única manera de manifestarse un malestar mental consiste en un dolor, un sufrimiento, una desazón, un ardor, un cosquilleo o un entumecimiento en alguna parte del cuerpo.
- Un cerebro hiperactivo puede producir síntomas nerviosos.
- Los individuos difieren grandemente en su modo de reaccionar a una emoción.
- La emoción no sólo puede producir por sí misma una enfermedad, sino que puede poner de manifiesto los síntomas de una dolencia que se mantenía latente.
- Recuerdo a cierto número de personas que estoy casi seguro que murieron de miedo.
- La emoción puede sensibilizar o insensibilizar.
- Desaparecida la tensión, el dolor puede desaparecer.
Los “nervios” pueden producir verdadero dolor
- El dolor psíquico es constante, no cesa ni de noche ni de día (el orgánico es intermitente, cesa y vuelve) y se revela como inespecífico (“mariposas”, “pellizcos”…). No es imaginario ni forzosamente benigno.
- El miedo a la enfermedad agrava la enfermedad.
- Formarse una opinión del paciente por deducciones: cuenta las cosas rápidamente y con claridad o lenta y confusamente; dolor, pe. abdominal en un área reducida, en períodos cortos (orgánico) o en área extensa y constante (nervioso); quejas por problemas insignificantes: manchitas, puntitos, pecas… (nervioso)
- Valorar la posibilidad de comprobar en su propio hogar a un ama de casa muy minuciosa, atareada y exigente consigo misma.
- El individuo hipersensible sufre a menudo por molestias sin importancia, acudiendo rápidamente al médico por la mínima.
- Hacer perder el miedo. Se puede ayudar a quienes tienen “accesos raros” sólo si se les hace ver el origen de éstos y porqué ocurren.
- El escotoma centelleante (veinte minutos de visión borrosa o una línea brillante en zigzag) es inofensivo; es un síntoma de la jaqueca. Y la jaqueca está motivada por tres causas: propensión hereditaria, esfuerzo o tensión continuados (pe. exceso de trabajo o infelicidad) y un “gatillo” capaz de disparar el ataque.
- He llegado a la conclusión de que el único medio de reducir la frecuencia de ataques de jaqueca es vivir una vida sencilla y dichosa, más sosegada y menos tensa.
- Dos normas para reducir la tensión: hacer una sola cosa a la vez y no señalar un tiempo límite para realizar el trabajo.
- ¿Por qué ponerse muy “acalorado”? Hay que tener el valor de saber callarse y desechar el hábito de enojarnos al oír o leer cosas con las que no estamos conformes.
- Sobreponerse a los disgustos. Quien se ensimisma, se pone huraño y no cesa de hablar de injusticias atrae una enfermedad.
- Relajación muscular. Tratar de relajar los músculos y aprender a reposar a voluntad.
Dominar el hábito de inquietarse y no avergonzarse
- Reconocer que ciertas inquietudes carecen de fundamento.
- No acongojarse por costumbre. Hay personas ilógicas que se inquietan y desazonan a todas horas de un modo estúpido; algunas sufren fobias o miedos ilógicos.
- No contagiar a los hijos inquietudes innecesarias.
- Temores de los ansiosos crónicos: a perder el juicio, al suicidio, a la soledad, claustrofobia, a enfermedades cardíacas, al cáncer, a morir, a desmayarse, aprensión sin saber por qué, múltiples, a todo.
- Todos deberíamos combatir la ansiedad como una “costumbre pésima”.
- Dejar de pensar en lo que sucedió y pudo ser evitado o en lo que pudo ser y no fue. Nadie ve el futuro.
- Tres máximas para los acongojados (consejos del Dr. Austen Riggs): 1º) preguntarse ¿es mi problema?; 2º) si lo es, ¿puedo yo resolverlo?; 3º) si puede ser resuelto por alguna persona experta acuda a ella.
- Otra recomendación: viva encerrado en el día de hoy. Los problemas hay que resolverlos de día, la noche es para dormir.
- Para sobreponerse a una fobia hay que combatirla: “haz aquello que te inspira miedo y éste habrá muerto”.*
- Al hipocondríaco es imposible tranquilizarlo en cuanto a su salud; no se puede conseguir que viva confiado mucho tiempo. Si un médico le prescribe diez medicamentos a la vez, es maravilloso.**
- Nadie debe avergonzarse de ser nervioso y sensible. Pensemos en la brillantez de las persona ligeramente maníacas; posiblemente grandes escritores, músicos, etc., fueron un poco maníacos y estuvieron al borde de la psicosis.
- Casi todo el mundo tiene un punto que se sale fuera de la raya. El “umbral emocional”, o punto crítico, difiere de unas personas a otras.
*El miedo es una emoción primaria por la aversión natural a un riesgo o una amenaza. La fobia es un miedo intenso e irracional, un trastorno de ansiedad que se manifiesta al exponerse al objeto concreto de ese miedo.
**La hipocondría es la preocupación excesiva a padecer una enfermedad grave.
[Las frases de la segunda parte del libro, que trata sobre el “arte de vivir”, podría considerarlas para un futuro, según la acogida de estas otras editadas.]
Sinfonía Nº 2 “La era de la ansiedad” (Final), Leonard Bernstein
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Anexo: Ansiedad y Trastornos de ansiedad
1. La ansiedad es una sensación de nerviosismo, preocupación o malestar que forma parte de la experiencia humana normal. El trastorno de ansiedad aparece cuando la respuesta al estrés es desproporcionada o cuando la persona se ve desbordada por los acontecimientos. La ansiedad está presente en una amplia gama de trastornos psiquiátricos, incluidos el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de angustia y las fobias. Todos estos trastornos presentan una aflicción y una disfunción relacionadas con el miedo. [Manual Merck]
El miedo es una respuesta emocional, física y conductual ante una amenaza externa inmediatamente reconocible (p. ej., un intruso, un auto que pierde control sobre hielo). La ansiedad es un estado emocional estresante y displacentero que provoca un sentimiento de nerviosismo y desasosiego, y sus causas no están claras. La ansiedad está menos vinculada al momento exacto en el que se produce la amenaza y puede ser anticipatoria (antes de la amenaza), persistir cuando ya ha pasado u ocurrir sin una amenaza identificable. Un cierto grado de ansiedad es adaptativo, pero más allá de un determinado nivel provoca disfunción y angustia excesiva. En ese momento, se trata de un problema maladaptativo y se considera un trastorno.
2. Epidemiología. Los trastornos de ansiedad constituyen los trastornos mentales más frecuentes.
Sin embargo, a menudo no se reconocen y, en consecuencia, no se tratan. Una ansiedad crónica con inadaptación que no recibe tratamiento puede contribuir con otros trastornos médicos generales o interferir en su mejoría. La aflicción inmediata o posterior al haber sufrido o presenciado un evento traumático abrumador ya no se clasifica como un trastorno de ansiedad, sino como como trastornos por estrés postraumático.
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Etiología. Las causas de los trastornos de ansiedad no se conocen bien. Pueden ser una respuesta a factores estresantes ambientales, como la finalización de una relación importante o la exposición a un desastre que pone en peligro la vida. Algunos trastornos médicos generales pueden producir directamente ansiedad: hipertiroidismo, feocromocitoma, insuficiencia cardíaca, arritmias, asma, EPOC, fármacos y productos estimulantes (corticosteroides, cocaína, anfetaminas, cafeína), así como la abstinencia de alcohol, sedantes y algunas sustancias ilícitas.
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Clínica. La ansiedad puede aparecer bruscamente, como sucede en un ataque de pánico (crisis de angustia), o de manera gradual. En el ataque de pánico hay síntomas cognitivos (miedo a morir o a perder el control, sensación de irrealidad) y síntomas somáticos (dolor o molestias torácicas, mareos, sensación de ahogo, palpitaciones, sudoración, temblores, agitación). Puede ser pasajera o durar años. Su intensidad varía desde un leve resquemor a un pánico intenso. Los trastornos de ansiedad pueden ser tan angustiantes y perturbadores que pueden llevar a la depresión. Pueden coexistir un trastorno de ansiedad con uno depresivo (Trastorno mixto ansioso-depresivo).
5
Diagnóstico y Dx diferencial. Se basa en sus signos y síntomas característicos. Hay que excluir causas orgánicas: trastornos cardíacos (insuficiencia cardíaca, arritmias), trastornos endocrinos (hiperadrenocorticismo, hipertiroidismo, feocromocitoma), trastornos respiratorios (asma, EPOC). La fiebre también puede originar ansiedad. Se realiza exploración física y se solicitan pruebas de laboratorio para una aproximación diagnóstica.
La anamnesis orienta: los antecedentes familiares de trastornos de ansiedad ayudan a establecer el diagnóstico: algunos pacientes parecen heredar una predisposición a padecer los mismos trastornos de ansiedad que tienen sus familiares, o a través de un comportamiento aprendido.
TOTAL ANSIEDAD > 4 ítems
TOTAL DEPRESIÓN > 3 ítems
6
Tratamiento. Variable según la intensidad de la ansiedad, siendo inmediato en crisis de angustia. Se emplean psicofármacos (benzodiacepinas y antidepresivos). Se usa la psicoterapia (p. ej. terapia conductual) si está indicada. Y tratamiento causal si determinamos una etiología orgánica.
Todos los trastornos de ansiedad pueden ocurrir junto con otras afecciones psiquiátricas (co-morbilidad), que habrá que enfocar en cada caso.
Hola,
ResponderEliminarllevo tiempo siguiendo tus excellentes entradas
me gustaría contar con tu colaboración para difundir esta Encuesta entre los residentes a tu alcance y en otras Webs si es posible.
https://www.jotform.com/form/10540353816
te lo agredezco de antemano y espero no abusar de la confianza que brindan las Web 2.0
cualquier aclaración ya sabes como contactar conmigo.
http://espaciomir.blogspot.com/
Un saludo.
Hola Doc,
ResponderEliminardejo enlace a la encuesta al principio de la columna lateral. Y enlazo también la bibliografía de ESPACIO MIR ("Enlaces Medicina").
Un saludo y gracias por tu interés en este blog médico-melódico.
José Manuel; es de agradecer esta entrada tuya, especialmente por los "atacados" como yo, je, je. Tomo nota de muchas cosas que creo me van a ser de utilidad, querido doctor.
ResponderEliminarMuchos bicos.
¡Ah! genial la elección musical.
Querida Lola, en este tiempo de agobio y prisas no es nada fácil mantener la serenidad. Bienvenidas las frases del Dr. Álvarez si nos sirven de apoyo (tal vez publique las de la segunda parte).
ResponderEliminarSerenos bicos.
P.D. La sinfonía de Bernstein me pareció la ilustración sonora más apropiada.
¡Qué maravilla!
ResponderEliminarMagnífica elección de letra y música para los tiempos que corren. Personalmente, agradezco ambas, amigo José Manuel.
Una buena letra puede bastar por sí sola para iluminarnos, pero con acompañamiento melódico se enaltece más si cabe. Sobre todo en tiempos de ansiedad.
ResponderEliminarGracias, amigo Francisco, por tu maravillosa presencia.
Hola, yo también tengo el libro en la edición rústica de la editorial Bruguera, aunque la cubierta es distinta del que aparece en la foto. Lo rescaté hace unos días de casa de mi hermana, que lo tenía entre varios libros antiguos de los que se iba a deshacer, por no tener espacio. El caso es que el libro llevaba toda la vida en casa de mis padres y nunca se me había ocurrido mirarlo, pero ahora he estado ojeándolo y me parece muy interesante. Me resulta curiosa la forma de escribir, de hace unos cuantos añitos ya, y de cómo refleja la sociedad de los años 50-60, sobre todo cuando sus consejos se refieren a las mujeres, cuyo papel se reducía casi exclusivamente al de amas de casa, esposas y madres. Pero, sin duda, sus observaciones son muy sabias y útiles. Hay cosas que no han cambiado tanto. Saludos.
ResponderEliminarHola Ariadna. La forma de escribir de Álvarez, aunque sea traducción del inglés, podríamos decir que corresponde a un momento o una época en que primaban la buena educación y las correctas maneras. Pero se acompaña de un fondo muy sustancioso, creo yo; al libro se le puede sacar mucho jugo. Lo que sí es cuestionable es esa aparente reducción del papel de la mujer, aunque hay que encuadrar esa visión el momento en que el autor escribe.
EliminarGracias por tu amable comentario.
Hola Dr.Josè, de causalidad entre a tu blog y me pareció muy interesante el resumen que hace a la obra del Dr. Alvarez, de lo cual rescato algunas recomendaciones, las personas con trastornos psicológicos o enfermedad nerviosa como lo cataloga la Dra.Claire Weekes. la característica de este trastorno, es que la persona vive en una tormenta mental, la cual le roba tranquilidad y la paz interior, desencadenando la búsqueda compulsiva, de quien o que, podría devolverle la calma y paz anhelada, toda esta tempestad desatada x tus pensamientos, genera sensaciones fisicas y psicologicas muy desagradables que en algunas ocasiones se vuelven incapacitante; entre las emociones más temida es el miedo al miedo (volverse loco, enfermarse, morirse,ataque al corazòn, desmayarse, etc etc), al respecto encontrè en la Biblia versículos que podrían asemejar a un buen Manual Terapéutico,"y ÈL Señor va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides. Deut. 31.8; sobreponerse a una fobia hay que combatirla: “haz aquello que te inspira miedo y éste habrá muerto, personalmente creo que el mejor metodo para vencer el miedo es la Tecnica Psicologica de la Exposiciòn, pues esta hace que te enfrentes a tus peores miedos,al realizar este metodo, hace que el paciente descubra que a lo que temia no era tal real como creia, "... no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Mat. 10. 28, la Dra, Weekees señala "muchas veces el Terapeuta comete el error de no explicarle a su paciente la sintomatologia de su enfermedad, perdiendo empatia y confianza con èl, otras de las emociones desagradables y que causan ansiedad es la ira, tal como señalas en los puntos destacados, que debemos tener el valor de saber tolerar las cosas que no nos gustan, "La respuesta amable calma el enojo,
ResponderEliminarpero la agresiva echa leña al fuego.Prov. 15.1; la Ansiedad, entre otras deficiniciones, es la preocupaciòn constante y desmedida de un futuro incierto, el cual hace que el paciente se inquiete y se zozobre con miedos ilogicos, viva encerrado en el día de hoy. Los problemas hay que resolverlos de día, "Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?, Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?, ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?, Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?, No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?, Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal". Luc. 6. 25 -34, "No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús" Fil. 4. 6 - 8, la Ansiedad es un tema muy complejo y apasionante, el cual se deberia dar mayor difusiòn, me gustaria poder leer este libro, pues a la fecha se encuentra agotado seria muy bueno subas en pdf para poder descargarlo y te agradeceria me envies o publiques la segunda parte del libro, gracias