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jueves, 3 de marzo de 2011

Violeta, la descarriada dama tuberculosa

(Póster de Rafal Olbinski)
La Traviata (La Descarriada) es probablemente la ópera más exquisita y romántica de Giuseppe Verdi (1813-1901). Su libreto está basado en La Dama de las Camelias, de Alejandro Dumas hijo, y fue estrendada en 1853. Junto con Rigoletto (1851) e Il Trovatore (1853) forma parte de una terna triunfal. Esta es su sinopsis argumental: 
La cortesana Violeta Valery da una fiesta en su mansión de París a la que a asiste Alfredo Germont, quien se enamora de la anfitriona y se preocupa de su salud, pues la dama está incurablemente enferma de tuberculosis. Violeta, que quiere ser libre, lo rechaza inicialmente, pero acaba yéndose a vivir con él al campo, en las afueras de la capital, abandonando su anterior vida libertina. Más tarde deja a Alfredo por los ruegos de su padre, Georgio Germont, que ve en la relación un perjuicio para el hijo, y retorna a su antigua vida. Alfredo la insulta públicamente en una fiesta y es desafiado a un duelo por su acompañante, el barón Duophol, momento en que Violeta declara su amor por aquél. Se celebra el duelo y Alfredo hiere al barón. Pasados unos meses, Violeta yace en la cama, moribunda por el avance de la tuberculosis. Sabiendo que su amada se ha sacrificado por él, Alfredo le pide perdón, y ella muere en sus brazos. 
Melódicamente inagotable, en una selección de esta ópera suelen elegirse el “preludio”, la escena del brindis “Libiamo ne' lieti calici” (Alfredo, Violetta, Flora, Gaston, Barón, Marqués, Coro), “Un dì, felice, eterea” (Alfredo, Violetta), "È strano!... Ah!, fors'e lui… Sempre libera” (Violetta, Alfredo), “Lunge da lei… O mio rimorso!” (Alfredo), “De miei bollenti spiriti” (Alfredo), “Pura siccome un angelo” (Germont, Violetta), “Teneste la promessa… Addio del passato” (Violetta), “Parigi, o cara, noi lasceremo” (Alfredo, Violetta).


SOBRE LA TUBERCULOSIS, DE VIOLETA Y EN GENERAL

En un artículo de Oscar Bottasso, del Instituto de Inmunología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), sobre “La Traviata en el cine de Zefirelli”, que incluye una hipótesis sobre la muerte de Violeta, se habla de las explicaciones de las ciencias médicas en torno a los mecanismos por los cuales se desarrolla una enfermedad, incluida la tuberculosis que padecía la protagonista. Y así se refieren los hechos que podrían haber contribuido a su fatal desenlace: 
La infección pulmonar por Mycobacterium tuberculosis [Tuberculosis pulmonar] puede ocasionar un amplio rango de compromiso orgánico que oscila desde algunas pocas lesiones infiltrativas hasta un cuadro de intensa destrucción parenquimatosa con necrosis caseosa y formación de cavernas. Este espectro de afectación es el resultado de una compleja interacción entre el patógeno y la respuesta inmune celular (RIC) desarrollada por el huésped. Los componentes esenciales de esta respuesta incluyen a los macrófagos y los linfocitos T, en especial los CD4+ (denominados células T cooperadoras), los cuales son esenciales para el desarrollo de la reacción granulomatosa y estimulan a la vez las funciones efectoras de los macrófagos vía de la producción de interferón gamma. (…) 
Los linfocitos T son un blanco muy importante de la acción de los glucocorticoides tanto en condiciones fisiológicas como patológicas, por ejemplo el estrés. Los glucocorticoides inhiben la síntesis de factores que promueven la respuesta inmune celular, mientras que la dehidroepiandrosterona, otro esteroide de la corteza suprarrenal, la facilita (…) ambas hormonas pueden participar en la inmunopatogénesis de la enfermedad. (…) En definitiva se instaura un ambiente inmunoendócrino desfavorable para la articulación de una respuestas protectiva hacia la micobacteria. 
Es probable que el hipotálamo sea uno de los sitios involucrados en el desarrollo de este desequilibrio neuro-inmuno-endocrino, puesto que es un área clave para el control de funciones esenciales del organismo tales como las somáticas, autonómicas y neuroendocrinas. Estos procesos integran, a su vez, un programa de defensa bajo el control del sistema límbico; el cual se interconecta con el hipotálamo y promueve la secreción de la hormona liberadora de corticotrofina, que llevará a la liberación de ACTH (hormona adrenocorticotrofa) con la consiguiente producción de esteroides adrenales. El sistema límbico configura una “representación” emocional de los estímulos exógenos y endógenos. Las siluetas que adquieren esas emociones tienen mucho que ver con nuestra “patobiografía” y el contexto en que vivimos. Se establece así a una serie concatenada de procesos emocionales-neuroendocrinos-inmunitarios que pueden brindarnos una aproximación al porqué del incremento en el riesgo de enfermar durante estados emocionalmente adversos.  
Sin ánimo de efectuar una pormenorizada exégesis del drama, el texto de la ópera ofrece elementos suficientes como para inferir que algo de esto ocurría en la vida de Violeta. Los vínculos afectivos que rodeaban su existencia sólo lo eran en apariencia.
Radiografía de tórax mostrando tuberculosis avanzada
(Imágen de MedlinePlus)

Se ha comprobado que la tuberculosis, causada por el bacilo de KochMycobacterium tuberculosis, afecta a la humanidad desde hace seis mil años. Fue conocida por los griegos clásicos como tisis (consunción) y Galeno la definió como una ulceración de los pulmones, tórax o garganta, acompañada de tos, fiebre y consunción. Y sin embargo el bacilo no fue descubierto hasta 1882, gracias a las investigaciones de Robert Koch (1843-1910). La era antibiótica y el tratamiento antituberculoso iniciado en 1952 con la isoniacida, junto con la desaparición de los sanatorios para tísicos, hacen que veamos hoy la enfermedad con otros ojos en los países desarrollados. Sin embargo, las malas condiciones higiénicas (la insalubridad), el frío y la mala alimentación siguen favoreciendo la expansión de la micobacteria tuberculosa. Sabemos que las carencias, generalmente a causa de la pobreza, favorecen el desarrollo de la infección tuberculosa, principalmente pulmonar, aunque también afecta a los ganglios linfáticos (escrófula), a la columna vertebral (mal de Pott), etc.; en los países pobres encabeza la lista de enfermedades infecciosas.

La tuberculosis es la enfermedad romántica por excelencia. La lista de artistas afectados es nutrida, incluyendo escritores, poetas, pintores y músicos. Si nos centramos en estos, además de los casos de PaganiniChopin, cabe señalar a un compositor hispano muerto precozmente: Juan Crisóstomo de Arriaga (1806-1826). Es una muestra significativa del artista que muere joven, y de la asociación de la vida bohemia con las privaciones y la enfermedad. Por eso no es de extrañar que la enfermedad estuviese presente en la vida de la descarriada Violeta.
***
Enlace relacionado (añadido con posterioridad):
La tuberculosis y los románticos

La niña enferma (1885-6), Edvard Munch
[Enferma de tuberculosis]

6 comentarios:

  1. Qué magnífico personaje construye Verdi; qué maravillosa ópera, José Manuel y qué interesante la información que nos traes. Mejor que nos maten a la pobre Violeta-Margarita con una romántica tuberculosis que verla envejecer aquejada de una vulgar artritis, je,je.
    Muchos bicos.

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  2. Desde luego, querida Lola, mejor morir lozana y de una enfermedad romántica que decrépita y de una insulsa enfermedad degenerativa. Al menos en la artística ficción.
    Un bico traviato.

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  3. La tuberculosis, la gran "plaga blanca" del siglo XIX, es la enfermedad romántica por excelencia. Como bien señalas, amigo José Manuel, fue fuente de inspiración de escritores, pintores, músicos... y la causa de su muerte; como lo fue también de muchísimos médicos de la época que, por su profesión, estaban especialmente expuestos. Algo estoy escribiendo sobre ello, centrado en la figura de Bichat, que pronto verá la luz en la revista del Colegio de Médicos de Cádiz y luego en el blog. Después le tocará el turno a Laënnec, el inventor del estetoscopio y, por consiguiente, de la auscultación mediata...

    No cabe duda de que esta enfermedad tenía -si puede decirse así- una particular "belleza". Pero no podemos olvidar que es traicionera y mentirosa; y todavía, a pesar de los grandes avances científicos y -sobre todo- sociales que hemos tenido la suerte de conocer: peligrosa.

    Muchas gracias por tan completo e interesante artículo. Me quedo escuchando a Verdi (cuya música, según Vito Franco, es buena para el corazón... y -añado yo- para mucho más) e informándome sobre Arriaga, a quien no conocía.

    Un musical y nada tuberculoso abrazo.

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  4. Te habrás dado cuenta, amigo Francisco, que últimamente trato de enlazar lo médico con lo melódico, y viceversa, de ahí estas complejidades a dos bandas que no sé si alcanzan el resultado apetecido (créeme que a veces le doy mil vueltas a las ideas).
    Sobre Juan Crisóstomo de Arriaga, “El Mozart español”, te dejo el enlace a un interesante artículo publicado en la revista electrónica de música clásica Filomúsica, en la que yo he colaborado y que se dejó de editar (las publicaciones culturales suelen tener fecha de caducidad).

    http://www.filomusica.com/filo22/jenri.html

    Gracias por tu alentador comentario y permanezco atento a los, sin duda, sabrosos artículos que anuncias.

    Otro aséptico abrazo.

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  5. Gracias José Manuel, por estos regalos melódicos y literarios. Quiero enlazar mi comentario a:
    “ Se establece así a una serie concatenada de procesos emocionales-neuroendocrinos-inmunitarios …
    Sin ánimo de efectuar una pormenorizada exégesis del drama, el texto de la ópera ofrece elementos suficientes como para inferir que algo de esto ocurría en la vida de Violeta. Los vínculos afectivos que rodeaban su existencia sólo lo eran en apariencia".

    En mis libros de Tisiología y de Semeiótica médica leímos sobre la "facies de Margarita Gautier".
    Verdi inmortaliza la obra de Alejandro Dumas conocida como la Dama de las Camelias. Antonio y sus estudiantes en Bolivia,hicieron una serie de anotaciones , de carácter literario y musical, sobre las obras. Por otro lado nosotros interpretamos el drama como una metáfora cultural.
    ALPHONSINE PLESSIS nació en Nonant-le-Pin, Orne, el 15 de enero de 1824.
    Prostituida por su padre desde los 12 años de edad, a los 16 era una de las cortesanas más cotizadas por su gran hermosura, haciéndose llamar MARIE DUPLESSIS.
    Tras una infancia marcada por la miseria, el hambre y la violencia, a los 15 años llegó fortuitamente a Paris. Tan sólo unos meses más tarde, era ya la mujer más bella y cotizada de toda la ciudad: acababa de nacer Marie Duplessis.
    Considerada como la reina de las cortesanas, la más hermosa, la mejor vestida, la divina, en definitiva, supo aprovechar su corta vida. Esbelta y pálida, poseía una belleza etérea:"... era grande, bien formada, de pelo negro y rostro rosa y blanco. Tenía la cabeza pequeña, de largos ojos como una japonesa, pero vivos y finos, los labios rojos de cerezas y los más bellos dientes del mundo...”.
    Tuvo muchísimos amantes entre la clase adinerada de París. Uno de ellos fue Alejandro Dumas hijo, con quien sostuvo un romance que duró once meses, entre septiembre de 1844 y agosto de 1845 y que terminó por dejar muy endeudado al escritor, quien inmortalizo esa relación en su novela 'LA DAME AUX CAMÉLIAS.

    El 30 de agosto de 1845, Dumas rompe su relación y le escribe: "No soy lo bastante rico para amarte como quisiera, ni tan pobre como para que me ames como quisieras..."
    En febrero de 1846 terminó casándose con Edóuard de Perregaux convirtiéndose así en Madame la Comtesse de Perregaux. Su ropa era elegantísima y se rodeaba de flores, pero el aroma de las rosas la mareaba, por lo que usaba camelias, sin olor. Padecía desde entonces “de un mal del pecho”,elípsis para evitar nombrar a la temible tuberculosis que en aquella época era incurable.
    Un año más tarde, el 3 de febrero de 1847, moría en terrible agonía, aquejada de tuberculosis, en su piso del número 11 del Boulevard de la Madeleine, Paris. Contaba tan sólo 23 años y unos días. Esta es la historia de una mujer que renació de sus cenizas y de cómo se perdió a sí misma recorriendo la senda que la llevó de la más absoluta pobreza a la cima del Paris galante.

    No puedo robar más espacio , dejo al benevolente lector que quiera conocer la justificaciòn de la metáfora el enlace al diálogo bioético: a Propósito de la Facies de Margarita Gautier…http://eticamedicaybioetica.blogspot.com.es/2012/04/marie-grabado-de-adolphe-pierre-riffaut.html.

    Juan

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    1. Gracias, amigo Juan, por este jugoso comentario y por el interesante enlace.
      Un abrazo

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