Que hace mucho que en Hispania los consumidores están siendo maltratados por empresas de telefonía, petroleras y eléctricas, casi nadie lo pone en duda.
Sobre el número creciente de reclamaciones a empresas de telefonía, por irregularidades, abusos, falta de transparencia y el calvario que supone darse de baja (frente a la facilidad de realización de los contratos), está todo al mundo al tanto, porque lo ha sufrido en carne propia. Los abusos de los operadores de telecomunicaciones han sido denunciados repetidamente con escasa respuesta, o pasividad, por parte de los ministerios competentes.
Respecto a las petroleras, lo que sorprende es que desde hace muchos años los medios anuncian que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) está investigando si existen pactos de precios entre las diferentes empresas petroleras, sin que se concluya nada, y que ahora se produzca otro aparente ataque a las petroleras por sus precios, al criticar su presidente "la paradoja de que, cuando el petróleo se encarece, los precios de los combustibles suben como cohetes, y cuando baja, o no lo hacen, o lo hacen a la velocidad de una pluma".
En cuanto a las eléctricas, se ha hablado de estafa en alquiler de contadores de luz, de irregularidades en facturas y de la inexistencia de competencia real entre compañías, revelada por la propia Comisión Nacional de la Energía. En definitiva, anomalías en alquileres de contadores y en lecturas (con cálculos estimativos por exceso y sobrepago de impuestos), y falta de competencia (igual que en los otros dos sectores) para perjuicio de los usuarios.
Se tiene la sensación de que se nos ha tomado el pelo con la liberación del mercado, ya que los precios han ido continuamente al alza, sin justificación y en progresión cada vez mayor. Los consumidores están prácticamente indefensos ante los abusos de estas compañías. Visto lo visto, y comprobando la existencia de un oligopolio real, uno hasta llega a añorar el monopolio estatal.
La engañadora
[Video post. por eliminación del previo]
Pepe, hora es ya de decir, porque vamos siendo mayorcitos y ya nos importan un pimiento los inquisidores que por estas cosa están prontos a lanzarte el anatema de facha, que, desde la muerte de Franco y la llegada de las libertades, la única que ha crecido robusta y sana como una pera es la libertad de mercado, entendida no como esa libre competencia que sería beneficiosa para la sociedad, sino como la libertad de chuparle la sangre a la gente sin ninguna limitación. Una reflexión al margen: ¿puede llamarse progreso a lo de las compañías telefónicas, con las que puedes hacerte en dos minutos y por vía telefónica unos contratos muy cómodos, sí, pero que no representan la más mínima garantía para el usuario? En esto España no ha cambiado: sigue siendo el paraíso de los chorizos y un país donde ser honrado es ser tonto.
ResponderEliminarSí, Pablo, si discrepas te descalifican tildándote de autoritario o te anatemizan con el impreciso neologismo de neoliberal. Y es peculiar manera hispánica, suma de actitud caciquil y estrategia demagógica.
ResponderEliminarConcuerdo contigo en que Hispania es paraíso de mangantes (y, añado, de socios-listos), donde la honradez es un valor ridículo.