Fuente: picasaweb |
No debemos dejarnos llevar por las apariencias. Conocemos rostros de piedra, autoritarias miradas de hielo, altivas efigies que respiran inalcanzables aires. Sabemos de bocas ariscas, de manos que rehúyen el contacto, de oídos que no atienden nuestra súplica. Pero lejos de la dureza, de la frialdad y de la indiferencia que alguno trata de mostrar, para defensa de sus intereses o de su dignidad, subyace un individuo frágil, inseguro y temeroso que aguarda, acaso inconscientemente, el calor del afecto, de la amistad, del amor desinteresado y franco. No debemos dejarnos llevar por las apariencias, porque engañan…
Las apariencias engañan
Parese o parece?!
ResponderEliminarChau,
Silvia.
Son apariensias/apariencias, Silvia.
ResponderEliminarChau.