Páginas

martes, 5 de febrero de 2013

Cuatro pacientes a un tiempo


Cuando compruebo citaciones como las de esta imagen (4 pacientes a la misma hora), que los médicos de familia de Hispania sufrimos a diario, me digo una vez más que es una auténtica aberración, algo intolerable. No se puede consentir tal atropello, no hay justificación alguna para semejante dislate. ¡No! Es un insulto al médico y multiplica el riesgo de cometer un error. Es una forma de acoso laboral (violencia psicológica). Y este abuso no se debe callar. Es de juzgado de guardia, incluso para llegar a Estrasburgo. ¿Alguien puede imaginar que a un juez le endosen cuatro juicios a la vez? ¿Verdad que no? Pues basta ya de tragar con lo intragable, de tener que consumirnos tratando de atrapar el tiempo de la consulta. ¡Basta ya! ¡Basta!

Con situaciones como ésta es comprensible el estrés laboral del médico. Es para lanzarse a cantar una seguiriya... 

11 comentarios:

  1. ¿Pues que mas podemos decir, amigo Jose Manuel ?:
    Que es la prueba, -una mas-, de un delito contra la salud publica y la salud laboral de los médicos.

    Son como los papeles de Barcenas pero en contabilidad A, de un delito de acoso laboral institucional. o como los cuadernos de contabilidad de los campos de Auswitch.

    En Madrid ademas la tortura incluye la utilización de sistemas informaticos que requieren, al menos, de 20 minutos por paciente.

    ¿Donde estan los sindicatos? ¿donde estan las numerosas organizaciones que dicen representar a los médicos?

    Trabajando bajo estas condiciones infrahumanas e indignas, ¿cuantos errores cometemos, cuantos compañeros estan ya impedidos o limitados irreversiblemente, o se han quedado en el camino? .

    Afortunadamente todo esta registrado, para que algun dia -que sin duda llegará-, se exijan responsabildades politicas y judiciales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí, Juan, podría considerarse acoso laboral institucional. Lo mismo que la merma de derechos y recortes a discreción, unidos a más exigencias, aunque sin saber muy bien para qué. O sí, para degradar, y justificar privatizaciones.

      Eliminar
  2. Hola, José Manuel:
    ¡Que pasen cinco! Decía el médico de Paco Gandía en uno de los chistes que contaba.
    Nos hacía reir porque era un absurdo, pero veo que no es así.
    Como dicen los magos, "La realidad supera a la ficción".
    Salud(os)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como ves, Antonio, esto es un atropello intolerable. Pero se toma como algo normal, que el médico como robot que es ha de saber torear con cuatro a un tiempo. Y ya puestos, ¡ele!, que sean cinco, que no hay quinto malo.
      De seguir así, el galeno se quedará sin salud, y sin ella poco podrá contribuir a la de los demás.

      Eliminar
  3. Pepe, tengo una prima que es una mujer que ha plantado cara a muchos mihuras en la vida. Un día, en el trabajo, el jefe empezó a decirle que hiciera esto, y lo otro y lo de más allá, y entonces ella le dijo:
    -Oye: si follo, no barro.
    Y esto, en una empresa privada. A lo mejor los funconarios en particular y los trabajadores en general hace ya tiempo que estamos perdiendo grandes ocasiones de hacernos valer así. Puede que el no haberlo hecho sea una de las razones de que ahora nos gobierne una gavilla de chorizos envalentonados.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo malo, Pablo, es que a muchos parece que les gusta ser a un tiempo p...de cuartel y ordenanza para todo. Y con tantas tragaderas, siguiendo tu argumentación, seguimos subyugados, imposibilitados para mejorar las condiciones laborales.

      Eliminar
  4. Toda la razón del mundo. Me pasa y es intolerable.Te apoyo."El medico me dijo"Blog

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego intolerable, Raimundo.
      Interesante tu blog, que acabo de ojear. Significativo lo del "éxodo médico"; lo de expulsar talentos parece el leitmotiv de ese país. Y he visto entradas sobre la guitarra y guitarristas... Por cierto, David Russell tiene su residencia por aquí.
      Saludos cordiales

      Eliminar
  5. .
    Hoy estamos con buena parte del personal de vacaciones y eso inevitablemente genera sobrecarga.
    .
    Lo que más me preocupa es ver a los colegas con un humor de perros. Gruñidos en lugar de sonrisas al cruzarnos en el pasillo desde nuestras consultas hacia el servicio de urgencias y regreso.
    .
    Esta mañana con el tiempo que te puede tomar una señora con saturaciones de 80% a 85% u otra señora con descenso de ST en V3, V4 y V5, me ocupé de una consulta de más 50 pacientes entre demanda y fuera de horas.
    Mi decisión en estas circunstancias es tomármelo con enojo o tomármelo, como dice un colega, tranquilito y relajadito.
    Yo opté por esta segunda opción.
    Eso marca mucho mi realidad para cuando salga del trabajo.
    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mantener la calma, amigo Juan, es una sabia postura ya propugnada por Osler ("imperturbabilidad, frialdad y presencia de ánimo"), pero éste no podía adivinar, ni por asomo, las condiciones de trabajo en que nos vemos envueltos en la actualidad los médicos de AP en Hispania. Por eso la serenidad en nuestro ámbito exige un control emocional digno del santo Job.
      De modo que, paciencia, por supuesto, reconociendo que todo tiene un límite (al que ya hemos llegado hace mucho) y que debemos exigir, más que nada por la seguridad del paciente, que la organización en la que estamos inmersos (creo que todos los sanitarios de todas las CCAA de este peculiar país) se modifique. No se puede trabajar con agobio, con la lengua afuera. No es digno ni sensato.

      Eliminar
  6. .
    Hoy estamos con buena parte del personal de vacaciones y eso inevitablemente genera sobrecarga.
    .
    Lo que más me preocupa es ver a los colegas con un humor de perros. Gruñidos en lugar de sonrisas al cruzarnos en el pasillo desde nuestras consultas hacia el servicio de urgencias y regreso.
    .
    Esta mañana con el tiempo que te puede tomar una señora con saturaciones de 80% a 85% u otra señora con descenso de ST en V3, V4 y V5, me ocupé de una consulta de más 50 pacientes entre demanda y fuera de horas.
    Mi decisión en estas circunstancias es tomármelo con enojo o tomármelo, como dice un colega, tranquilito y relajadito.
    Yo opté por esta segunda opción.
    Eso marca mucho mi realidad para cuando salga del trabajo.
    .

    ResponderEliminar