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Paganini (getty images) |
Planteada la hipótesis de que el
violinista y compositor Niccolò Paganini (1782-1840) padeciera un trastorno hereditario del tejido conectivo,
se han propuesto dos posibilidades: un síndrome de Marfan o un síndrome de Ehlers-Danlos. Finalmente parece haber un acuerdo mayoritario en que su evidente “hipermovilidad
articular” fue debida probablemente al subtipo III o hipermóvil de
Ehlers-Danlos. La increíble flexibilidad de sus dedos y muñecas (podía extender
el extremo de su dedo pulgar hasta el dorso de la mano), le permitía a Paganini
deslizarse sobre las cuerdas del violín con pasmosa facilidad. Lejos de sufrir
de este trastorno, con su talento y virtuosismo supo aprovecharse del mismo
para tocar el violín como nadie.
Capricho nº 24 de Paganini
Alexander Markov
Bienvenida la hipermovilidad y el averiado tejido conectivo de mi admirado Paganini. Los genios a veces son " raritos ".
ResponderEliminarEn efecto, Annun. Si no fueran 'raritos' no serían genios. 🙃
Eliminar¡¡¡ Ay Dios !!! Mi admirado Paganini... Viva la rareza de la genialidad.
ResponderEliminar¡Viva la rara genialidad! 🙌🎻
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