Páginas

domingo, 18 de enero de 2015

Plagio melódico en la Red

Internet se ha convertido en gran aliado del plagio

En la comparación de diversos autores con otros, he descubierto que algunos de los escritores más serios y recientes han transcrito, palabra por palabra, trabajos anteriores, sin hacer reconocimiento.

Hace un tiempo descubrí, con gran sorpresa, que un artículo musical editado en la revista electrónica de música clásica Sinfonía Virtual, firmado por un profesor superior de un instrumento musical con fecha de octubre de 2011 y con el título GRANDEZAS Y DESEQUILIBRIOS DE ALGUNOS GRANDES COMPOSITORES, era un descarado plagio de otro artículo de mi autoría, editado en 2007 en la revista electrónica Filomúsica con el título PERTURBACIONES Y FANTASMAS DE LOS GRANDES COMPOSITORES (Número 83º - Abril, mayo y junio 2.007). Sin haberse cedido ningún derecho, no hacía referencia alguna a la auténtica autoría y hasta la bibliografía era una selección de la que yo había revisado. El mismo artículo también había sido editado en este blog en capítulos, en una serie de entradas con el título GRANDES COMPOSITORES Y DESEQUILIBRIO EMOCIONAL. Me puse en contacto con el director de Sinfonía Virtual, haciéndole saber mi extrañeza y malestar, suponiendo que desconocía este hecho que atenta contra la ética y la legalidad, a fin de que obrase en consecuencia, y hechas las comprobaciones oportunas acabó retirándolo.

[composer+at+work.jpg]

Recientemente me ha pasado algo parecido. Navegando por la Red me he encontrado otro artículo musical, sobre la naturaleza en la música (*), editado en formato pdf, firmado por un profesor de música y con fecha de febrero de 2010, que contiene partes pertenecientes a mi artículo MÚSICA Y NATURALEZA, que había sido publicado igualmente en 2007 en la revista Filomúsica (Nº 85, Octubre 2007), y a su vez en capítulos y con el mismo título en este blog, sin hacerse ninguna referencia a la fuente. Le escribí un email al firmante del artículo y se disculpó, manifestando su desconocimiento de la difusión por la Red y comprometiéndose a comunicárselo al responsable de la publicación para que hiciese constar la referencia. Estoy a la espera de que así se haga (*).

(*) A mediados de abril, como sigue tal cual, lo enlazo AQUÍ. Y al plagiador (José Ramón Tapia Merino, profesor de música) AQUÍ.

Cataratas guaraníes - Iguazú

Y buscando información referente al plagio, he hallado el interesante artículo “Ética y legalidad en el uso de contenidos en la red”, de José al respecto Rafael Fariñas, que al respecto dice lo siguiente:
“Mención final merece la conducta del plagio, o sea  atribuirse en la red la paternidad sobre obras u otros contenidos ajenos. Es usual que ello ocurra en entradas de blogs, artículos en páginas web, frases o citas en el muro de Facebook, contenidos de tuits, etc. Estos casos, además de ser un delito, constituyen actos  reprochables éticamente hablando que  perjudican al verdadero autor o titular de tales contenidos, y defraudan al público. A estos últimos al hacerles ver que una determinada obra está asociada a una persona y no a otra, con lo cual  se produce una sustitución dolosa de paternidad de la cual se saca provecho.”

Pili y Mili: Como dos gotas de agua
[Vídeo post. por eliminación del previo]

2 comentarios:

  1. Lo que tú dices, Pepe: menudo instrumento para el plagio es internet. Por cierto, recuerdo los dos artículos y eran buenísimos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y lo peor, Pablo, es cuando compruebas que quienes plagian son individuos envueltos por un halo de intelectualidad o que actúan como educadores. Cuesta decirlo, pero no te puedes fiar de nadie. Triste, muy triste...

      Eliminar