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lunes, 7 de noviembre de 2016

Dijo el paciente


Lo que dicen los pacientes ha de ser tenido en cuenta por el médico para orientarse hacia el diagnóstico, favorecer el vínculo comunicativo, prevenirse o aprender.

Hoy traemos unas cuantas frases puestas en boca de diferentes pacientes, atendiendo al hastag #dijoelpaciente, propuesto en la correspondiente cuenta de Twitter (@dijoelpaciente) con una leyenda y un símbolo emocional: Cosas que se oyen en una consulta de medicina de familia... Con una sonrisa :)”. Es una selección de nuestra personal aportación, entre el dolor, la insolencia, el desconcierto, la inseguridad, la simpatía, la tristeza y el agradecimiento. Son expresiones que nacen de los estados de ánimo y de las emociones humanas.
“Mi dolor es insufrible; no como el de mi marido, que es exagerado.” 
“La Aspirina [Ácido acetilsalicílico] casi no me alivia el dolor, pero el Ácido acetilsalicílico me deja en la gloria.” 
“A mí sólo me calman el lumbago las inyecciones de vitamina B… ¿Que ahora no las da el seguro? Deme entonces las pastillas.” [Típica petición al médico: “¡Deme una buenas inyecciones!”]
“Soy testigo de El De Arriba, y le digo que mientras el mundo no crea habrá dolor… ¡Ay!, deme algo para aliviar el reuma."
“Es un dolor que me come por dentro, doctor. Me come y me come... Y sin embargo, ¡ya ve lo gorda que estoy!”
“En realidad no me pasa nada, doctor, pero necesito un justificante porque hoy no fui a trabajar.” 
“Pídame estos análisis para llevarle los resultados a este médico de pago.
“Quiero que me certifique que no puedo usar el cinturón de seguridad... Es para que me quiten una multa de tráfico.”
“Mi médico es de la puerta de al lado, pero como a usted no le veo pacientes… Total solo es para unas recetitas.”
“Vengo sin cita, porque lo mío no puede esperar como lo de los demás.”
“Usted me recetó cápsulas duras y he vuelto para que me las de blandas. Sino me voy a urgencias…” 
“En la farmacia me dijeron que el antibiótico (Fosfomicina) que me recetó el urólogo es para mujeres. ¡Y yo soy un hombre!”
“¡Cómo me alivia, doctor! –mientras se le administraba un analgésico intramuscular–. Tiene usted mano de santo.”
“Deme un volante urgente por este dolor de vientre que tengo desde hace años.”
“Una pregunta: ¿me puedo hacer un tatuaje en la parte baja de la espalda? Es por si un día me tienen que pinchar ahí.”
“Me salió una mancha, me duele un dedo, me pica una pierna, me zumban los oídos, no veo bien, no duermo… y quería recetas.”
“Estos sobres [de Ibuprofeno] que me dio un sobrino me fueron muy bien para la tos. ¡Es que valen para todo!”
“Doctor, dicen que usted se va a marchar del pueblo… Entonces, ¿quién me va a hacer el certificado de defunción?" 
“No se vaya, doctor, que si no me muero. Por favor, ¡no se jubile! 
¿Y un vasito de vino con las comidas, doctor?... ¡Muchas gracias!, lo beberé a su salud." 
“De paciente a médico solo puedo decir que hago esfuerzos para no desequilibrarme con esta enfermedad rara que me tocó.”
“Doctor, las recomendaciones que usted me dio me fueron de maravilla, mejor que ninguna medicina.”
(Sin teléfono) “Le estoy muy agradecida por venir aquel día a mi casa y aconsejarme acudir al hospital. Me salvó la vida.”
“No me importa ir a diálisis tres veces por semana. Debo dar gracias por estar con vida.” 
Gracias por escucharme, doctor. Es lo único que necesitaba.
Por cierto, hay una página relacionada en Facebook, con el título de Me lo dijo un Paciente, de la cual tomamos la imágenes que ilustran esta entrada. 

Y ya que estamos en la estación más colorida, valga el "otoño" de Vivaldi como ilustración sonora de esta coloreada entrada.

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