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sábado, 18 de noviembre de 2017

El mar como sonoro protagonista


Dos poemas de Goethe, «mar en calma» y «viaje feliz», inspiraron a Beethoven para componer la cantata Mar en calma y viaje feliz (1815), y posteriormente a Félix Mendelssohn una obertura de concierto (1828) con el mismo título. Traemos la primera y dejamos el enlace a una interpretación de la segunda AQUÍ.


Félix Mendelssohn también halló inspiración en una visita a Escocia para componer la obertura Las Hébridas o La gruta de Fingal (1830), la impresión sonora de su viaje a ese archipiélago y en particular a una famosa gruta o cueva marina en la isla de Staffa. 



La devoción marina impulsó a Claude Debussy a componer tres esbozos sinfónicos: "Del amanecer al mediodía en el mar", "Juego de las olas" y "Diálogo del viento y el mar", recogidos bajo el título genérico y sin ambages de El Mar (La Mer, 1905), en el que el maestro del impresionismo musical dibuja un tríptico lírico, colorista y épico. Traemos el movimiento final, y quien dese buenas interpretaciones de la obra completa AQUÍAQUÍ.


Del mismo compositor podríamos añadir Sirenas (Sirènes), tercera escena del tríptico sinfónico Nocturnos (Nocturnes, 1897). Una interpretación AQUÍ.

Tampoco obvió el finlandés Jean Sibelius la fascinación oceánica, recogiendo el misterio de las profundidades en un poema sinfónico basado en la mitología griega y no menos inspirado que el del francés: Las Oceánides (1914).


De Sibelius también podríamos añadir la música incidental La tempestad (1926), inspirada en el drama de Shakespeare. Enlazamos una interpretación AQUÍ.

En otro plano, Edward Elgar compuso Cuadros marinos (Sea Pictures, 1899), para contralto y orquesta, ciclo de cinco canciones sobre poemas de su esposa Alice. Traemos una de ellas: "Sabbath Morning". Y tenemos una interpretación del ciclo completo AQUÍ.


Y la primera sinfonía de Ralph Vaughan Williams, para soprano, barítono, coro y orquesta, con textos de Walt Whitman, lleva por algo el subtítulo de Sinfonía del Mar (A Sea Symphony, 1909), cuyos movimientos tienen además títulos marinos y náuticos. A una interpretación de esta extensa obra dejo un enlace AQUÍ.

Por otra parte, no podemos olvidar las canciones marinas, entre las cuales nos parecen de interés las Canciones del mar (Songs of the Sea, 1902), de Charles Villiers Stanford: I. Drake's Drum II. Outward Bound III. Devon, O Devon, In Wind and Rain IV. Homeward Bound V. The Old Superb (La I, "El tambor de Drake", con subtítulos AQUÍ.)


Para finalizar este recorrido marítimo, valgan los «Cuatro interludios marinos» de la ópera Peter Grimes (1945) de Benjamin Britten, que suelen interpretarse separadamente como suite orquestal, y que llevan por títulos: I-Amanecer (Dawn), II-Domingo por la mañana (Sunday Morning), III-Luz de la luna (Moonlight), IV-Tormenta (Storm).



(Una interpretación en vivo AQUÍ)

Todas las obras referidas son grandes composiciones importantes que tienen al mar como sonoro protagonista, evocado por la orquesta y por la voz humana.
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Esta entrada es complementaria a nuestra colaboración radiofónica "Los arpegios del mar":
Música y Naturaleza: Colaboración Radio Clásica (2)

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