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sábado, 7 de noviembre de 2020

Para la isla desierta: Música para piano de Debussy


Hay que escuchar el viento, que narra la historia del mundo.
 Claude Debussy

Cuando hablamos de impresionismo musical, Claude Debussy (1862-1918) se nos presenta como el autor impresionista por antonomasia; sin olvidar, por supuesto, a su compatriota Maurice Ravel (1875-1937). La originalidad de su música, innovadora en su momento, se caracteriza por una escritura no lineal (como una sucesión de impresiones), de algún modo «brumosa», de tempo más libre, cambiante e impredecible, con especial atención al timbre y el empleo de escalas orientales. No sabemos si esto define la música impresionista, pero el propio compositor mantenía al respecto una actitud en cierto modo escéptico. 
No existe una teoría. Sólo tienes que escuchar. El placer es la ley. Me gusta la música con pasión. Y porque me gusta trato de liberarla de las tradiciones estériles que la ahogan. Es un arte libre que brota —un arte al aire libre, sin límites, como los elementos, el viento, el cielo, el mar—. En ningún caso debe ser cerrado y convertido en un arte académico
El poder nos produce ensoñaciones y es capaz de evocarnos elementos naturales. El amor del compositor por la naturaleza se extendía al agua, la nieve, la niebla, las nubes, los peces, la lluvia y, sobre todo, al mar. Y es precisamente El mar (La mer, 1905) la cumbre de su sinfonismo, sin despreciar otras obras orquestales (Preludio a la siesta de un fauno, Imágenes para orquesta —incluye "Iberia"—, Nocturnos). Son tres esbozos sinfónicos, como Debussy calificó la obra, con estos títulos: I-«Del amanecer al mediodía en el mar», II-«Juego de las olas» y III-«Diálogo del viento y el mar». Para algunos es una auténtica sinfonía en tres movimientos. En definitiva, un fascinante tríptico lírico, colorista y épico, que podemos disfrutar AQUÍ. Pero de las composiciones de Debussy no hay que olvidar su ópera Peleas y Melisande, su Cuarteto de cuerda ni, sobre todo, su maravillosa música para piano: Estampes, Images, Preludes, Suite bergamasque (con su famoso "Claro de luna"), etc. Y es su música para piano la que nos llevaríamos a la isla desierta. 

Fuente: El País

Apunte médico-melódico (Patobiografía de Debussy).- Según leemos en una biografía, nuestro músico sufrió desde 1908 síntomas debidos a un cáncer gástrico, diagnosticado en 1915, tras agravarse su cuadro clínico, coincidente con un estado depresivo relacionado con la guerra (I Guerra Mundial), por lo que fue intervenido quirúrgicamente ese mismo año y operado por segunda vez en 1917, pero acabaría falleciendo al año siguiente, a los 56 años. Sin embargo, en algún artículo sobre el compositor se habla de una enfermedad pulmonar como causa de su final.

Y ahora disfrutemos de la fascinante música para piano de Debussy, que nos envuelve y nos atrapa de tal manera que nos cuesta abandonarla. ¡Disfrútenla!


Suite Bergamasque, Claudio Arrau

Piano Debussy, Walter Gieseking

Piano Debussy, Monique Haas
***
La música es la aritmética de los sonidos.
La música es un misterioso proceso matemático cuyos elementos forman parte del Infinito... No hay nada más musical que un atardecer. Quien siente lo que ve no encontrará ejemplo más hermoso de desarrollo en ese libro que, por desgracia, los músicos leen muy poco: el libro de la Naturaleza. 

Sobre Claude Debussy
...alguien acostumbrado a vivir entre sueños y fantasmas.
Enemigo de la tradición germana y austríaca, Claude Debussy renovó la música del siglo XX apostando al color, a las atmósferas y al placer de las sonoridades nuevas.
Música de Debussy
Debussy y la literatura/poesía
Debussy y la literatura [Radio Clásica]

Música para piano de Debussy vs Ravel [Comentario de melómano]
En la imaginación popular, Debussy y Ravel suelen ser echados en el mismo saco estilístico 'impresionistas', aunque son bien distintos. Debussy hace una música llena de misterios, impresiones, colores, aromas y calidez romántica; Ravel enfatiza la precisión (relojera), la disciplina, la expresión reservada y un acabado diamantino. De los dos, el más agradecido por los pianistas es Debussy (es decir, es más pianístico), mientras que en Ravel todo es más complicado (las manos se entrecruzan con frecuencia).

En fin, sonoridades etéreas, envolventes, mágicas, incomparables, detrás de las cuales están Mozart, Beethoven, Chopin, Schumann, Grieg...

Debussy (1884), Marcel Baschet

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