PROEMIO MÉDICO
En mil novecientos noventa y dos
—trágico año en lo personal—
comencé a componer mis versos médicos,
junto a otros de temática diversa,
que ahora he decidido compilar
sin orden cronológico. Suponen
la irregular condensación de una andadura
iniciada por un impulso inexplicable.
Sentimientos e ideas, que se iban agolpando
en los momentos inspirados, quise
atraparlos de alguna forma en estructuras
literarias con pretensión de poemas.
Algunos han sido pulidos, cercenados
o ampliados, con la visión distante
que censura o se siente insatisfecha.
Reflejo aquí mi mundo y el de otros,
pretendiendo atrapar la esencia
de esta ciencia humildísima e insuficiente
—adjetivos de don Gregorio Marañón—,
de esta ciencia inexacta donde dos
y dos son cinco, o tal vez tres,
que tiene un componente de arte
sin el cual no es posible alcanzar
el objetivo deseado de «curar a veces,
aliviar a menudo y consolar siempre»
—aforismo atribuido a muchos
que con seguridad ya pertenece a todos—.
Y las críticas destiladas que hay en ellos
apuntan a la sanidad hispana,
la que conozco y siento con ambivalencia.
Muchísimos ejemplos de recomendaciones
médicas variables, o de afirmaciones
y negaciones alternantes, realzan
el viejo dicho: donde dije digo,
digo Diego. Indican las contradicciones
en la que estamos siempre inmersos
y la necesidad de apelar a la humildad,
a la modestia que Osler propugnaba,
sabiendo lo inexacto del campo de salud.
Con el arte hipocrático hay riesgo de pasarse
o de quedarse corto. Nada es inmutable
y siempre estamos aprendiendo. Somos
continuos aprendices en un mundo
cambiante, y nuevos retos llaman a
la colaboración sin egoísmos.
Representa la vara de Esculapio
el elevado oficio de curar y mitigar;
la misión de la Medicina
es aliviar el sufrimiento y allanar
el doloroso viaje
hacia la última morada
—palabras de Petr Skrabanek—, sin dejar
de combatir enfermedades
y evitar si es posible la muerte adelantada.
Compartimos el humanista pensamiento
y esperamos que nuestros cantos médicos,
nacidos de la más humana de las ciencias,
sirvan de amena compañía
para aligerar
el camino
de enfermos reales y potenciales.
[Preludio a poemario médico Carmina medicinae o Cantos de la medicina.]
***
Siempre ha de acompañarnos la eterna poesía inacabable...
¿Qué es Poesía?
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