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viernes, 1 de enero de 2021

Alalá


Ay-la-la-la-ay-la-la-la,
ay-la-la-la-ay-la-la-la.

Cuando nace la mañana 
yo sólo pienso en tus besos.
Cuando canta la calandria
mi alma se funde en tu cuerpo.

La alegría hoy me espera
en los brazos del deseo.
Los placeres de la vida
en tu mirar los encuentro.

Ay-la-la-la-ay-la-la-la,
ay-la-la-la-ay-la-la-la.

[Canción, 5 sep. 2020]

***
El alalá es el canto más representativos de la identidad y el alma gallegas. Gracias al estudio de especialistas de la talla de Carlos Sampedro Folgar (compilador del Cancionero más importante de música gallega) o Santiago Tafall Abad (canónigo-musicólogo compostelano) se sabe que los cantos gregorianos son un antecedente de los alalás, ya que muestran influencias y existe una clara relación entre estos y las diferentes formas de esta música sacra. A medida que han pasado los siglos, se han añadido a los alalás acompañamientos musicales a base de gaitas, zanfonas o pandeiros. Con o sin estos instrumentos, los alalás son cantos arrítmicos en los que el vocal se expresa en un determinado momento, con improvisaciones, variantes o adornos vocales. Su estribillo suele ser onomatopéyico y cuenta con el vocablo “alalá”. Los alalás deben estar compuestos por textos en versos octosílabos rimando en cuarteto y no deben contener burlas ni palabras malsonantes. Esta música en gallego debe ser seria y respetuosa. De hecho, por norma general, estas canciones hacen referencia a la vida en el campo, al lamento de un emigrante, además de servir como nanas de cuna, pero, por encima de todo, a la expresión de la saudade tan característica del alma gallega. [Un ejemplo: Alalá das mariñas.]

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