Cuando no existía el Ibuprofeno, la sociedad era mucho menos neurótica.
Ib Profen
A continuación vamos a referir algunas consideraciones en torno al ibuprofeno, el antiinflamatorio más consumido. Rescatadas del pasado, y acompañadas de dramatizaciones, bien pueden valer para otros fármacos:
1. El ibuprofeno, bien usado, es un útil antinflamatorio (de acción analgésica y antipirética); sin control, puede ser un medicamento con importantes efectos secundarios (*), sobre todo si se toma de manera continuada.
Valga la siguiente información sensata («Dosificación de AINE y paracetamol: cuanto más… ¡peor!) de una farmacéutica:
La cantidad diaria recomendada de ibuprofeno es de 1.200 mg, pues no se asocia con un incremento del riesgo aterotrombótico. Esta cantidad se alcanza al prescribir 400 mg cada 8 horas. Si empleamos la dosis de 600 mg, es probable que acabemos pautándola también cada 8 horas —en lugar de cada 12 horas— para evitar periodos temporales sin eficacia analgésica, lo que supondría administrar 1.800 mg diarios.
(*) Potenciales efectos secundarios graves: hemorragia digestiva, trombosis (riesgo cardiovascular), nefropatía (insuficiencia renal). [v. Ficha técnica de Ibuprofeno, Información para pacientes–MedlinePlus]
2. Consultas médicas telefónicas:
—¿En qué puedo ayudarle?
—Quiero que me haga una receta de ibuprofeno 600. En la farmacia no me los dan si receta... ¡Ah!, y que sea caja grande.
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—Quiero Ibuprofeno 600.
—Yo le aconsejo...
—Dame lo que te pido.
—¿?
¿Cuántas consultas médicas telefónicas se le están generando al médico de familia para que prescriba Ibuprofeno 600? Tener que perder el tiempo en menesteres como éste, que incluso genera conflictos, nos señala un error de gestión sanitaria.
3. Entrevista clínica:
—...
—Tengo insuficiencia renal y debo ir a diálisis.
—¿Y cuál es el motivo?
—Tomaba mucho ibuprofeno.
4. Petición a farmacéutico:
—Quería una caja de Ibuprofeno 600.
—Quería una caja de Ibuprofeno 600.
—No puede usted coger Ibuprofeno 600 sin receta médica, por su seguridad. Pero sí Ibuprofeno 400. Que luego tome un comprimido y medio, o dos comprimidos juntos si quiere, ya es cosa suya. Aunque no se lo aconsejo.
La razón de la sinrazón... Si se desfinanciara la presentación de 600 mg., por innecesaria o inconveniente, ya no se daría receta pública; habría que recurrir a la vía privada o, lo más sensato, se dejaría de comercializar y proveer. No hay que olvidar que la seguridad del paciente debe ser lo primero. Por otra parte, un sistema sanitario que financia el Ibuprofeno con sabor a cola y desatiende la salud dental (que no financia ni parte de una limpieza) es para reconsiderarlo.
Sinfonía Dante: II. Purgatorio, F. Liszt
Especialmente interesante el tema que planteas amigo José.
ResponderEliminarLa verdad es que resulta chocante y escandaloso constatar como cada vez se utilizan dosis más elevadas de medicamentos sintomáticos, hasta llegar a hacerlos potencialmente nefrotóxicos o hepatoxicos (por ejemplo paracetamol 1gr, habiendo ancianos que toman 3 al día)
Mientras que los medicamentos de enfoque etiológico, cada vez se utilizan a dosis menores (p.e. la amoxicilina 500 mg., ahora se propone en algunos protocolos 1/12H)
Tal vez la respuesta estaría en lo que sugiere Joan Ramon Laporte en su libro “Crónica de una sociedad intoxicada”.
Un humanístico abrazo
Exacto, querido Juan. Una sociedad intoxicada, cuya intoxicación es promovida. Antiinflamatorios, opioides, antibióticos... mal utilizados y a dosis excesivas, superiores a las normales y sin que salten alarmas. Se mezcla el interés, la temeridad, la ignorancia y la desidia para favorecer una intoxicación que se debería evitar. Pero como la prevención es despreciada, en todos los ámbitos, se centra todo en el tratamiento –mayormente paliativo– de los efectos adversos.
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