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martes, 29 de enero de 2013

Exceso de intervenciones médicas

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La obsesión por la salud nos conduce a una sociedad de enfermos.

La obsesión preventiva equivale al término salutismo (HealthismHealthism and the medicalization of everyday life, Robert Crawford, 1980): “la preocupación por la salud personal como principal objetivo para lograr el bienestar”. Y esta preocupación excesiva conduce a un exceso sanitario.

El exceso de intervenciones médicas se deriva de falsas expectativas, obsesión por las cifras biométricas y tremendismo de los usuarios. Si bien es cierto que por una mala información, un estímulo de la prevención y contradicciones médicas, que acarrean desconcierto y exigencias desmedidas de los profanos. De esto último se me ocurre el ejemplo de las revisiones ginecológicas, que en mi área han pasado de hacerse anualmente a ninguna. 

Sabido es que los chequeos no mejoran la mortalidad ni la morbilidad, es más, son mayores los perjuicios que los beneficios. De mala información (comunicación médico-paciente) y excesiva prevención tenemos ejemplos en el sector público, por un extremo celo bienintencionado que se vuelve contraproducente, y en el privado, cuando la salud se convierte en objeto de consumo y, por lo tanto, de negocio.

Por otro lado se niega todo tipo de sufrimiento, algo consustancial al ser humano, sin el cual no se puede comprender el goce; no hay verano sin invierno, ni calor sin frío. Tómese con reservas, claro; si duele una muela está justificado un analgésico, pero un leve y efímero picor en el brazo no precisa tratamiento. Pero lo aconsejable es no ir más allá de lo razonable ni de lo humanamente posible.

Sobre esta cuestión de intervenciones médicas innecesarias (peligrosas y costosas), tratan Juan Gérvas y Mercedes Pérez en el libro “Sano y Salvo”. Hablan de la relación entre salud, felicidad y medicina. Hemos avanzado mucho tecnológicamente, pero poco en bienestar; hemos mejorado enormemente la expectativa de vida, pero nos hemos anclado en la inseguridad y nos amargamos pretendiendo preservar la salud. Una paradoja social. Por ello, esta pareja de médicos nos propone ser alegres y felices, y para ello no tener demasiadas expectativas. Si todo exceso es malo, también lo  es la "medicina excesiva"; y no olvidemos que ésta entraña un problema de salud pública.


Más información y vídeos AQUÍ (La consulta del doctor Casado)

Entrevista al doctor Juan Gérvas
[Vídeo post. por eliminación del previo sobre el exceso de intervenciones médicas]


ANEXO: AFORISMOS SOBRE EXCESO Y MODERACIÓN
  • El exceso es el veneno de la razón. (Quevedo) 
  • Todos los excesos hacen breve la edad y penosa la vejez. (Marcial) 
  • Todo exceso es una locura, y tan insensato es exagerar en el comer y beber como en el dolor y la alegría. (Mika Waltari)
  • Dos excesos: excluir la razón, y no admitir más que la razón. (Pascal) 
  • El exceso de conocimientos, como la sed de riquezas, aumenta cuanto más se tiene. (Laurence Sterne
  • El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad. (Sa'di
  • Hasta en el exceso existe una moderación. (Benjamin Disraeli) 
  • Por exceso de sabiduría el sabio se vuelve tonto. (R. W. Emerson) 
  • Sólo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud. (La Bruyère)
Moderación, moderado
  • La moderación es el tesoro del prudente. (Voltaire) 
  • La moderación es el estado del alma que es dueña de si misma. (Marqués de Vauvenargues
  • La moderación es la virtud del sabio. (Leandro Fernández de Moratín) 
  • La serena razón huye de todo extremismo y anhela la prudencia moderada. (Molière) 
  • Templanza es moderación en el uso de lo bueno y abstinencia total de lo malo. (Frances Willard)
  • Eutrapelia: virtud que modera el exceso de diversiones.
  • Zeus concede el triunfo a los moderados. (Esquilo) 
  • Los gobiernos moderados son duraderos. (Séneca) 
  • Sea moderado tu sueño; que el que no madruga con el sol, no goza del día… (Cervantes) 

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