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jueves, 23 de enero de 2014

Relación entre médicos y familiares de pacientes


Leyendo la entrada "Cuáles son los límites de la relación entre los médicos y los familiares de los pacientes", del blog Tribulaciones de un cirujano, se me ocurrió el siguiente comentario:

Frente a la pérdida de la posición paternalista del galeno y el progresivo empoderamiento del usuario (en el marco de la complejidad de las relaciones humanas), los mensajes chocan cada vez con más obstáculos receptores, supongo que por el cambio social general y las interesada creación de falsas expectativas. Y hay un porcentaje de familiares de pacientes, afortunadamente pequeño (si bien mayor que antaño), que nunca estarán conformes con nada que se les proponga o se les brinde, ni con las explicaciones que se les den ni con los cuidados que se les aporten, aunque provengan del más hábil y sensible comunicador. Aun así, no hay que verlos como enemigos, sino como víctimas sufrientes, a quienes les duele el familiar enfermo y, tal vez, les supere el mundo en que vivimos. Por supuesto, el profesional de la medicina también sufre la adversidad de sentir que su esfuerzo es incomprendido (nadie se ve libre de la incomprensión de los familiares). Además de capacidad técnica, ha de disponer de habilidades comunicadoras, pero no se le pueden exigir medidas heroicas ni ilimitada capacidad para deglutir sapos y culebras. He presenciado enfrentamientos con sanitarios extremadamente comprensivos, cordialísimos, pacientísimos, rayando en la santidad. En estos casos de violencia, mayormente verbal, en los que se hace imposible todo razonamiento, no cabe más que aplicar la “tolerancia cero”, al estilo del NHS, y avisar a las fuerzas de seguridad. Del mismo modo que hay médicos y pacientes difíciles, también existen familiares difícilesSeguramente no hay demasiados estudios respecto a esta cuestión, que habrá que enmarcar en el campo de la sociología médica.

Es de suma importancia la capacidad de empatizar de los galenos, con los pacientes y sus familiares. Pero como errar es humano, a veces hay confusiones entre médicos y familiares de pacientes que llevan a malentendidos...

2 comentarios:

  1. Muy buen post, pocas veces se habla de la relación médico-familiares y forma parte de nuestro trabajo (aunque no nos guste).

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    1. ¡Ay!, a veces la comunicación es una verdadera carrera de obstáculos, no siendo fácil hacerse entender sin algún tropiezo. Y por si fuera poco tener que comunicarse acertadamente con el interesado, hemos de conseguirlo igualmente con sus allegados. Supone un reto inherente a nuestra labor y un esfuerzo añadido.
      Gracias por tu comentario, María José.

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