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jueves, 11 de junio de 2015

¿Quién le pone el cascabel al ga(s)to farmacéutico?


Cuando uno lee la última noticia sobre el Foro Iberoamericano de Entidades Médicas (FIEM) referida a la política de medicamentos, con recomendaciones que supuestamente se les envían a los responsables de la política sanitaria (que incluye la de farmacia), no deja de quedarse perplejo por lo que tanto se repite, una y otra vez, sin que se resuelva el problema de fondo ni se ataje lo que se ha convertido en una espiral de consumo que parece imparable. 

Consecuencias de la medicalización
(Pinchar imagen para ampliarla)

Si la medicalización de la vida conlleva la masificación de las consultas y ésta a la frustración de los profesionales, que comprueban la merma progresiva de la calidad asistencial, no es menos cierto -y tanto o más importante- que la secuencia de inconvenientes redunda en perjuicio de los pacientes y, por encima, es generadora de gasto sanitario creciente e inútil. Pero ¿quién frena esta cadena de despropósitos? ¿Quién le pone el cascabel al ga(s)to farmacéutico?

Y como esta entrada es la 1001, y pienso en una lámpara maravillosa que cumpla nuestros deseos, me remonto a las otras tantas noches de la mano de la cuentacuentos Scheherezade y el mago orquestal Rimsky...

Scheherzade, suite de Rimsky-Korsakov - IV movimiento
Fiesta en Bagdad. El barco de Simbad naufraga al precipitarse contra un acantilado

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Prescripción según variables subrogadas: más terapia farmacológica
A menudo se aconseja a los médicos que fundamenten su prescripción en datos de variables subrogadas. Esto es muy habitual en la terapéutica basada en Guías para enfermedades crónicas como la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. La FDA define una variable subrogada como “una medida de laboratorio o signo físico que se usa en ensayos terapéuticos como sustituto de una variable clínicamente significativa que es una medida directa sobre lo que siente un paciente, sus funciones o su supervivencia y que se espera que prediga el efecto de la terapia. Algunas variables subrogadas comunes: la glucohemoglobina (HbA1c) para la diabetes mellitus, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y la presión arterial para la enfermedad cardiovascular, y la densidad mineral ósea (DMO) para la osteoporosis.

Los objetivos subrogados pueden conducir a un mal uso de los escasos recursos sanitarios si la decisión de iniciar un tratamiento se fundamenta en un valor “umbral” sin evidencia clínica.

GASTO FARMACÉUTICO: REFLEXIÓN FINAL
El gasto farmacéutico crece en una espiral imparable. Da igual “medicamentazo”, genéricos o copago. Va con nuestra forma de vida, con el estilo consumista que nos han impuesto. Y con los intereses creados...

2 comentarios:

  1. Muy importante lo que dices. Cierto es que venimos de lo que venimos: consultorios convertidos en colas de peticionarios de recetas, muchas de ellas, antojos.
    Caso ocurrido aqui: a mi suegra le han retirado la mayor parte de la medicación. Bien por la doctora : a su edad los específicos hacen mas daño que bien. Y lo pone en el folleto. Su doctor en Santurce sólo sumaba medicación, de restar, nada. ¡¡ A ver quien es el guapo que le quita esas prescripciones !!.
    Una pena.
    Hay quien llama a eso y otros malos modos, "medicina defensiva". La pregunta es ¿ contra quién ?
    Un abrazo.

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    1. No siempre es fácil retirar medicación o "deprescribir", Martin; sobre todo cuando se trata de prescripciones ajenas. Hay resistencias a la deprescripción por diversos motivos: desconocimiento o miedo del paciente (los medios condicionan mucho), empoderamiento mal entendido, pérdida de la autoridad de Esculapio, temor del potencial deprescriptor (en este caso actitud defensiva: ¿y si hay un empeoramiento casual con la retirada?).
      En fin, retirar fármacos innecesarios o inconvenientes puede costar Dios y ayuda, pero es necesario intentarlo.
      Gracias por opinar y un abrazo.

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