Si la medicalización de la vida conlleva la masificación de las consultas y ésta a la frustración de los profesionales, que comprueban la merma progresiva de la calidad asistencial, no es menos cierto -y tanto o más importante- que la secuencia de inconvenientes redunda en perjuicio de los pacientes y, por encima, es generadora de gasto sanitario creciente e inútil. Pero ¿quién frena esta cadena de despropósitos? ¿Quién le pone el cascabel al ga(s)to farmacéutico?
Y como esta entrada es la 1001, y pienso en una lámpara maravillosa que cumpla nuestros deseos, me remonto a las otras tantas noches de la mano de la cuentacuentos Scheherezade y el mago orquestal Rimsky...
Scheherzade, suite de Rimsky-Korsakov - IV movimiento
Fiesta en Bagdad. El barco de Simbad naufraga al precipitarse contra un acantilado
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Prescripción según variables subrogadas: más terapia farmacológica
A menudo se aconseja a los médicos que fundamenten su prescripción en datos de variables subrogadas. Esto es muy habitual en la terapéutica basada en Guías para enfermedades crónicas como la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad cardiovascular. La FDA define una variable subrogada como “una medida de laboratorio o signo físico que se usa en ensayos terapéuticos como sustituto de una variable clínicamente significativa que es una medida directa sobre lo que siente un paciente, sus funciones o su supervivencia y que se espera que prediga el efecto de la terapia. Algunas variables subrogadas comunes: la glucohemoglobina (HbA1c) para la diabetes mellitus, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (c-LDL) y la presión arterial para la enfermedad cardiovascular, y la densidad mineral ósea (DMO) para la osteoporosis.
Los objetivos subrogados pueden conducir a un mal uso de los escasos recursos sanitarios si la decisión de iniciar un tratamiento se fundamenta en un valor “umbral” sin evidencia clínica.
GASTO FARMACÉUTICO: REFLEXIÓN FINAL
El gasto farmacéutico crece en una espiral imparable. Da igual “medicamentazo”, genéricos o copago. Va con nuestra forma de vida, con el estilo consumista que nos han impuesto. Y con los intereses creados...
Muy importante lo que dices. Cierto es que venimos de lo que venimos: consultorios convertidos en colas de peticionarios de recetas, muchas de ellas, antojos.
ResponderEliminarCaso ocurrido aqui: a mi suegra le han retirado la mayor parte de la medicación. Bien por la doctora : a su edad los específicos hacen mas daño que bien. Y lo pone en el folleto. Su doctor en Santurce sólo sumaba medicación, de restar, nada. ¡¡ A ver quien es el guapo que le quita esas prescripciones !!.
Una pena.
Hay quien llama a eso y otros malos modos, "medicina defensiva". La pregunta es ¿ contra quién ?
Un abrazo.
No siempre es fácil retirar medicación o "deprescribir", Martin; sobre todo cuando se trata de prescripciones ajenas. Hay resistencias a la deprescripción por diversos motivos: desconocimiento o miedo del paciente (los medios condicionan mucho), empoderamiento mal entendido, pérdida de la autoridad de Esculapio, temor del potencial deprescriptor (en este caso actitud defensiva: ¿y si hay un empeoramiento casual con la retirada?).
EliminarEn fin, retirar fármacos innecesarios o inconvenientes puede costar Dios y ayuda, pero es necesario intentarlo.
Gracias por opinar y un abrazo.