Imagen OMS |
La Agenda 2030 («Plan para lograr un futuro mejor y más sostenible para todos») establecida por la Asamblea General de Naciones Unidas (AG-ONU) en 2015, nos recuerda aquel otro objetivo «Salud para todos en el año 2000», proyectado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y ya sabemos de su incumplimiento.
«Salud para todos en el año 2000» es el lema que salió de la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud de Alma Ata, en Kazajistán (entonces integrante de la URSS), del 6 al 12 de septiembre de 1978. Una conferencia sobre política de salud Internacional organizada por la OMS/OPS y UNICEF, cuyas intenciones se expresaron en la Declaración de Alma Ata, subrayando la importancia de la atención primaria de salud.
Leemos lo que se decía en 2003 (Alma-Ata: 25 años después) desde la Organización Panamericana de la Salud (OPS):
"Salud para todos en el año 2000" fue una meta valiente y ambiciosa. Pero incluso aquellos que la concibieron en 1978 no comprendieron por completo su significado. No debe extrañar, entonces, que 25 años después, todavía estemos trabajando por ese sueño.
¿Por qué fracasó Alma Ata? En 2018, 40 años después de su proclamación y rebasando en 18 la fecha señalada como decisiva, se apuntaba:
Alma Ata fue demasiado ambicioso y atrevido para la época, y confrontaba de lleno con intereses políticos que pretendían mantener el statu quo existente entonces. Y, por ello, su desarrollo no pudo alcanzar las metas que tenía planteadas.
En 2022 lo vemos como una declaración de intenciones demasiado optimista (o demasiado ambiciosa y atrevida, como se ha dicho), utópica en el corto plazo y casi un imposible en un mundo diverso y complicado, social, política y económicamente. Tanto como la Agenda 2030, «Objetivos de Desarrollo Sostenible» (ODS), 17 objetivos encabezados por estos tres: (1) Fin de la pobreza, (2) Hambre cero y (3) Salud y bienestar. ¡Ahí es nada! Y no es que no deseemos su cumplimiento, ni muchísimo menos, sino que nos embarga un escepticismo razonable; sin llegar al modismo extremo «Esto es papel mojado», lo dejamos en otro brindis al sol.