Pero ¿qué es en realidad un biomarcador, o marcador biológico?
El National Institutes Health (NIH) estableció la definición de biomarcador como aquella característica biológica, bioquímica, antropométrica, fisiológica, etc., objetivamente mensurable, capaz de identificar un proceso fisiológico o patológico, o bien una respuesta farmacológica a una intervención terapéutica.*
Esta definición es más amplia que otras que restringen el término a sustancia, como indicador de un estado biológico, o que incluso la reducen a molécula, molécula biológica en sangre u otros líquidos corporales, cuya presencia puede indicar la existencia de una enfermedad.
Por otra parte, hay varios tipos de biomarcadores: diagnósticos, pronósticos, o terapéuticos. Y entre los biomarcadores bioquímicos tenemos:
pájaro: nombre genérico para cualquier ave voladora.
El vuelo es el principal medio de locomoción utilizado por la mayoría de las especies de aves. Desempeña un papel destacado en su alimentación, reproducción, crecimiento y capacidad de evadir predadores. [El vuelo de las aves] Pero también podemos ver ese vuelo desde un prisma poético...
El modelo de hospitalización domiciliaria tiene su origen en New York, en 1947. La hospitalización a domicilio se define como una alternativa a permanecer en el hospital que permite que recibas en tu propia casa cuidados médicos, así como tratamientos y otras atenciones iguales, tanto en cantidad como en calidad, a los que puedes tener en el hospital. Se proporciona por profesionales sanitarios cuando el paciente ingresado ya no precisa de la infraestructura hospitalaria, pero sí de un seguimiento activo y frecuente durante un periodo de tiempo limitado.
Al hablar de hospitalización domiciliaria, u hospitalización a domicilio, suelen usarse dos acrónimos: HAD y HADO.
Pueden beneficiarse del modelo HAD: pacientes con patologías crónicas, oncológicas y no oncológicas (insuficiencia cardíaca, broncopatía crónica, etc.); pacientes con patologías agudas (como una neumonía); pacientes en postoperatorio (necesidad de curas u otros cuidados); pacientes con patologías que requieren procedimientos técnicos (p. ej. transfusiones o paracentesis). Es decir, puede ser útil tanto para tratamientos curativos como para cuidados paliativos.
Se critica la tendencia de llevar a enfermos a morir al hospital, con lo que puede entrañar de ausencia de calor familiar (a cambio de un entorno frío), excesos de tratamiento y un final no tan digno como el que llegaría en el propio hogar. Sin embargo, la HAD no siempre es factible y, según conclusión de un estudio, no es plenamente recomendable. Ciertamente, cada caso es diferente y no podemos generalizar. En cuanto a la hospitalización normal de pacientes terminales, tampoco podemos obviar la realidad de la «hospitalización social».
HOSPITALIZACIÓN SOCIAL. Una consecuencia del desmembramiento familiar, agravada por la carencia de «hospitalización a domicilio», que da lugar a escasez de camas para agudos. [Entrada de Léxico médico...]
Procurar el ambiente más adecuado para el tratamiento o el cuidado de un enfermo es lo correcto en medicina. Y es preferible el domicilio al hospital; tanto para curar como para paliar. En último extremo, con nuestra humana limitación, ayudar a morir de la manera más digna (aliviando o mitigando el dolor y proporcionando el estado más confortable) es también un objetivo primordial de la medicina.
Fue en el año 1981 cuando el antiguo Hospital Provincial de Madrid, conocido hoy como Hospital Universitario Gregorio Marañón, iniciaba la hospitalización a domicilio en España.
SEHAD –Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio
La necesidad de potenciar la medicina primaria nacional y de encontrar nuevas fórmulas de cooperación entre los países desarrollados y los del Tercer Mundo [al reconocerse por primera vez la ineficacia en la lucha contra la erradicación de las enfermedades de los países subdesarrollados] constituye uno de los aspectos esenciales de la ponencia presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef, la entidad de la ONU dedicada a la promoción del niño, en el próximo congreso que, sobre asistencia médica, se celebrará entre el 6 y el 12 de septiembre en Alma Ata, en la Unión Soviética.
Ya han pasado más de cuarenta y un años de aquella Declaración de Alma Ata (la ciudad más grande de Kazajistán) y tenemos una buena perspectiva temporal. Respecto a la atención primaria de nuestro desarrollado país ya sabemos a donde hemos llegado y cómo nos encontramos. En cuanto a las necesidades sanitarias de los países no desarrollados, o tercermundistas, vemos que siguen siendo las mismas que se apuntaban entonces. Así: enfermedades relacionadas con el agua contaminada y el saneamiento deficiente (cólera, diarreas, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea, poliomielitis) y enfermedades relacionadas con la desnutrición (enfermedades carenciales: kwashiorkor, marasmo, beriberi, raquitismo…), además de zoonosis transmisibles (paludismo, fiebre amarilla, chikungunya, zika…), ceguera por tracoma, etc. Desde luego, en los países pobres no hay una preocupación por los niveles de colesterol, la vitamina D o una leve despigmentación cutánea. No hay en ellos una «obsesión por la salud» como en los ricos. Lo que más precisan es agua potable, saneamiento y alimentos.
Cuando todo parecía calma blanca, comenzó a agitarse el gélido ambiente. Entonces, las sensaciones mudaron y la mente trató de proteger el cuerpo y protegerse a sí misma. No valían malos pensamientos ni anclarse en negros augurios. Convenía adaptarse sabiamente a la ventosa situación...
Estudio Op. 25 n.º 11 'Viento de invierno', Chopin
Los primeros cuatro compases de este estudio chopiniano, cuya lentitud contrasta con la tormenta de notas que sigue, se agregaron antes de su publicación por consejo de Charles A. Hoffmann, un amigo del compositor. [Análisis AQUÍ]
Hipertrofia benigna de próstata o adenoma prostático.
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es el crecimiento excesivo, adenomatoso [adenoma de próstata], no maligno de la glándula prostática periuretral. Los síntomas [síndrome prostático] son los de una obstrucción de la salida vesical: chorro de orina débil, dificultad para iniciar la micción, polaquiuria, tenesmo, nocturia, vaciamiento incompleto, pérdida de orina, incontinencia por rebosamiento o de urgencia y retención urinaria completa. El diagnóstico se basa principalmente en el tacto rectal y en los síntomas; también pueden necesitarse la cistoscopia, la ecografía transrectal, los estudios urodinámicos u otros estudios por la imagen. Las opciones para el tratamiento son los inhibidores de la 5-alfa reductasa, los alfa-bloqueantes, el tadalafilo y la cirugía. [Manual MSD]
Bloqueadores alfaadrenérgicos (Tamsulosina). Reducen el tono simpático de la musculatura del cuello vesical y de la próstata; no disminuyen el volumen prostático ni modifican la evolución natural. Recomendación: pacientes con próstatas pequeñas. Efectos secundarios: hipotensión ortostática y eyaculación retrógrada. (Otros alfa-bloqueantes: Terazosina, Doxazosina, Alfuzosina, Silodosina; los dos últimos uroselectivos)
Inhibidores de la 5-alfa-reductasa (Finasterida). Reducen el volumen prostático (disminuyen actividad androgénica); reducen episodios de retención urinaria aguda y necesidad de cirugía; puede disminuir hasta un 50% la concentración plasmática el PSA*. Recomendación: HBP de mayor tamaño. (Otros: Dutasterida.)
[¿Derivados de plantas (fitoterapia)? Piegeum o prunus africanus, serenoa repens.]
*PSA (Prostate Specific Antigen): Antígeno prostático específico. Proteína producida por células normales y malignas de la glándula prostática. Es un marcador tumoral de cáncer de próstata. La concentración del PSA en sangre está frecuentemente elevada en hombres con cáncer de próstata. Hay que diferenciar entre PSA total y libre para seleccionar pacientes candidatos a biopsia de próstata (el libre es menor en cáncer de próstata).
Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable.
León Tolstoi
El médico salió a la sala y explicó a Praskovya Fyodorovna que la cosa iba mal y que el único recurso era el opio para disminuir los dolores, que debían de ser terribles.
Era cierto lo que decía el médico, que los dolores de Ivan Ilich debían de ser atroces; pero más atroces que los físicos eran los dolores morales, que eran su mayor tormento.
El burócrata Iván Ilich, víctima de una terrible enfermedad que los médicos no logran desentrañar, sufre terribles dolores que le hacen recapacitar sobre el sentido de su vida. Sus ambiciones de alcanzar un puesto en el gobierno del imperio ruso se ven así truncadas. Y va muriendo poco a poco, sumido en la amargura y la soledad.
Una síntesis: la insatisfacción vital experimentada ante la proximidad de la muerte, temida como final y aceptada como liberación.
Un amplio análisis de la obra y de su autor, así como del realismo literario, AQUÍ.
Pensamientos en torno a la muerte, con final de La muerte de Iván Illich, AQUÍ.
Nacido en una familia aristocrática rusa, Tolstoi escribió dos obras cumbres del realismo ruso y de la literatura mundial: Guerra y paz y Ana Karénina. En la década de 1870, experimentó una profunda crisis moral y un despertar espiritual igualmente, convirtiéndose en un ferviente anarquista cristiano y pacifista. Abandonó todo lujo y se mezcló con los campesinos de Yásnaia Poliana, donde se crió y vivió. Quiso enunciar a sus propiedades en favor de los pobres, pero su esposa lo impidió. Separado ya y solo, Tolstoi murió de una neumonía en una estación ferroviaria. Pero miles de personas sintieron su pérdida.
De rico aristócrata a pobre asceta, de combatiente a pacifista. Su filosofía de vida pudo resumirla Tolstoi en tres frases definitivas: «Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo», «El secreto de la felicidad no consiste en hacer siempre lo que se quiere, sino en querer hacer siempre lo que se hace» y «He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción».
Francisco Guerrero es el máximo representante de la escuela sevillana del Siglo de Oro y el mayor maestro de la polifonía sacra de Andalucía. Su obra, formada principalmente por misas himnos y motetes, es extensísima y entre ella podemos destacar las Canciones y villanescas espirituales, que tienen la particularidad de estar en lengua castellana. En cuanto a la música profana, se beneficiaría mucho del humanismo que se extendió entre las casas nobiliarias. Cortes como la del duque de Arcos en Marchena, la del duque de Osuna o la del marqués de Medina Sidonia disfrutaban de sus propios servicios musicales, y en ellas se desarrollaban recitales, normalmente para laúd, viola o vihuela. Este último fue, sin duda, el instrumento estrella de este siglo. Para música vocal, podemos destacar la obra de Juan Vázquez o la serie de cancioneros manuscritos que se conservan, tales como el Cancionero musical de la casa de Medinaceli.
Francisco Guerrero (1528-1599) es uno de los grandes compositores hispanos de la música renacentista, como Cristóbal de Morales (1500-1553), anterior a él y de quien recibió enseñanzas musicales, o Tomás Luis de Victoria (1548-1611), posterior y mundialmente conocido. Lástima que no tengan en Hispania el aprecio merecido. Jordi Savall se lamenta amargamente de que teniendo el patrimonio musical medieval y renacentista más bello no sepamos valorarlo («El problema de España es la ignorancia»). No disfrutar de esta belleza sonora es una lástima.
Prado verde y florido, Francisco Guerrero
Sobre los tres colosos de la música española (durante apogeo del Imperio Español):
Entre otros importantes compositores del Renacimiento en España (además de Guerrero y los citados Morales y Victoria, las tres cumbres de la polifonía religiosa hispana del Siglo de Oro), cabe recordar a Francisco de la Torre (c.1460-c.1504), Juan del Encina (1468-1529), Mateo Flecha el Viejo (1481-1553) y Antonio de Cabezón (1510-1566). Músicos de una Edad de Oro.
Entre papeles, teléfono y urgencias... con cerebro, corazón y paciencia.
Recibimos la noticia de un Curso de Gestión de la Consulta en Atención Primaria, destinado a «mejorar la eficiencia de la consulta presencial y telemática» de los médicos de familia. Es un curso online, organizado por una sociedad científica y patrocinado por un laboratorio farmacéutico. Me sorprende y no me sorprende. A quienes ya estamos colgando la bata ya nada nos asombra. Y por las circunstancias vividas en los últimos dos años, parece necesaria una orientación de los médicos del primer nivel asistencial ante el cambio de paradigma en su quehacer diario.
La consulta médica telefónica/telemática ha ganado mucho protagonismo en atención primaria (habrá que modificar el manual de instrucciones del médico). En paralelo, la presión asistencial* ha ido creciendo imparable, por esa cultura de la inmediatez que se ha impuesto en la sociedad de la prisa (aquí ya pensamos en la necesidad de un manual de supervivencia sanitario). Se le hace muy difícil la gestión de la consulta al médico de primera linea. Precisa una rápida adaptación a los cambios. O a los giros vertiginosos, mientras se pregunta qué pasa...
Pensando en el Camino de Santiago, se nos ha dado en reparar en las nociones básicas de supervivencia en la naturaleza. Aunque no por una clara relación entre una ruta europea –con sus variantes– bien señalizada y muy transitada, en la que raramente nos hallaremos perdidos, solos y desprotegidos, sino por extender nuestro conocimiento hacia las habilidades en el medio natural. Tal vez sea útil para los lectores, al menos como orientación; tener habilidades siempre puede sernos útil. En cualquier caso, a quien escribe le ha servido de entretenimiento.
Saludable es al enfermo la alegre cara del que le visita.
Fernando de Rojas
—¿Qué tal te encuentras, María?
—Sólo con tu presencia ya me encuentro mejor.
Visitar a un enfermo, amigo o conocido, en su casa o en el hospital, supone un encuentro no exento de dificultades. Todo el mundo –o casi– pasa por esta situación en algún momento. Y a veces no se sabe cómo actuar para agradar al doliente y no sentirse uno mismo incómodo. Por eso pueden ser útiles las recomendaciones que les dan a los visitantes no profesionales en el artículo «Qué hacer y, sobre todo, qué no hacer al visitar a un enfermo». [Una variante AQUÍ]
En primer lugar, hemos de plantearnos las razones de la visita (¿cuál es el motivo de la visita?: ¿cortesía o compromiso pleno?). En segundo lugar, debemos conocer la enfermedad y la situación (¿es invalidante?, ¿no se puede mover?, ¿puede hablar?). En tercer lugar, debemos mostrar ante el enfermo un comportamiento adecuado: no hacer comentarios (no preguntar sobre tratamientos), evitar exclamaciones lamentosas (de desánimo), no reprocharle nada y mantener una actitud correcta, teniendo siempre en cuenta que cada persona es diferente.
Como vemos, la visita a un enfermo casi es un arte de la comunicación individual.
«Tormenta» de la Sinfonía nº 6 «Pastoral» de Beethoven
***
Sobre desastres naturales
Desastres naturales. Continuamente la Natura nos avisa de nuestra pequeñez, y seguimos empeñados en demostrar vana grandeza...
Si a principios del verano de 2021 fueron sonadas las inundaciones de Alemania, a finales tomó protagonismo la erupción volcánica de la Palma, isla canaria.
Aunque escribió varias obras de teatro con su hermano [Manuel], su obra es mayormente poética. Su primer libro es ‘Soledades’ (1903), reeditado con el título de ‘Soledades, galerías y otros poemas’ (1907). Antonio Machado adoraba pasear, por lo que tiene muchos poemas dedicados a la naturaleza y el paisaje en su tercera obra: ‘Campos de Castilla’ (1912).
Nací en Sevilla el año de 1875 en el Palacio de la Dueñas. (...) Desde los ocho a los treinta y dos años he vivido en Madrid con excepción del año 1899 y del 1902 que los pasé en París. Me eduqué en la Institución Libre de Enseñanza y conservo gran amor a mis maestros (...) Pasé por el Instituto y la Universidad, pero de estos centros no conservo más huella que una gran aversión a todo lo académico. He asistido durante veinte años, casi diariamente a la Biblioteca Nacional. En 1906 hice oposiciones a cátedras de francés y obtuve la de Soria donde he residido hasta agosto de 1912 (...) En 1909 me casé en Soria y enviudé en 1912. En 1º de noviembre del mismo año fui trasladado a Baeza (...) No tengo vocación de maestro y mucho menos de catedrático. Procuro, no obstante, cumplir con mi deber. Mis lecturas han sido especialmente de filosofía y de literatura, pero he tenido afición a todas las ciencias. (...) Recibí alguna influencia de los simbolistas franceses (...) Tengo un gran amor a España y una idea de España completamente negativa. Todo lo español me encanta y me indigna al mismo tiempo. Mi vida está hecha más de resignación que de rebeldía (...) Soy más autoinspectivo que observador y comprendo la injusticia de señalar en el vecino lo que noto en mí mismo. Mi pensamiento está generalmente ocupado por lo que llama Kant conflictos de las ideas trascendentales y busco en la poesía un alivio a esta ingrata faena. En el fondo soy creyente en una realidad espiritual opuesta al mundo sensible. Siento una gran aversión a todo lo que escribo, después de escrito y mi mayor tortura es corregir mis composiciones en pruebas de imprenta. Esto explica que todos mis libros estén plagados de erratas.
Mi gran pasión son los viajes. Creo conocer algo algunas regiones de la Alta Castilla, Aragón y Andalucía. No soy muy sociable, pero conservo afecto a las personas. He hecho vida desordenada en mi juventud y he sido algo bebedor, sin llegar al alcoholismo. (...) No he sido nunca mujeriego y me repugna toda pornografía. Tuve adoración a mi mujer y no quiero volver a casarme. (...) Me repugna la política donde veo el encanallamiento del campo por el influjo de la ciudad. Detesto al clero mundano que me parece otra degradación campesina. En general me agrada más lo popular que lo aristocrático social y más el campo que la ciudad. (...) Estimo oportuno combatir a la Iglesia católica (...) Admiro a Costa, pero mi maestro es Unamuno.
Antonio Machado define la poesía como “la palabra esencial en el tiempo”. Por un lado, se trata de ahondar en la esencia de las cosas (del hombre, del mundo…) y por otro de captar su fluir temporal. Más tarde dirá que la poesía es “el diálogo del hombre, de un hombre con su tiempo”. Esto enlaza con su deseo de que el hombre y el poeta estén comprometidos con su tiempo. Emplea el símbolo [la tarde, las estaciones, el agua, el mar, el camino, los árboles...] y determinados rasgos modernistas.
En la poesía de Machado aparece una rica gama de sentimientos, como la melancolía, la tristeza, la emoción, la pasión, el deseo o la rabia. Para Machado la poesía es un sentir hondo, una intuición viva que surge al contacto con el mundo… y hay que expresarla con claridad para que su voz alcance a todos.
La técnica y el estilo de Antonio Machado varían según el carácter de la obra. En Soledades predomina el elemento estético. En Campos de Castilla los elementos estéticos que utiliza se adecuan al tono reflexivo y crítico y su lenguaje se hace más directo y menos ornamental. En Nuevas canciones, su tercera etapa, el elemento poético se condensa y el poeta desarrolla una poesía sentenciosa, filosófica y epigramática.
Machado piensa que por el símbolo se cargan de trascendencia las cosas más elementales, lo que de otra manera sería puro realismo.
Los rasgos característicos de su lírica: sentimiento, temporalidad y asimilación del paisaje. Temas todos, como ocurre con Unamuno, subordinados al gran tema: el ser y la nada. Pero su reacción ante la dicotomía razón-pasión es diferente: en Unamuno se resuelve en protesta, «agonía» o lucha; en Machado, en melancolía y tristeza.
—Y en la revista literaria digital Mundopoesía:
Machado no gustaba de lo que era abstracto en poesía, pues pensaba que lo abstracto no era poesía.
—En su obra convive lo lírico con lo político y social:
Así sucede en uno de los poemas más emblemáticos: «El mañana efímero», donde el poeta denuncia enojado la descomposición de la patria, el atraso moral e intelectual de la sociedad de su tiempo, la secular decadencia. Un poema incluido en la ampliación de su libro más señero, Campos de Castilla, poemario en el que predomina la lírica intimista, pero donde también asoma el poeta social, el Machado que ya empieza a hablar de las dos Españas que han de helarte el corazón, que abomina de la tradicional que se aferra al pasado y a que nada cambie y que impulsa la joven España «implacable y redentora» que nos saque de ese letargo. Esa España que «ora y embiste cuando se digna usar de la cabeza» sigue existiendo. No se ha cumplido ni el deseo del poeta de que la España «de la rabia y de la idea» la borre y la transforme.
El diálogo y las voces apócrifas no aparecen sólo desde Juan de Mairena y Los complementarios, pues ya en los primeros textos poéticos utiliza Machado el diálogo y el diálogo apócrifo.
Leonor izquierdo, su mujer, muerta prematuramente por tuberculosis. Pilar de Valderrama (Guiomar), poetisa y dramaturga, mujer casada con la que mantuvo una relación epistolar.
Además de poesía, escribió varias obras de teatro en verso (entre ellas, Las adelfas, 1928, La Lola se va a los puertos, 1929, y La prima Fernanda, 1931), todas junto a su hermano Manuel, y en prosa Juan de Mairena, su «yo filosófico».
OBRA POÉTICA
Primeras poesías (anteriores a 1902)
Soledades, galerías y otros poemas (1907, edición final en 1919)
Campos de Castilla (1907-1917)
Nuevas canciones (1924)
La guerra (1937)
Sonetos escritos en una noche de bombardeo en Rocafort (Valencia, 1938)
Su gran obra en prosa es ‘Juan de Mairena’ (sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo). Se trata de un conjunto de artículos, párrafos sueltos o cortos diálogos, atribuidos a tal personaje ficticio [apócrifo, heterónimo], que comenzó a publicar en 1934 y recogió en un volumen dos años después. En ellos, con un tono a veces serio y a veces irónico, trata de las cuestiones más diversas: metafísica, lógica, estética...
Abel Martín. Revista de estudios sobre Antonio Machado
No creo poseer las dotes específicas del académico. No soy humanista, ni filólogo, ni erudito… Pobres son mis letras, pues aunque he leído mucho, mi memoria es débil y he retenido muy poco... Y, con excepción de algunos poetas, las bellas letras nunca me apasionaron. Quiero deciros más: soy muy poco sensible a los primores de forma, a la pulcritud y pulidez del lenguaje, y a todo cuanto en literatura no se recomienda por su contenido. Lo bien dicho me seduce sólo cuando dice algo interesante, y la palabra escrita me fatiga cuando no me recuerda la espontaneidad de la palabra hablada. Amo a la naturaleza, y al arte sólo cuando me la representa o evoca, y no siempre encontré la belleza allí donde literalmente se guisa.
Antonio Machado expone su pensamiento filosófico a través de sus dos apócrifos [o heterónimos] Abel Martín y Juan de Mairena. [Mantiene así una distancia entre su persona y sus ideas que le da mayor autonomía al pensamiento.] La metafísica erótica del primero, que es una crítica de la objetividad, empieza con la creencia y acaba con el escepticismo, mientras la filosofía de Mairena empieza con la duda y termina con una teoría de la creencia. Por eso ambos apócrifos son complementarios, pues la actitud contemplativa de Martín encuentra eco o prolongación en la pedagogía de Mairena.
Buena parte de la crítica, apoyándose en la conocida afirmación de Cernuda de que “lo mejor de Machado está en sus Soledades”, ha venido contraponiendo un “primer Machado”, lírico e intimista, y un “segundo”, filosófico y sentencioso, que vendría a superponerse e incluso a no dejar aflorar la vena lírica del primero. Ahora bien, en el aislamiento de Baeza (1912-1919), tras la muerte de Leonor, no sólo compuso Machado alguno de sus mejores poemas, sino que además dio el salto definitivo del yo al otro.