El objetivo de la enseñanza es que los alumnos aprendan. El objetivo de la sanidad es que los ciudadanos tengan una protección adecuada de su salud.
Me quedo con los puntos esenciales que atañen a maestros y alumnos:
- No debiera plantearse el objetivo de leer más, sino mejor.
- El sistema (educativo) sigue empeñado en afrontar nuevas materias y conocimientos, aunque el alumno no tenga la base imprescindible.
- Retrocedimos en comprensión lectora.
- Hay una obsesión por todo menos por lo esencial.
- Muchos libros y mucha tecnología con horarios apretados.
- Poco tiempo para la lectura pausada, la comprensión y la asimilación.
- Las presiones de los padres y de la Administración dificultan la labor de los buenos maestros.
- Sin entender, el alumno avanza a trancas y barrancas… hacia el fracaso.
- No debiera plantearse el objetivo de atender a más usuarios, sino adecuadamente.
- El sistema (sanitario) sigue empeñado en aumentar la cartera de servicios, por más que algunos servicios básicos sean insuficientemente brindados.
- Retrocedimos en comunicación médico-paciente.
- Hay una obsesión por obtener datos y no por resolver los problemas.
- Mucha formación continuada con escasa aplicación práctica.
- Poco tiempo para satisfacer las necesidades de cada paciente.
- Las presiones de los usuarios y de la Administración dificultan la labor de los buenos médicos de familia.
- Sin eficacia ni eficiencia, se avanza a duras penas... hacia la insatisfacción general.
En definitiva, la calidad se ve mermada en ambos casos –con diferencias intercomunitarias–, y en el primer nivel sanitario tal vez más por una rémora creciente: la burocracia; una cuestión palpitante que, lejos de resolverse, se redobla (se ha estimado que el papeleo supone al menos un 40% del tiempo disponible en consulta de Atención Primaria). Educación y Sanidad, dos pilares sociales básicos, precisan en Hispania de voluntad política y eliminación de barreras partidistas; probablemente las mejoras hayan de venir propiciadas por pactos estatales. Si esa voluntad no llega, ambas seguirán yendo a la deriva.
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Fuente de inspiración:
Currás C. Lectura, lectura, lectura. La Voz de Galicia 2008; Sec. Opinión: Nuestra escuela; p. 17.
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Objetivo, fin, finalidad, meta.
Mil rutas se apartan del fin elegido, pero hay una que llega a él. (M. de Montaigne)
El hombre no debe seguir ciegamente un derrotero fijo. (A. Ganivet)
El fin justifica los medios. (Frase hecha, Maquiavelo?)
A la tercera va la vencida. (Refrán)
Cuanto más alto coloque el hombre su meta, tanto más crecerá. (F. Schiller)
Quien busca atajos, busca trabajos. (Refrán)