Es imposible hacer una buena película sin una cámara que sea como un ojo en el corazón de un poeta.
Orson Welles
Todas las listas sobre preferencias artísticas son cuestionables. Sean de obras literarias, de obras pictóricas, de obras musicales... o de películas. Pero como el cine nos gusta, como a casi todo el mundo, no nos resistimos a dar listas, si no definitivas, sí orientativas. No para los cinéfilos más avezados, por supuesto, sino para los que no están tan orientados en el mundo del celuloide.
Estas listas se han confeccionado según las valoraciones de expertos, críticos cinematográficos y gente de la industria del cine (supuestamente directores, productores, actores...). Pero como para gustos, colores, cada aficionado tendrá confeccionada su propia lista, quizá con algunas de películas las elegidas por los especialistas o cineastas y sustituyendo otros filmes.
Nosotros también tenemos nuestras películas predilectas. Algunas de ellas figuran en entradas de este blog con la etiqueta "cine" (el séptimo arte).
–Los títulos de muchas películas son diferentes en su traducción al español, incluso difieren entre países de habla hispana, evidentemente por razones comerciales.
–Hay películas sin pretensiones que son entretenidas y que tienen su valor, pues consiguen el objetivo de divertir. No olvidemos que el cine se ha concebido como entretenimiento, pero incluso una obra maestra no debe ser aburrida.
La polémica entre la literatura, concebida como un arte, y el cine, calificado de espectáculo, es igual de antigua que la primera adaptación realizada en cine, es decir, igual de vieja que el propio cine.
...muchas
veces la mejor película se adueña de nuestro pensamiento y se acomoda en
nuestra razón durante la lectura de una gran novela porquc la literatura cs el
mejor cine de nuestra vida.
El cine... ese invento del demonio. (Antonio Machado)
El cine no es un trozo de vida, sino un pedazo de pastel. (Alfred Hitchcock)
El cine nunca es arte. Es un trabajo de artesanía, de primer orden a veces, de segundo o tercero lo más. (Luchino Visconti)
El cine es un vehículo de expresión, pero no estoy muy seguro de que sea un arte. (Fernando Fernán Gómez)
El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel. (Federico Fellini)
En esta industria, todos sabemos que detrás de un buen guionista hay siempre una gran mujer, y que detrás de ésta está su esposa. (Groucho Marx)
Una pantalla grande sólo hace el doble de mala a una mala película. (Samuel Goldwyn)
Lo bueno del cine es que durante dos horas los problemas son de otros. (Pedro Ruiz)
El impacto social del cine en siglo XX ha sido impresionante, tanto o más que la posterior llegada de la televisión o la revolución de Internet.
Hollywood es la meca de cine.
Las salas de cine fueron muriendo con la televisión y las nuevas tecnologías.*
*Películas en el hogar. Primero llegó el cine a los hogares con las emisiones por televisión. Después con el invento del videocassette y dos sistemas en pugna: el Betamax (formato de Sony) y VHS (de JVC), que acabó triunfando. Y a continuación con el formato digital DVD. Pero el cine en la gran pantalla, en el espacio excelso de una sala de proyección, seguirá siendo otra cosa.
—Guionistas, Directores, Actores
Si puede ser escrito o pensado, puede ser filmado. (Stanley Kubrick)
Cuando dirijo, hago de padre; cuando escribo, hago de hombre; cuando actúo, hago el idiota. (Jerry Lewis)
Un actor entra por la puerta y no tienes nada. Pero si entra por la ventana, ya tienes una situación. (Billy Wilder)
¿Qué es en el fondo actuar, sino mentir? ¿Y qué es actuar bien, sino mentir convenciendo? (Sir Laurence Olivier)
¿Por qué los actores creen que son tan jodidamente importantes. No lo son. Actuar no es un trabajo importante en el esquema de las cosas. La fontanería lo es. (Spencer Tracy)
En Hollywood te pueden pagar 1.000 dólares por un beso, pero sólo 50 centavos por tu alma. (Marilyn Monroe)
Ante una Atención Primaria asfixiada ya antes de la crisis COVID y moribunda tras ella, los profesionales sanitarios que la sostienen han venido reivindicando continuamente mejoras en el proceso asistencial. Con un número de usuarios y pacientes asignados en agenda de modo creciente e imparable (donde las «citas forzadas» son norma y no excepción), insoportable e inhumano, su último clamor se ve ahogado por la extrema degradación y la impotencia por la falta de respuesta (o absoluto desprecio del primer nivel asistencial) por parte de las autoridades competentes, de quienes están legitimados para llevar a cabo una verdadera humanización del sistema (en sus vertientes estatal y autonómica: nacional y de servicios de salud) y, en particular, del frente de la sanidad pública.
1. Realidad estatal (Sistema Nacional de Salud): incumplimiento de promesas.
Las reformas sanitarias prometidas para la Atención Primaria por el Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia tendrán un presupuesto de 0 euros. Casi todo el presupuesto se destinará a la renovación de equipos de alta tecnología.
2. Realidad autonómica (Servicio de Salud): la eterna espera de mejoras.
Médicos de Atención Primaria reclamanun "nuevo sistema de gestión de la demanda" para acabar con la "sobrecarga brutal". Reivindican "agendas bien hechas y gestionadas" porque non paran "de ver gente"…
Y mientras seguimos empeorando —y los recursos humanos disminuyen—, nos vamos convenciendo de que las deseadas mejoras nunca llegarán. Tristemente...
Miroirs (Espejos) II: Oiseaux tristes, Maurice Ravel
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Reivindicaciones en Atención Primaria
En una encuesta que realizamos al respecto –marzo 2019– sobre las medidas de presión a adoptar como último recurso (manifestaciones, trabajo a protocolo, huelga, otras), estos fueron los resultados:
Leyendo comentarios en un foro vecinal sobre la correcta eliminación de jeringuillas, en el que se planteaban dudas, pasamos a referir información proveniente del SIGRE («Sistema Integrado de Gestión y Recogida de Envases»):
Las agujas y jeringas nunca se deben depositar en el Punto SIGRE, con la excepción de agujas que vengan unidas al aplicador del medicamento (p. ej. plumas y jeringas precargadas de insulina). Las agujas sueltas deben depositarse en un contenedor de punzantes, que se encuentran en algunas farmacias o en Centros de Salud; pueden llevarse también al punto limpio o, en su defecto, depositarse en bolsa de basura ordinaria.
La profesora Elvira Roca Barea (Málaga, 1966) convirtió su ensayo e investigación histórica Imperiofobia(y Leyenda Negra) en un best seller. Quizás el éxito cosechado le haya empujado a “novelar” su especialidad. Con 6 relatos ejemplares 6 penetra en el terreno del relato con solvencia, desenvoltura y paso firme. Con la ficción acaso busque llegar a un público más amplio. El desafío es hercúleo. Y el resultado de su ejercicio, muy satisfactorio. —El Cultural
Crítica a Elvira Roca Barea, 6 relatos, por Jesús G. Maestro
¿La denominada leyenda negra sigue afectando de algún modo a los estudios literarios hasta en los mismos países hispanohablantes?
Sí, sigue afectando porque los españoles y los hispanoamericanos, en muchos casos, han mordido el anzuelo del colonizador inglés, y de la industria editorial y universitaria —política, en suma— del imperio depredador anglosajón. Insisto: al mundo académico inglés no le interesa una Hispanidad unida y organizada. La leyenda negra es fundamental para imponer la creencia de la superioridad alemana, holandesa, inglesa o francesa, es decir, de una Europa triunfante, libertadora y democrática, frente a un Hispanidad derrotada, esclavista y opresora.
La España inquisitorial, ignorante, fanática, incapaz de figurar entre los pueblos cultos lo mismo ahora que antes, dispuesta siempre a las represiones violentas; enemiga del progreso o de las innovaciones; o, en otros términos, la leyenda que, habiendo empezado a difundirse en el siglo XVI, a raíz de la Reforma, no ha dejado de utilizarse en contra nuestra desde entonces y más especialmente en momentos críticos de nuestra vida nacional.
Julián Juderías, «La leyenda negra»
Leyenda negra. Movimiento propagandístico antiespañol promovido por escritores ingleses, holandeses y de otras nacionalidades durante el siglo XVI, cuyo objeto era reducir el prestigio e influencia del Imperio español en su Siglo de Oro. Se han postulado diferentes orígenes: italiano, alemán, judío, críticos españoles (en especial Bartolomé de las Casas con su Brevísima relación de la destrucción de las Indias, 1552)*, polemistas protestantes, independencia de los Países Bajos (Guillermo de Orange como líder de los rebeldes), ascenso de Inglaterra, enfrentamiento de Francia y Portugal, la Ilustración... Sin olvidar que fue estimulada por un español: Antonio Pérez del Hierro, secretario de Felipe II.
*La vertiente americana de la leyenda sigue siendo un terreno fértil en disputas, herederas de la división entre «lascasistas» y «antilascasistas». Hay quien habla de una teocracia progre que aún se la sigue creyendo. Y lo peor es el autodesprecio –y complejo– que en la actualidad muestran los hijos de Hispania, fraguado en una gran mentira expansiva que los avergüenza. Sin embargo, parece ignorarse a personajes como Francisco de Vitoria, consejero de Carlos V y «padre de los derechos humanos», o a fray Toribio de Benavente, más conocido como Motolinia («pobre» o «afligido» en náuatl), discrepante con fray Bartolomé de las Casas.
El protestante calvinista Theodor de Bry [1528-1598] funda su casa editora en Frankfurt con el fin de combatir con la imprenta al catolicismo y el papado, intentando dar un golpe a la España Católica considerada como el brazo secular del mismo.
Powell demuestra que Italia, Holanda, Alemania, Francia e Inglaterra comenzaron una campaña de difamación contra España y los españoles en la época de su auge imperial, que se inició con la conquista de América en 1492. El éxito de esa campaña de propaganda negativa fue arrollador y llegó a repercutir incluso en pensadores de la península ibérica y de Hispanoamérica. Su efecto ha sido devastador y aún se pueden encontrar ecos en la actualidad.
Juderías subraya que “la existencia y el mantenimiento de la leyenda negra se debe a la humildad con que reconocemos la superioridad moral y material de Europa”.
La segunda parte describe el origen de la hispanofobia en Europa durante la modernidad: Italia, Países Bajos, Inglaterra y Alemania; y cómo surgieron ciertos prejuicios sobre la conquista de América y la inquisición. La tercera parte describe el discurrir de esta leyenda durante la etapa contemporánea (siglos XVIII a XXI), analizando corrientes como la Ilustración, el nacionalismo, el liberalismo, el racismo científico; y hechos concretos como la guerra de Cuba de fines del s. XIX, el cine o la crisis económica del 2007.
El cúmulo de inexactitudes, falsedades y medias verdades que, con carácter propagandístico, se ha esgrimido contra la histórica hegemonía española se ha denominado Leyenda Negra, a la que el hispanista sueco Sverker Arnoldsson (1908-1959) calificó como "la mayor alucinación colectiva de Occidente".
Si examinamos la obra literaria de España en referencia a la leyenda negra, se observa que prácticamente desde el último Siglo de Oro, con la literatura de Quevedo, hasta la aparición de los ‘6 relatos ejemplares 6’ de Elvira Roca Barea, el silencio de autores, intérpretes e hispanistas en general, ha sido extraordinario, con las puntuales excepciones de un Feijoo o de un Cadalso, y poco más, hasta casi los umbrales del siglo XX, donde los efectos de la propaganda luterana y anglosajona comienzan a tomarse en serio solamente por parte de algunas figuras de cierta referencia.
–En la Era de los Descubrimientos (finales s. XV - inicios s. XVII), los conquistadores españoles (soldados y exploradores) exploraron, conquistaron y poblaron territorios de América y Filipinas, incorporados a la monarquía española; además, fundaron ciudades, crearon universidades y se fusionaron con los indígenas. Aunque la visión negativa sólo advierte invasión, saqueo y explotación. Sin embargo, hay más motivos para sentir orgullo que vergüenza.
–Como obra literaria clásica, hemos de citar La Araucana (1569), de Alonso de Ercilla, poema épico sobre la conquista de Chile, en particular la Guerra de Arauco entre españoles y mapuches o araucanos. De nuestro tiempo, El corazón de piedra verde (1943), de Salvador de Madariaga, novela sobre el encuentro entre dos mundos, la Europa cristiana y la América azteca, con la derrota y destrucción de Tenochtitlán y el surgimiento de una nueva nación, la Nueva España (México). Y del cine, Apocalyto, de Mel Gibson, película que deja un mensaje final: la llegada de los españoles venía a poner fin a la barbarie indígena y traía el progreso.
–La mirada distante de la conquista de América genera disputas intelectuales. Considerada epopeya o genocidio, genera corrientes de opinión alejadas del conocimiento histórico y sentimientos viscerales (no pasa con otras grandes conquistas, como la del Imperio Romano). La visión idílica de los pueblos indígenas ignora los sacrificios humanos y el canabilismo (valgan los testimonios del Dr. Chanca y de Hans Staden), prefiriendo historias románticas como la del marino Gonzalo Guerrero, que se unió a los indígenas y se rebeló contra los españoles. Y algunos desprecian el proceso de hispanización, más allá de la colonización, con el gran aporte cultural que supuso (idioma, arquitectura, universidades...). [v. «¿Qué han hecho los españoles por América?»]
–A favor de la labor hispana en el mundo, y en especial en América, ahí están los conceptos Hispanidad*, Hispanismo**, Hispanoamérica [vs. Latinoamérica***]. No olvidemos el gran legado de España en América: el idioma, las universidades, los hospitales, los avances tecnológicos, la declaración de derechos de los indígenas (Leyes de Indias****), el mestizaje... Este legado cultural y social derrumba la falsa historia contada por los enemigos de España.
*Comunidad cultural de pueblos hispánicos.
**Estudio de la lengua y cultura hispánicas, por los hispanistas.
****Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
«Hispania» es el nombre que los romanos dieron a la Península Ibérica. Por lo tanto, el término engloba a España y Portugal, al conjunto de «Iberia», nombre que le dieron los griegos, antes que los romanos. En consecuencia, lo más acertado para referirnos a los países de habla hispana y portuguesa, herederos de las culturas de Iberia o Hispania, sería «Hispanoamérica» o «Iberoamérica». Por otra parte, tenemos los conceptos de «Hispanidad», generalización del carácter de los pueblos de lengua y cultura hispánica, e «Hispanismo», conjunto de características culturales comunes a los países y pueblos de lengua y cultura hispánicas.
La moral luterana acabó en el Holocausto, la anglicana en el Genocidio Indígena Australiano, la puritana en el Genocidio Indígena Norteamericano y la católica en el Mestizaje Hispano. Pero es la moral católica la que estos genocidas consideran irracional, intolerante y fanática.
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Non placet Hispania(No me gusta España). Erasmo de Róterdam
[La historia puede degenerar en leyenda (aunque la poesía le dé bellas pinceladas), pero valgan como complemento estos pensamientos sobre aquélla.]
La historia cuenta lo que sucedió; la poesía, lo que debió suceder. (Aristóteles)
Historia es exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió. (E. Jardiel Poncela)
Una mirada hacia atrás vale más que una hacia adelante. (Arquímedes)*
La historia es un incesante volver a empezar. (Tucídides)
La historia se repite. Ese es uno de los errores de la historia. (C. Darwin)
La historia de los hombres sólo se diferencia de la historia de la naturaleza en cuanto proceso de desarrollo de organismos conscientes de sí mismos. (F. Engels)
Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia. (A. Huxley)*
No podemos hacer la historia, sino sólo esperar a que se desarrolle. (O. von Bismark)
La historia es una rama de la literatura. (P. Baroja)
La historia es la mentira encuadernada. (E. Jardiel Poncela)
Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento. (Montesquieu)
No hay más que una historia: la historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor. (R. Tagore)
Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo. (G. Santayana)*
La historia es el mejor maestro para los alumnos distraídos. (I. Gandhi)*
Es un error juzgar el pasado con los ojos del presente. (A. Pérez-Reverte)**
*Conviene mirar al pasado para aprender de los aciertos y los errores. Y esa mirada retrospectiva comienza con Heródoto, el padre de la historia, en el siglo V a. C.
**Eso se denomina presentismo, proyectar los valores del presente en el pasado.
—Control de la historia
La historia la escriben los vencedores. (Anónimo)
Para liquidar a los pueblos se comienza por despojarles de su memoria. Se destruyen sus libros, su cultura, su historia. Luego viene alguien y les escribe otros libros, les da otra cultura y les inventa otra historia. Entonces el pueblo comienza lentamente a olvidar lo que es y lo que era. (M. Kundera)
Quien controla el pasado, controla también el presente. (G. Orwell)
Fue en España donde vi por primera vez noticias de prensa que no tenían ninguna relación con los hechos, ni siquiera la relación que se presupone en una mentira corriente. (G. Orwell)
Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo. (J. P. Sartre)
—Especulación histórica
Si el imperio romano no hubiera caído, probablemente habríamos llegado a la Luna en el año 1.000. (C. Sagan)*
*A propósito, la ucronía o historia alternativa es un género literario que especula sobre otras posibilidades históricas.
—Memoria histórica
La memoria histórica es un concepto político, ideológico; la historia es una ciencia (social).
La memoria histórica es selectiva y fuente de conflictos, echando al olvido (por amnesia histórica) lo que no interesa. [A esta «verdad» de unos hay quien la llama «memoria histérica», por imponerse la emoción a la razón.]
Hay un momento superior en la especie humana: España desde 1500 a 1700. (H. Taine/H. Taine)
Teniendo en cuenta que las infecciones comunitarias más frecuentes son las infecciones respiratorias (IR) y las infecciones urinarias (IU), hemos elaborado un cuadro sobre ellas, ateniéndonos a criterios diagnósticos, eminentemente práctico (en dos secciones: IR, IU) y dirigido a profesionales de atención primaria. Lo completamos con criterios de tratamiento y añadimos notas clarificadoras.
INFECCIONES RESPIRATORIAS (IR) Y URINARIAS (IU)
CRITERIOS CLÍNICOS DE DIAGNÓSTICO
Y DE TTO. ANTIBIÓTICO (ATB)
Si la exploración física no es concluyente, habrán de indicarse exploraciones complementarias (radiológicas y/o de laboratorio).
Para el diagnóstico de sinusitis puede ser útil la transiluminación de los senos paranasales. [Transiluminador o diafanoscopio]
En el diagnóstico de faringoamgidalitis estreptocócica, no siendo infalibles los criterios de Centor, se recomienda la utilización de pruebas antigénicas rápidas (Strep A o streptotest) cuando se sospecha clínicamente que pueda existir infección por Streptococcus pyogenes (estreptococo beta-hemolítico del grupo A).
Siendo la clínica de cistitis de baja especificidad, se recomienda el uso de la tira reactiva de orina, que detecta rápidamente niveles de esterasa leucocitaria y de nitritos, indicadores indirectos de presencia bacteriana en la orina. La presencia de nitritos positivos es el predictor más importante de bacteriuria, pero no debe usarse como único parámetro diagnóstico. Cuando ambos parámetros son negativos, el valor predictivo negativo es > 80%.
—¿Qué importa que tengas la razón si no tienes el poder?
El doctor Stockmann, descubre que las aguas del balneario de su pueblo –principal atracción turística y motor de la economía local– están contaminadas y son un peligro para la salud. Y denuncia la situación. Pero las fuerzas sociales, las autoridades del pueblo tratan de ocultarlo; se enfrenta a periodistas y al alcalde, su propio hermano, quedándose prácticamente solo en su denuncia, pues la verdad es incómoda o perjudicial para mucha gente. Lo señalan como traidor («enemigo del pueblo»), le dan la espalda y le hacen la vida imposible. Los intereses económicos acaban prevaleciendo sobre la salud...
Esta es la trama de Un enemigo del pueblo, obra de teatro de Henrik Ibsen, el mismo autor de Peer Gynt, Casa de muñecas y El pato silvestre. Una obra política y polémica, sobre la corrupción del poder y la manipulación de los medios informativos al servicio de ese mismo poder. [Reseña AQUÍ. Resumen AQUÍ.]
Extraemos dos importantes conclusiones: la mayoría no siempre tiene la razón («el mal está en el sufragio universal»); y de nada vale tener razón si no se tiene poder.
Decía Quevedo que donde hay poca justicia es un peligro tener razón. No callar y atreverse a decir lo que se cree oportuno puede entrañar gran riesgo en una sociedad controlada por el poder económico, donde reina la mentira.
Un enemigo del pueblo
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Sobre Henri Ibsen (1828-1906)
Dramaturgo noruego, uno de los renovadores del teatro universal. A los veinte años era ya un librepensador, entusiasmado con las insurrecciones populares que estallaban en toda Europa. Cansado de lo que consideraba estrechez de miras de su país natal, partió a un exilio de veintisiete años por Italia y Alemania, período durante el cual escribió el grueso de su obra. En el pináculo de su fama volvió a Noruega. Sufrió una serie de ataques de apoplejía que afectaron su salud física y mental, y falleció en 1906 y fue enterrado con honores de jefe de Estado.
Como director del teatro de Bergen, Ibsen intentó crear un drama nacional, tarea difícil, ya que, si bien podía utilizarse como base el rico acervo de las sagas islandesas medievales, la escena de su país estaba dominada por la dramaturgia francesa de Scribe (que daba prioridad a lo ingenioso de la intriga sobre la profundidad de los personajes), y por el idioma y la tradición histriónica danesas.
La experiencia que ganó en Bergen tuvo para él un valor incalculable. Como director del teatro de Cristianía (hoy Oslo), ya casado con Suzannah Thoresen, exhibió con autoridad y confianza en sus propias ideas que antes no había mostrado. Esto se advierte en su drama Los pretendientes de la corona (1863), que forma parte de una serie de tema histórico y en el que, con reminiscencias de Shakespeare y gran precisión psicológica, trata el tema de la dificultad del ser humano de encontrar su misión en la vida.
Con Brand (1866) y Peer Gynt (1867), dos dramas en verso, Ibsen hace su entrada en la literatura universal. Brand representa la toma de posición apasionada. El predicador Brand es el idealista que lo sacrifica todo en aras de su misión; sus exigencias tienen un carácter absoluto, con un mensaje más contradictorio: ¿es Brand un mártir de la verdad o una víctima de sus propias exigencias inhumanas? Peer Gynt es una leyenda romántica, con rasgos realistas modernos, más audaz que Brand desde el punto de vista teatral; los temas centrales son la duda, la ambigüedad, la huida al mundo de la fantasía; su protagonista es una figura fáustica, a la vez un soñador romántico y un monstruo de egoísmo.
En el decenio de 1870 Ibsen abandona el teatro de ideas por el drama social realista. Su verdadero éxito le llegó con Casa de muñecas (1879), en la que por primera vez aparece la voz auténtica del autor. La obra provocó escándalo por su osada descripción de una mujer que deja su aparentemente idílico matrimonio a causa de su disconformidad con el rol subordinado que le toca desempeñar en él. Es una heroína fuerte e independiente en contraste con un marido débil y aferrado a su rol patriarcal. Pero su tema es también el efecto anquilosante de las convenciones sociales y la necesidad de rebelarse contra ellas a fin de alcanzar la realización personal. Un enemigo del pueblo (1882) describe la lucha de un individuo decidido a revelar la verdad aun cuando ésta amenaza la supervivencia de toda una ciudad y a pesar de que su porvenir y el de su familia están en juego. El tema de la honestidad reaparece en El pato salvaje (1884), pero se trata esta vez de una verdad despiadada, que destruye la vida de una familia. La verdad, parece decir ahora Ibsen, es una droga que, mal administrada, tiene efectos letales. De los destinos de sus personajes, que son gente común y corriente, desprendió conclusiones de una sinceridad brutal, pero también de gran sutileza y, por momentos, de belleza poética, obligando a su público a cuestionar las bases morales de su existencia.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, la influencia de Henrik Ibsen alteró sustancialmente el teatro europeo y lo convirtió, del divertimento a que había sido reducido, en lo que fuera para los griegos: un instrumento para examinar el alma.
Ibsen estuvo cinco años empleado como ayudante de farmacia. Quiso estudiar medicina y, según él, malgastó un año en la Universidad. A los 23 años se convirtió en director de escena y escritor para el Teatro Nacional de Bergen. A partir de ahí dedicó todo su tiempo a la literatura y al teatro. En 1864 abandonó Noruega, adonde no volvería en 26 años. Vivió en Italia y Alemania.
Los personajes de su teatro son seres en permanente conflicto, que no saben qué hacer con la vida. Seres de existencia monótona, llena de engaños y falsedades, hombres y mujeres de una doble moral que se hunden en el vacío. Afirmada queda la fama universal de Ibsen como dramaturgo. Pero el genio se complace en los aspectos sombríos de la vida. Sus criaturas pierden humanidad y se debaten en la antítesis entre el ser y el parecer. El ojo inexorable de Ibsen percibe la duplicidad de la naturaleza humana.
Nacido en un hogar protestante, Ibsen confiesa que abandonó la religión a los 30 años. En una carta al dramaturgo Bfarnson predice que “caerán pronto todas las religiones”. Dos de sus obras tratan específicamente el tema religioso: Brand y César y Galilea. En Brand el héroe se rebela contra Dios, sólo para terminar arrollado por una avalancha que lo entierra vivo. César y Galilea representa la eterna búsqueda del hombre empeñado en encontrar la verdad que conduce a Dios, cuando, como escribió el apóstol Pablo, Dios está tan cerca de nosotros como nuestra propia respiración.
El honrado Torvaldo de la Casa de muñecas busca a Dios preocupado hasta la angustia por su salvación, en tanto que Nora espera el milagro de fe. Todos los personajes de Ibsen son portadores de un melodramático vacío espiritual, muertos para Dios, vivos tan solo para la muerte. “La muerte tiene agonías terribles pero muchas veces es dulce, comparada con la vida”, dice el dramaturgo, que todo lo espera de cielo abajo. Para él, como lo expresa en Un enemigo del pueblo, “los locos están en una temida y aplastante mayoría a todo lo ancho del mundo… El hombre más fuerte es aquél que está más solo”. ¡Negros y tristes pensamientos!
Luigi Pirandello le colocaba inmediatamente después de Shakespeare. Y su obra influyó en autores españoles como Benito Pérez Galdós y Jacinto Benavente. Pero la Academia sueca cometió la injusticia de no concederle el Premio Nóbel.