jueves, 27 de junio de 2019

Que cuarenta años de AP no son nada

Centro de Atención Primaria

De la nada, nada proviene

Nos detenemos en el interesante trabajo “La Atención Primaria desde dentro” y vemos la evolución de la medicina extrahospitalaria desde la creación de la medicina de familia, antes de que existiesen centros de salud. Sí, los ambulatorios tradicionales dieron cobijo durante un tiempo a los nuevos especialistas (junto a los médicos de cabecera tradicionales), antes de que fuesen construidos centros de salud, más apropiados, o que aquéllos se reformasen o simplemente cambiasen de denominación. Pero lo más importante era el cambio funcional: el médico de cabecera trabajaba de manera individual y el nuevo médico de familia habría de hacerlo en equipo (Equipo de Atención Primaria).

Y después de un recorrido histórico… 
  • Conferencia de Alma Ata (OMS, 1978). Crítica al hospitalocentrismo. Propuesta de reorientación de sistemas sanitarios, centrándolos en AP. 
  • Periodo conflicto 1978-1984 (6 años). Inexistencia de centros de salud. 
  • Real Decreto 137/1984, sobre Estructuras Básicas de Salud. Regulación de estructura, funciones, organización… de los CS, que sigue en vigor. 


…asistimos a la realidad actual:
  • Persiste el hospitalocentrismo.
  • Se acrecienta la fragmentación asistencial y la burocracia.
  • Se sufren cada día más los efectos de la medicalización.

Como consecuencia de las fórmulas de la nueva gestión (gerencialismo), de los cambios sociológicos que influyen en la conducta ciudadana y del desgaste profesional, el deterioro de la atención primaria es imparable.

La Administración Sanitaria, mediante las políticas establecidas o acordadas por los dirigentes de turno, detrae los presupuestos de AP, demostrando así que no le importa, y, con su maltrato, recorta los recursos humanos (“emigración médica”).

La población, movida por la estrategia del miedo, la creación de enfermedades o el sobrediagnóstico, es cada vez más demandante de asistencia y más exigente en los tiempos de atención (“inmediatez”).

Y los profesionales de la salud se ven desbordados por la presión asistencial, abrumados por la burocracia y por objetivos economicistas, aguantando a costa de su propia salud (burnout o desgaste profesional creciente). Los últimos conflictos suscitados, en forma de huelgas médicas y manifestaciones, hablan de malestar y de situación insostenible. Pero, de momento, la otra parte parece no inmutarse. ¿Hasta cuándo permanecerá insensible? Acaso hasta que desaparezca la AP*: cuando ya no exista, el problema habrá desaparecido definitivamente. Mala cosa.



Importancia de la atención primaria de salud
***
Atención primaria en otros países
La figura del médico general sigue siendo central, aunque hay otros profesionales que se han integrado en el trabajo ambulatorio, con organizaciones y peculiaridades diversas en los distintos países europeos, sin fundamento científico que justifique la mayoría de las diferencias.
Todos los ciudadanos portugueses e inmigrantes tienen derecho a asistencia sanitaria gratuita, aunque existe copago en la consulta, pruebas diagnósticas, farmacia y urgencias. La provisión de servicios es regional y una mezcla pública y privada ocasionando fragmentación de servicios y desigualdades importantes. Los médicos son funcionarios. El salario está regulado y depende del número de años trabajados y las guardias realizadas. Las funciones médicas son similares a las de los profesionales españoles. El médico tiene función de 'gatekeeper', pero el sistema es imperfecto y los ciudadanos con atención privada tienen acceso directo a especializada.

martes, 25 de junio de 2019

Drama de una atención primaria masificada

Torbellino.

Palabras clave: sobrecarga, incomunicación, burocracia, incertidumbre, desorden, consumismo, confusión, desconfianza, fragmentación, menosprecio, desaliento.

De las múltiples anomalías de la atención primaria de salud, que obedecen a diversos factores —propios y ajenos—, basten los siguientes ejemplos:

Cuando estás atendiendo a un paciente complejo, que requiere su tiempo, y te asignan un paciente sin cita por una nadería. 

Cuando alguien dice que no duerme e inmediatamente se le da un somnífero, en lugar de investigar las causas de su insomnio. 

Cuando precisas una exploración física completa y te echan en la mesa varios formularios para que los cubras.

Cuando alguien pide un tranquilizante a través de una consulta telefónica y no hay argumentos para darlo o negarlo. 

Cuando te consulta un paciente polipatológico y al mismo tiempo te pide que informes al psicotécnico de que no tiene problemas para conducir un vehículo.

Cuando no se recomiendan estatinas en mayores de 75 años en prevención primaria y otro facultativo les insiste a pacientes de ese perfil en que las tomen.

Cuando tu lista de pacientes está repleta y, en medio de la faena, te indican que abandones la consulta para atender una urgencia distante.

Cuando la petición de una prueba diagnóstica es un suplicio papeleril, en contraste con la simplicidad hospitalaria.

Cuando a un niño le indican paracetamol e ibuprofeno para la fiebre y tratas de convencer a la madre de que un solo antipirético es suficiente.

Cuando la descripción de una lesión cutánea no basta y, dudando de tu aptitud, te exigen adjuntar una imagen que lo demuestre.

Cuando adviertes que cada especialista va a la suyo y la atención integral se desmorona por la fragmentación asistencial.

Cuando te consultan simultáneamente múltiples problemas y te ves humanamente imposibilitado para darles respuestas adecuadas.

Cuando compruebas que la noble idea de solidaridad (propugnada por Julian Tudor-Hart) se ha convertido en pernicioso consumismo. 

Y valga una reflexión ajena*, con imagen incluida. 
"Navegamos por el [amenazante] mar de la incertidumbre, donde además de la parte visible del iceberg de la desmoralización, de la sobrecarga, de la falta de reconocimiento que podamos percibir, hay una gran parte sumergida, que condensa varios de los peligros que tiene la AP, peligros que conviene avistar para evitar que choquemos con ellos...", y vayamos a pique.
*Del interesante trabajo "La Atención Primaria desde dentro".


Creemos que las soluciones a este drama de la atención primaria de salud han de pasar por: la regulación asistencial, la confianza mutua y el respeto profesional.

No es bueno tragar hasta empacharse o reventar...

(Escena de los huevos)
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EL DRAMA DE LA ATENCIÓN PRIMARIA
Rescato una carta al director de 2002, motivada por la especial tensión en un centro de salud ante una sobrecarga laboral inusitada, un mal que pronto afectaría a otros centros. (Los sanitarios expusieron su queja en carteles informativos y enseguida fueron retirados por orden de la gerencia, fundada en motivos políticos”). Traté de reflejar en ella la realidad de nuestro particular drama profesional que, después de tantos años, y aun con mejoras como la receta electrónica, en esencia permanece.


Los médicos generales, los clásicos “de cabecera”, han dado paso a una mayoría de médicos “de familia”, con el mismo cometido teórico pero con cambios substanciales en la práctica: más horas de dedicación, exclusividad laboral (sin actividad privada), manejo de historias clínicas, funciones educativas, investigación, etc.

Entre otras finalidades, se pretendía una mayor eficiencia, un conveniente acercamiento al paciente (o sea, mejorar la relación médico-paciente), la simplificación burocrática, el aumento de la capacitación y la racionalización del gasto, dentro de una atención integral –preventiva y asistencial– de calidad. “¡Perfecto, me apunto!”, accedieron los ilusionados facultativos a las visionarias propuestas de los gestores de la Sanidad Pública. “¡Vaiche boa!”, dijeron los más escépticos. Y yo, que no estaba entre éstos, ahora reconozco a mi pesar: “¡Canta razón tiñan!”.

Pues ¿saben cuál ha sido el pago a la entrega de los profesionales? ¡Atiendan!: retirada de auxiliares de clínica (de inestimable ayuda en las consultas), incremento progresivo de la burocracia (¡imparable!), denegación de medios de transporte para la asistencia domiciliaria (¡obligados a usar su vehículo particular o un transporte público!), deber de asumir el trabajo de otros compañeros cuando se ausentan por permiso reglamentario o baja laboral (¡se ahorra limitando los recursos humanos!). Hablo como médico, pero el cuento es aplicable a la enfermería.

En suma, los médicos generales, de cabecera, de familia, o cómo se quiera, que da lo mismo, “solos ante el peligro”, tomando aire para cubrir recetas (una por una, no como en otros países del entorno que nos aventajan en este tema) y demás papeleo: volantes, partes, informes, certificados e impresos varios que sería prolijo referir (¡qué enorme gasto de papel y qué pérdida de tiempo!). 

Solos, preparados para salir a la puerta y llamar por turno a cada paciente, dar explicaciones, atender quejas y sugerir silencio. 

Solos, listos para atender el teléfono, aunque en ese momento se encuentren palpando un abdomen o realizando otra exploración clínica (¿acaso no están para todo?). 

Solos, dispuestos a que los movilicen desde el 061, a dejar la consulta cuando lo requieran (¡al traste con la cita previa!); pero obligados a retornar y enfrentarse de nuevo con su soledad.

Solos, rezando para que no les acumulen el trabajo de otros (¡que con el suyo ya tienen suficiente!), a cambio de nada, ni tan siquiera de compensación moral.   

Solos, con mayor presión y más obligaciones que nunca (¿algún otro profesional tiene tanta responsabilidad?).

Solos, singularmente proletarizados, sin vacaciones de maestro ni... (¡ya saben!). 

Solos, agobiados, estresados, desmotivados, desencantados, desmoralizados, distanciados de los pacientes o “usuarios”... en una palabra, ¡quemados! ¿Nada más?... Les juro que nada menos.

domingo, 23 de junio de 2019

Desafíos y vejaciones


El mejor modo de vengar la injuria es no parecerse al que la infirió.
Marco Aurelio

Cuando nos paramos a contemplar las encomiendas profesionales, en número creciente a lo largo de los años, y los objetivos, que van haciéndose más difíciles de alcanzar, observamos un continuo desafío, una puesta a prueba cada vez mayor de las capacidades y de la resistencia, y al mismo tiempo una clara vejación. Con impuestos desafíos y ruines vejaciones, vamos resistiendo a duras penas.
Desafío: reto, provocación, amenaza, incitación...
Vejación: maltrato, humillación, afrenta, ofensa, burla, injuria...
Y al reparar en la obra musical Vexations (Vejaciones) de Erik Satie, hallamos una pieza interminable, con sus 840 repeticiones, que hace pensar a los analistas en una burla y/o un desafío al intérprete. También en otras interpretaciones: autoflagelación, melancolía, amoroso dolor. Pero continuarán los interrogantes sobre este singular compositor, admirado por otros músicos y artistas.

Vexations (Vejaciones), Erik Satie

jueves, 20 de junio de 2019

Medicalización de la vida: un problema de salud


La medicalización de la vida es uno de los problemas que actualmente contribuyen a la masificación de las consultas del Médico de Familia y de los Servicios de Urgencias, provocando, a la vez, dificultades para proporcionar una atención de alta calidad y frustración en una buena parte de los profesionales. Entendemos por medicalización el proceso de convertir situaciones que han sido siempre normales en cuadros patológicos y pretender resolver, mediante la medicina, situaciones que no son médicas, sino sociales, profesionales o de las relaciones interpersonales. La medicalización es un proceso continuo que se autoalimenta y crece de forma constante, facilitado por una situación en la que la sociedad va perdiendo toda capacidad de resolución y su nivel de tolerancia. Su origen es multifactorial, existiendo diversas causas y actores implicados (sociedad, medios de comunicación, industria farmacéutica, políticos, gestores y profesionales sanitarios), jugando el sector sanitario un papel fundamental en dicho proceso. Los profesionales sanitarios son, a la vez, actores y víctimas de dicho proceso. Presentamos en este documento una reflexión sobre el proceso de medicalización de la vida y los factores intervinientes.
Medicalización de la vida, Revista Clínica de Medicina de Familia 
Detrás de la medicalización, los intereses espurios*. Frente a ella, convencerse de su inconveniencia, concienciando de que la vida no es una enfermedad (¡a dónde hemos llegado!), educando y aplicando el sentido común.


Medicalización de la vida, Benjamín González Miranda
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Entradas relacionadas

Reflexión anexa
La progresiva medicalización de la vida ha ido produciendo un deterioro asistencial que obliga a ver masas de individuos en vez de personas, lo que desvirtúa la esencia de la medicina («la más humana de las ciencias y la más científica de las humanidades», Pellegrino dixit).

martes, 18 de junio de 2019

Paradojas sanitarias


A partir de un tuit que entraña una paradoja sanitaria...


...se suscitan otros mensajes que entrañan parecida contradicción:
  • El médico de familia no puede solicitar un TAC cerebral, pero está obligado a atender una urgencia neurológica o psiquiátrica. (Nota informal)
  • Al médico de familia le permiten ahora pedir pruebas que antes tenía vetadas..., pero debe rellenar engorrosos formularios inhibitorios, pues ocupan más tiempo que una exploración física.
  • Financian nuevos medicamentos y luego le aconsejan al facultativo que no los prescriba.
  • La prescripción de CODEÍNA simple exige “visado” de receta, pero la combinación de CODEÍNA+PARACETAMOL no tiene trabas. 
  • En tiempos de saturación agendas médicas y creciente burocracia, los gestores sanitarios cacarean calidad y humanización.
  • Hay una sola Tarjeta Sanitaria Europea, pero tenemos diecisiete tarjetas sanitarias autonómicas.
Y es que de ideas irracionales, disparates, contrasentidos, expresiones inverosímiles o absurdas, vamos sobrados en esta tierra nuestra, singular y contradictoria. Por eso aún puede dar mucho de sí el hastag #paradojasanitaria.
"Los médicos gallegos buscan trabajo en Portugal, los ciudadanos portugueses buscan atención sanitaria en Galicia"
También hay paradojas melódicas. Pensar que uno de los tres compositores más grandes de la historia fue arrojado a la fosa común... 

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Entrada relacionada

viernes, 14 de junio de 2019

Controlar el temor

Alarcón

No sientas miedo nunca sin razón...
Por eso pienso que este cuento del gallo deberían saberlo todos los que tienen castillos y fortalezas a su cargo, para no dejarse atemorizar con amenazas o con engaños, ni con fosos ni con torres de madera, ni con otras armas parecidas que sólo sirven para infundir temor a los sitiados. Aún os añadiré otra cosa para que veáis que sólo os digo la verdad: jamás puede conquistarse una fortaleza sino escalando sus muros o minándolos, pero si el muro es alto las escaleras no sirven de nada. Y para minar unas murallas hace falta mucho tiempo. Y así, todas las fortalezas que se toman es porque a los sitiados les falta algo o porque sienten miedo sin motivo justificado. Por eso creo, señor conde, que los nobles como vos, e incluso quienes son menos poderosos, deben mirar bien qué acción defensiva emprenden, y llevarla a cabo sólo cuando no puedan evitarla o excusarla. Mas, iniciada la empresa, no debéis atemorizaros por nada del mundo, aunque haya motivos para ello, porque es bien sabido que, de quienes están en peligro, escapan mejor los que se defienden que los que huyen. Pensad, por último, que si un perrillo al que quiere matar un poderoso alano se queda quieto y le enseña los dientes, podrá escapar muchas veces, pero si huye, aunque sea un perro muy grande, será cogido y muerto enseguida.
Fragmento del cuento XII de El conde Lucanor, de Don Juan Manuel 

Válganos como ejemplo que nos aconseja controlar el temor. Y sírvanos de excusa para ilustrar esta entrada con un vídeo sobre el castillo medieval.


*** 
Miedo a la soledad y miedo a la multitud.
Miedo a lo que fue.
Miedo a lo que será.
Miedo de morir.
Miedo de vivir.
E. GALEANO, El miedo global

ANEXO: POEMAS SOBRE EL MIEDO Y LA ANGUSTIA*
A la espera de la oscuridad, Alejandra Pizarnik [Análisis AQUÍ]
Anhelo, Laura Victoria –amor
Busca y anhela el sosiego, Rosalía de Castro
Cobardía, Amado Nervo –atracción, amor
El abismo (Le gouffre), Charles Baudelaire** [Análisis –y de otros poemas– AQUÍ]
El miedo, Pablo Neruda*** [Análisis AQUÍ]
El miedo, Alejandra Pizarnik [y AQUÍ. Análisis AQUÍ]
El miedo global, Eduardo Galeano [variante AQUÍ]
El miedo manda, Eduardo Galeano
Eterna sombra, Miguel Hernández [Un análisis AQUÍ]
Gacela de la terrible presencia, de Federico García Lorca+ –Lectura AQUÍ
Inexplicable angustia, Rosalía de Castro****
Insomnio, Dámaso Alonso [y AQUÍ] [Comentario AQUÍ] –angustia, postguerra
Miedo a la vida, Marilina Rébora –Dios
Los sinónimos, Francisco Brines –escepticismo, desconfianza
Pensando (Thinking), Walter D. Wintle
Remordimiento póstumo (Remords posthume), Charles Baudelaire –angustia
Reversibilidad (Réversibilité), Charles Baudelaire
Sé todos los cuentos (Yo no sé muchas cosas, es verdad), León Felipe++
–Lectura AQUÍ. Canción AQUÍ
Yo voy soñando caminos, Antonio Machado***** [Análisis AQUÍ
angustia existencial, camino (símbolo), tarde –Lectura AQUÍ. Canc. AQUÍ
Vergüenza, Gabriela Mistral

*En estos dos temas relacionados, incluimos conceptos a su vez relacionados:
–Miedo: Temor, Terror, Timidez, Vergüenza, Cobardía.
–Angustia: Ansiedad, Desasosiego, Desazón, Inquietud, Desesperación.

**La inmensidad que abruma.
Tengo miedo del sueño como de una ancha sima
lleno de un vago horror, que lleva a no se dónde;
contemplo el infinito en todas las ventanas...
El abismo

***El poeta recibe consejos, que no sigue, pero tiene miedo.
Tengo miedo de todo el mundo, 
del agua fría, de la muerte. 
Soy como todos los mortales, 
inaplazable.

****La angustia existencial del poeta se refleja en el poema como inexplicable.
Inexplicable angustia
hondo dolor del alma,
recuerdo que no muere,
deseo que no acaba…

*****La angustia existencial del poeta se desata en los caminos de la tarde.
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!
(...)
En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.

+Poema de Diván del Tamarit, poemario que García Lorca comenzó a escribir antes de 1931 y que concluyó recién en el verano de 1935, siendo publicado en 1936, pocos meses antes de su muerte. Diván es una palabra persa que primero designó la habitación donde los escribas hacían el inventario; más tarde denominó el libro donde se escribía. En árabe llegó a significar un cancionero, es decir, un conjunto determinado de una clase de poesías. Tamarit era el nombre de una propiedad que la familia de los García Lorca tenía en Granada [Huerta del Tamarit o de San Vicente]. El poemario Diván del Tamarit está compuesto de dos partes. La primera incluye doce once gacelas y la segunda parte incorpora nueve casidas. La gacela (del árabe ghazel) es una composición estrófica breve dedicada exclusivamente al tema amoroso, aunque en este caso incorpora elementos del tema de la muerte [«Gacela de la muerte oscura»], también. La casida (del árabe kasida) es una composición estrófica más extensa, de carácter clásico, de tema variado y que generalmente empieza por una introducción. [Poemario: Diván del Tamarit]

++Original relación entre el miedo y los cuentos, que al hombre le cuentan, ya desde la cuna, para acallar su llanto y su voz.
(...) y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.

Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas).
...por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
D. ALONSO, Insomnio

Insomnio, Dámaso Alonso

Ese beso que a tiempo me pediste temblando
esta noche en mis labios es granada en sazón.
Dime, loco bohemio… ¿no presientes acaso
el panal que te ofrecen mis caricias en flor?
LAURA VICTORIA, Anhelo

Tengo miedo, Señor, pero no de la noche,
tampoco de la sombra, menos de la tiniebla;
es miedo de la aurora —refulgente derroche—
como miedo del mundo, cuando el mundo se puebla.
M. RÉBORA, Miedo a la vida

Ese instante que no se olvida,
Tan vacío devuelto por las sombras,
Tan vacío rechazado por los relojes,
Ese pobre instante adoptado por mi ternura,
Desnudo desnudo de sangre de alas,
Sin ojos para recordar angustias de antaño,
Sin labios para recoger el zumo de las violencias
perdidas en el canto de los helados campanarios
...
Sin manos para decir nunca,
Sin manos para regalar mariposas
A los niños muertos.
A. PIZARNIK, A la espera de la oscuridad

A la espera de la oscuridad, Alejandra Pizarnik

martes, 11 de junio de 2019

Sobre el buen uso de los antibióticos


El médico trata de educar al paciente sobre el buen uso de los antibióticos...
Me dijo que echaba esputos verdes y amarillos, y que como se iba a curar así, sin antibióticos. Le dije que el color del esputo no quiere decir que haya bacterias, que también se dan en las infecciones respiratorias causadas por virus y que el color del esputo depende del mayor o menor número de células inflamatorias (leucocitos). Que conozco bien lo molestos que son los síntomas porque padezco cada año dos o tres bronquitis agudas, que también toso y tengo esputos de ese color, que nunca he tomado un antibiótico y que estoy sano. Le añadí que cada vez que padezco una bronquitis aguda me paso dos o tres noches durmiendo en el sofá para no despertar a mi mujer con la tos. Y que no hay catarros o gripes mal curadas, sino que eso que llama así la gente pueden ser neumonías o sinusitis bacterianas que han complicado a la bronquitis aguda o a la gripe, y esas sí se tratan con antibióticos.
Joaquín Lamela (neumólogo), "La presión de pacientes y familiares sobre el médico"
...pero no es fácil conseguirlo. Convencer de la improcedencia de prescribir antibióticos en casos que no lo precisan es una de las tareas más duras con las que se baten los galenos. El miedo y la falta de confianza de los pacientes suponen un importante obstáculo individual. Además de la personalidad, la educación y el medio actúan como factores condicionantes. Cuando se añade la presión de los familiares, puede formarse un muro inexpugnable, contra el cual el más esforzado discípulo de Hipócrates puede claudicar. Y por si fuera poco, el tiempo, la duración del proceso, condiciona a menudo la prescripción, como también lo hace la indeseable práctica de una medicina defensiva. Con todo, no hemos de tirar la toalla, sino que debemos continuar nuestra lucha educativa, en este caso sanitaria.

Aula de pacientes: Uso adecuado de antibióticos.

Y como medicina y música van de la mano en este espacio, pasamos de la educación sanitaria a la musical, que comienza con el Do, Re, Mi... 

***
Antibióticos y puntos clave
  • Hay que prescribir un antibiótico cuando es necesario (precozmente si se trata de una infección bacteriana grave) y elegir el adecuado. 
  • Un alto porcentaje de prescripciones de antibióticos son inadecuadas.
  • Han de tenerse en cuenta los antecedentes de alergia a antibióticos.
  • En muchos vale un tratamiento antibiótico empírico; en otros conviene realizar un antibiograma para determinar la sensibilidad bacteriana.
  • Debe suspenderse un antibiótico si no hay respuesta deseada o si se presentan reacciones adversas importantes. 
  • El mal uso de antibióticos ha llevado a un nivel de resistencias bacterianas inaceptable.
  • El autoconsumo de antibióticos debe evitarse.
Prescripción de antibióticos en AP –Portal del Medicamento, SACYL

Antibióticos y posibles efectos secundarios: el caso de las quinolonas
Las tendinitis y roturas tendinosas inducidas por fluoroquinolonas, aunque infrecuentes, han sido documentadas en la literatura desde 1983. Ej.: rotura de tendón de Aquiles, rotura de extensor largo del pulgar, rotura del semitendinoso.

jueves, 6 de junio de 2019

Las mejores sinfonías

Fuente: ABC Cultura

Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio. Anton Chejov

Según una encuesta realizada entre directores de orquesta, la mejor sinfonía de la historia musical es la Sinfonía nº 3 «Heroica» de Beethoven. Pero también la nº 9 «Coral» figura entre las diez elegidas (se quedan fuera la famosísima Quinta, mi querida Sexta y la exuberante Séptima). Sin embargo, es Mahler el compositor que destaca con tres sinfonías en el ranking, yendo la nº 9 en primer lugar. Por nuestra parte, echamos de menos a otros sinfonistas, como Bruckner (su sinfonía nº 8 es preferida de Rattle) o Sibelius, de quien creemos que su sinfonía nº 7, y última, es la cima de su creación sinfónica. También nos gustaría incluir alguna sinfonía de Mendelssohn, Liszt, Bruckner, Dvorak, Sibelius o Nielsen. Entonces habría que alargar la selecta lista. *

  
Aquí se incluyen sinfonías de Bruckner (n° 8 y n° 7), Sibelius (n° 7) y Shostakovich (n° 5), además de otras de Beethoven (n° 5, n° 7 y n° 6), Brahms (n° 3 y n° 2) y Mozart (n° 40). [Las sinfonías de un mismo compositor se indican por el orden en el que figuran en la lista.]

Sinfonía nº 3 «Heroica» de Beethoven

Buenas interpretaciones de cada una de las sinfonías elegidas AQUÍ
***
Otra valoración crítica
Las diez mejores sinfonías. Incluye: Sinfonía nº 9 de Schubert, Sinf. nº 2 de Schumann, Sinfonía nº 5 de Tchaikovsky y Sinfonía nº 1 «Clásica» de Prokofiev.

Sitio web sobre la sinfonía

Grabaciones de sinfonías recomendadas
—Sinfonías de compositores citados en ranking de mejores sinfonías
Sinfonías de Mozart (Discografía de las principales Sinfonías de Mozart) + 35-41
Sinfonías de Beethoven (Mis versiones "diez" de las 9 Sinfonías de Beethoven)
—Sinfonías de otros compositores importantes
Sinfonías de Nielsen (+ otras obras orquestales)

martes, 4 de junio de 2019

La dignidad del médico de familia

Dignidad. Cualidad de digno, que se comporta con responsabilidad, seriedad y respeto (hacia sí mismo y hacia los demás), y que se hace respetar, no dejando que lo humillen ni degraden.

La dignidad del médico de familia exige:

Asumir un código ético, incluyendo quizá las “4H” de Osler: humildad, honestidad, humanidad y humor.


Entregarse a su labor profesional, pero sin autoflagelarse.

Realizar un trabajo digno, lo cual supone un salario justo y derechos laborales, pero también unas condiciones decentes.

Saber comunicar de manera correcta, de modo que el paciente comprenda.

Mantener su competencia profesional, respetando unos principios básicos en los que reconoce sus limitaciones y sus errores. 

Aspirar a un legítimo reconocimiento profesional.

Disponer de seguridad frente a las agresiones, triste fenómeno creciente.


Cuestionarse su labor cuando supone una continua carrera de obstáculos y lo supera el estrés.  Porque, ¡no lo olvidemos!, el médico también enferma.

#dignidad

The Doctor-Comfortably Numb (Confortablemente adormecido), Pink Floyd
***
La dignidad hace referencia al valor inherente del ser humano por el simple hecho de serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad.

ANEXO: AFORISMOS SOBRE LA DIGNIDAD
  • La dignidad no consiste en tener honores, sino en merecerlos. (Aristóteles)
  • Hablan de la dignidad del trabajo. ¡Bah! La dignidad está en el ocio. (Herman Melville)
  • El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro. (Concepción Arenal)
  • Prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado. (Emiliano Zapata)
  • Vale más un minuto de pie que una vida de rodillas. (José Martí)
  • Lo que más indigna al charlatán es alguien silencioso y digno. (Juan Ramón Jiménez)
  • Amar y sufrir es, a la larga, la única forma de vivir con plenitud y dignidad. (Gregorio Marañón)
  • Toda la dignidad del hombre está en el pensamiento. (Blaise Pascal)
Alegoría de la dignidad

domingo, 2 de junio de 2019

Del amor espejismos traidores...



En sus ojos rasgados y azules, 
donde brilla el candor de los ángeles, 
ver creía la sombra siniestra 
de todos los males. 

En sus anchas y negras pupilas, 
donde luz y tinieblas combaten, 
ver creía el sereno y hermoso
resplandor de la dicha inefable. 

 Del amor espejismos traidores, 
risueños, fugaces... 
cuando vuestro fulgor sobrehumano 
se disipa... ¡qué densas, qué grandes 
son las sombras que envuelven las almas 
a quienes con vuestros reflejos cegasteis!

ROSALÍA DE CASTRO, En las orillas del Sar (1884)


Suite Judy Blue Eyes - Crosby, Stills & Nash