Como se puede leer en la Wikipedia, “la costumbre otoñal e infantil de vaciar calabazas y tajar en su cáscara ojos, nariz y boca buscando
una expresión severa, está lejos de ser una costumbre estadounidense importada.
En Portugal y Galicia esta es una tradición ancestral que tiene raíces en el culto (o rito) celta de las cabezas cortadas”. En la cultura gallega es el Samaín (adaptación de la palabra gaélica Samhain: "fin del verano"), una tradición que se mantuvo hasta hace unos treinta años. Como vemos, nos viene de fuera (Halloween) lo que ya teníamos dentro.
jueves, 31 de octubre de 2013
viernes, 25 de octubre de 2013
Medicina y Música
Music and Medicine |
Medicina y Música: ciencia y arte. La Medicina es ciencia y arte, "la ciencia de la incertidumbre y el
arte de la probabilidad", según William Osler; con más rigor, la ciencia
y el arte de prevenir, curar y aliviar las enfermedades humanas, del cuerpo y
de la mente. Y en palabras
de Edmund Pellegrino, “la más humana de las ciencias y la más científica de las
humanidades”. La Música es arte, el arte de las musas, el arte
de combinar los sonidos (de la voz humana y/o los instrumentos), utilizando los
principios fundamentales de la melodía, el ritmo y la armonía; "la aritmética de los sonidos", dijo Claude Debussy.
La Medicina puede destruir, pero es creativa en su esencia; no sólo en el área de la cirugía plástica, también en la clínica, aunque sus creaciones sean efímeras, desmoronándose como un castillo de arena o derritiéndose como una escultura de hielo. La Música también es constructiva, provechosa para el espíritu y capaz de aliviar los males del alma, por su espontáneo influjo o aplicada como terapia mediante el arte médico; también es efímera, sólo existe cuando se interpreta (“misteriosa forma del tiempo”, según la sutileza de Jorge Luis Borges).
La Medicina puede destruir, pero es creativa en su esencia; no sólo en el área de la cirugía plástica, también en la clínica, aunque sus creaciones sean efímeras, desmoronándose como un castillo de arena o derritiéndose como una escultura de hielo. La Música también es constructiva, provechosa para el espíritu y capaz de aliviar los males del alma, por su espontáneo influjo o aplicada como terapia mediante el arte médico; también es efímera, sólo existe cuando se interpreta (“misteriosa forma del tiempo”, según la sutileza de Jorge Luis Borges).
Medicina y Música están interrelacionadas, pudiendo considerarse tres enfoques: A) preventivo, B) terapéutico y C) estético. Veamos:
- A) La Medicina aplicada a la Música: Prevención de lesiones de los músicos mediante la ERGONOMÍA MUSICAL.
- B) La Música aplicada a la Medicina: Tratamiento de enfermedades mediante la MUSICOTERAPIA.
- C) La Música contemplada en las Humanidades Médicas: ESTÉTICA MÉDICA (MÚSICA Y MEDICINA). En este apartado incluimos la cuestión de la creatividad musical en la enfermedad mental.
La Medicina trata de aliviar el dolor y el sufrimiento de los hombres; la Música también puede mitigar los padecimientos humanos. Y si pretendemos un símbolo médico-musical o representante médico-melódico, creo que nadie mejor que Quirón, el benefactor centauro –mitad hombre y mitad caballo– entre cuyos discípulos se cita al griego Asclepio (Esculapio para los romanos), el dios de la Medicina, a quien se reconocía como ascendiente de Hipócrates (c. 460-370 a.C.), el padre de la Medicina.
En este blog, que lleva el título de Medicina y Melodía, se amalgaman la ciencia-arte de la salud y el arte de los sonidos. Las principales entradas que interrelacionan Medicina y Música están recogidas en la pestaña “Música y Medicina”, que tanto monta. Sea pues dichosa esta unión, por el bienestar del cuerpo y del alma.
***
A veces, uno se debate entre lo médico y lo melódico...
Robert Gupta: Entre la Música y la Medicina
(Violinista de la Orquesta Filarmónica
de Los Ángeles, atrapado en la
decisión
entre una carrera como médico o violinista... y su su
lugar en el medio)
lunes, 21 de octubre de 2013
Vivir es compartir afectos
fuente |
–¿Qué tal, señora Filomena?
–Igual, doctor o peor incluso. Mi hijo Damián ya hace tres
años que no viene a verme...
–¿Cómo se encuentra, señor Julián?
–¿Cómo se encuentra, señor Julián?
–Cómo quiere que me encuentre. Mi mujer sigue
metida en esa maldita residencia...
–¿Ya le ha pasado el dolor de cabeza, señora Carmen?
–¿Ya le ha pasado el dolor de cabeza, señora Carmen?
–Para nada, y no pego ojo. No entiendo que mi
hermano Jacinto no me hable...
La vida es compleja y las relaciones humanas no son fáciles: pueden depararnos la mayor alegría o suscitar los peores dramas. Pero el aislamiento afectivo (la soledad no elegida o la sensación de abandono) es el principal factor etiológico de malestar, de sufrimiento. Los conflictos se propician, e in extremis el suicidio amenaza. La medicina no tiene respuesta y el médico sensible se ve impotente. En estos casos de ausencia de afectividad, la terapia más adecuada no es un fármaco, la solución no está en ningún compuesto químico. El tratamiento adecuado supone ir a la causa que genera la dolencia. Pero claro, no siempre es fácil eliminar esa causa (que el hijo retorne, que el cónyuge se acerque, que el hermano lo abrace…) y conseguir con ello el retorno afectivo que el doliente precisa. Entonces nos queda la terapia sustitutiva que aminore su sufrimiento, que le devuelva las ganas de vivir: otro calor humano, otras fuentes afectivas, otra comprensión paliativa. Se hace imprescindible el amistoso apoyo, el aliento familiar y el amparo social. Una palabra, un beso, un gesto, una caricia… son en muchas ocasiones las mejores medicinas. Vivir es compartir afectos.
La vida es compleja y las relaciones humanas no son fáciles: pueden depararnos la mayor alegría o suscitar los peores dramas. Pero el aislamiento afectivo (la soledad no elegida o la sensación de abandono) es el principal factor etiológico de malestar, de sufrimiento. Los conflictos se propician, e in extremis el suicidio amenaza. La medicina no tiene respuesta y el médico sensible se ve impotente. En estos casos de ausencia de afectividad, la terapia más adecuada no es un fármaco, la solución no está en ningún compuesto químico. El tratamiento adecuado supone ir a la causa que genera la dolencia. Pero claro, no siempre es fácil eliminar esa causa (que el hijo retorne, que el cónyuge se acerque, que el hermano lo abrace…) y conseguir con ello el retorno afectivo que el doliente precisa. Entonces nos queda la terapia sustitutiva que aminore su sufrimiento, que le devuelva las ganas de vivir: otro calor humano, otras fuentes afectivas, otra comprensión paliativa. Se hace imprescindible el amistoso apoyo, el aliento familiar y el amparo social. Una palabra, un beso, un gesto, una caricia… son en muchas ocasiones las mejores medicinas. Vivir es compartir afectos.
***
Iba a traer Over the rainbow como ilustración sonora, pero al final me he decidido por la Quinta sinfonía de Sibelius, que como dice un biógrafo del compositor finlandés es "una gradación plena de la vida hasta el final. Triunfal". Y esta interpretación me parece extraordinaria.
Sinfonía nº 5 de Jean Sibelius
miércoles, 16 de octubre de 2013
Sobre pacientes difíciles
Paciente difícil |
Grupo heterogéneo de pacientes, frecuentemente afectados de enfermedades relevantes, cuyo único rasgo común es la capacidad de producir distrés en el médico y el equipo que los atienden. O'Dowd
Paciente conflictivo es simplemente aquél que consigue hacerte sentir ese desagradable nudo en el estómago cada vez que lees su nombre en el listado de pacientes del día. Ellis
Paciente difícil es la persona que provoca de forma habitual una sensación de angustia o rechazo en el profesional. Martin
Estas definiciones han sido extraídas del artículo enlazado abajo, de las que se concluye que son pacientes difíciles o "problemáticos" los que tienen la capacidad de causar sensaciones displacenteras en los profesionales, tales como pérdida de control, enojo, frustración o rechazo. Todos los profesionales admiten tener pacientes difíciles (prevalencia entre el 1% y el 3%), que por lo general son hiperfrecuentadores, lo que supone que al menos un 10% de las consultas pueden definirse como difíciles. Sin embargo, se prefiere hablar de "relaciones difíciles médico-paciente" (o "enfermera-paciente").
Todo encuentro médico-paciente puede ser difícil, o tener componentes problemáticos, por ambas partes. Se dice que detrás de un paciente difícil puede haber un médico problemático. Pero tampoco podemos negar la variedad de usuarios/pacientes complicados o “especiales”, incluso algunos que pretenden llevar el “empoderamiento” hasta la subyugación del médico, mostrando hostilidad o agresividad. De todo hay en esta sociedad cada vez más enloquecida.
Sin duda, el enfermo tiene sus temores, es vulnerable y debemos ponernos en su
lugar para darle una respuesta adecuada. Se precisa tacto, paciencia,
comprensión y, en consultas masificadas –más repletas de usuarios que de pacientes– gran esfuerzo por parte del terapeuta
para mantener la calma y no llegar al desgaste profesional. Más en estos
tiempos de declive económico y espiritual.
No, no hay pacientes difíciles; hay individuos que sufren y
no aceptan sus padecimientos, y otros con trastornos mentales y/o de
personalidad que precisan apoyo psiquiátrico. Suponen un reto en la consulta
diaria. Veámoslos como sufrientes. Son parte de nuestra razón de ser médicos.
Getting Better- The Beatles
Getting Better- The Beatles
[Vídeo post. por eliminación del previo]
El paciente odioso
El psiquiatra estadounidense J. E. Groves describió un tipo de pacientes a los que denominó «pacientes odiosos», porque provocan en el profesional sanitario que les atiende sentimientos de contratransferencia como odio y temor, sin ocasionar enfermedad psiquiátrica alguna. Y se dice que esos pacientes tienen el síndrome de Groves o del paciente odioso. [post.]
El buen paciente
El doctor Juan F. Jiménez Borreguero nos habla en su blog ‘‘Humanismo médico vs burocracia’’ de los 7 principios para ser un buen paciente, resumidos en siete preceptos: 1. Confianza en el médico, 2. Conciencia y valoración del acto médico, 3. Responsabilidad personal, 4. Respeto a la dignidad humana, 5. Conciencia de la realidad social asistencial, 6. Ser concretos en la consulta, y 7. Saber ser pacientes.
lunes, 14 de octubre de 2013
Talidomida y seguridad de los medicamentos
Las enseñanzas que nos dejó la talidomida |
El uso de la talidamida, fármaco comercializado entre 1957 y 1963 como sedante y calmante de las náuseas durante los tres primeros meses de embarazo, supuso la llamada "catástrofe de la talidomida", debido a las malformaciones congénitas consecuentes a sus efectos teratogénicos, en particular focomelia (carencia o excesiva cortedad de las extremidades). Al saberse de la gravedad de sus efectos, el fármaco fue retirado del mercado, y en España se hizo en el último momento. Como no hay mal que por bien no venga, a partir de ese momento se promovieron leyes para un adecuado control de los fármacos, antes y después de su comercialización, y en definitiva para la mayor seguridad en el uso de los medicamentos. La primera víctima de la talidomida se conoció en 1956 en Alemania (un año antes de su comercialización), y 57 años después llega aquí el juicio de las víctimas de la talidomida.
No me deja de admirar la capacidad de superación de la adversidad de muchos pacientes (#admirablespacientes), y desde luego la de las victimas de la talidomida. Y como muestra la del barítono alemán Thomas Quasthoff…
jueves, 10 de octubre de 2013
Impromptus médicos (2)
Ver primera parte: Improntus médicos (1)
MEDICALIZACIÓN
MEDICALIZACIÓN
- El problema no es el precio de los medicamentos, sino la medicalización de la sociedad.
- Considerando la invención de enfermedades (disease mongering), podría ser otra la significación de TDAH: Trastorno Dirigido Al Hiperconsumo.
- La Medicina es personalizada en su esencia; siendo una obviedad, no se puede reinventar.
- La Medicina que se queda en lo técnico es ciencia enferma.
- Un médico atiende a un ciudadano enfermo o herido en la vía pública fuera de horario laboral. Y como pago, si enferma le recortan el sueldo.
- Galeno dixit: "No pido vacaciones de maestro ni sueldo de controlador aéreo, pero sí el mismo reconocimiento que un juez".
- El médico de cabecera pierde el 80% de su tiempo en tareas inútiles (impuestas, y no por Pareto).
- Si el médico de familia cobrase por todo lo que hace y no le corresponde sería archimillonario.
- Si nos preocupamos por retrasar la muerte y no por vivir la vida, estamos viviendo la muerte o muriendo en vida.
- No podemos evitar la muerte, pero podemos hacerla menos dolorosa.
- La dignidad con la que algunos pacientes llevan una enfermedad grave e incurable me hace empequeñecer.
- Atendiendo al coste social y no al individuo, se acabará viendo a los pacientes crónicos como a los apestados de antaño.
- Aquí no se ha puesto en valor la Sanidad: nunca ha habido MINISTERIO DE SANIDAD/SALUD sin más, siempre + OTRAS COSAS.
- Para llorar: gastos médicos no cubiertos por sistema público siendo necesarios (como los odontológicos) NO desgravan, pero ¡cuotas a partido político SÍ!
- Prevenir no siempre es mejor que curar. Entonces, curémonos del exceso de prevención.
- Parafraseando a Don Juan Manuel: De la prevención viene mucho bien, de la prevención viene mucho mal.
- La Sanidad ya está semiprivatizada con tantos "conciertos".
- Gran problema de seguros médicos privados: fuera de la estancia hospitalaria, ¡no costean los medicamentos!
- La productividad en salud es difícil de medir y fácil de falsear.
- Lo importante para el que evalúa o audita no es lo que se haga, sino lo que se registre.
- Muchas consultas médicas derivan de un temor y una inseguridad cada vez más preocupantes.
- Es más importante la información “cálida” del paciente que la “fría” de los datos biométricos.
- Las autoridades sanitarias hispanas convirtieron al paciente en usuario.
- Los mismos responsables convirtieron al médico de cabecera o de familia en intermediario.
- El cuerpo humano no es perfecto, es adaptable.
- Ahora es difícil hacer entender que a edades avanzadas lo único que se tiene son años.
- Se informatizaron las consultas sin tener en cuenta las normas básicas de la ergonomía.
- El estrés laboral es un fenómeno creciente y minusvalorado en el ámbito sanitario público.
- Han convertido los Servicios Sociales en instrumentos de burocracia.
- Importa el servicio social diligente, sin perder tiempo en demasiadas diligencias.
- No hay un Sistema Nacional de Salud, sino 17 servicios autonómicos no cohesionados.
- El paradójico sistema sanitario hispano oscila entre la complacencia y las trabas más diversas.
- En torno a la enfermedad, no es raro que se exagere lo banal y se minimize lo grave.
- Se ha vendido tanto la sociedad del bienestar que casi todo el mundo siente malestar.
- Hablamos tanto y tanto de innovar, que dejaremos de comunicar.
- Cuántos más medios tecnológicos existen, más distancia hay entre el médico y el enfermo.
- Desciende el número de pacientes pero aumentan los motivos de consulta; en consecuencia, la carga de trabajo es mayor.
- Reconocer y no compensar es como aplaudir y no gratificar.
- A los sanitarios que obtuvieron un título no se les avisó de que tenían que disponer de carnet de conducir y de vehículo.
- Mientras políticos disponen de coches oficiales de lujo, sanitarios públicos usan sus vehículos para atender a pacientes en domicilios.
- En España no hay Servicios de Urgencias Extrahospitalarias de 8 a 15 horas, excepto festivos: ¡una carencia organizativa!
- Nuestra particular "cultura de la urgencia médica" proviene de la deficiente educación sanitaria... y general.
- Contra el violento debe imponerse ¡tolerancia cero! Mas en la práctica es un quiero y no puedo.
- En lugar de aplicar medidas serias contra la violencia en los centros sanitarios, la Administración designa a los sanitarios como "porteros".
- Los problemas con visados de fármacos entorpecen la labor médica y probablemente aumentan el gasto.
- A quien ideó los formularios de visado de recetas había que hacerle un monumento... bajo tierra.
Impromptu Op. 90 nº 3 de Franz Schubert
lunes, 7 de octubre de 2013
Impromptus médicos (1)
AGENDA MÉDICA
- La consulta médica de 5 minutos induce prescripciones aceleradas y aumenta el gasto sanitario.
- La escasez de tiempo y la prisa conducen a sobrediagnóstico e infradiagnóstico.
- En actitud paternalista, antes el médico trataba a su paciente. Hoy con empoderamiento, éste le hace ver que ya no es suyo.
- Preocuparse en exceso por las cosas y el temor continuo a enfermar acarrea enfermedades.
- La AP nunca ha sido prioritaria en Hispania para la autoridad sanitaria.
- Una cuestión trascendente en AP: la necesidad de dejar de hacer para poder hacer.
- El autocuidado precisa un poco de educación sanitaria y mucho de sentido común. Mejorarlo es como combatir el paro, una ardua labor.
- La falta de "cultura de autocuidados" conlleva inseguridad y fragilidad.
- La grandeza de un médico se mide por su honesta labor y el humilde reconocimiento de su limitación.
- Todo en beneficio del paciente, con justicia y respetando su libre decisión.
- Cuanto más se habla de desburocratizar, más aumenta el papeleo desalentador.
- El médico de familia, ahora denominado MAP (Médico de Atención Primaria), es en realidad un MEP (Médico Especialista en Papeles).
- Exigencias de la calidad asistencial: racionalizar acceso, limar hiperfrecuentación, eliminar burocracia inútil, reorganizar, dotar...
- Sin límite de pacientes no se puede esperar eficacia y eficiencia, ni impedir la degradación asistencial.
- Se piden certificados médicos injustificados con la rutina exclusiva de un país de pandereta.
- Si un Ayuntamiento pretende que el médico de cabecera certifique la "aptitud laboral”, debe contratarlo como seleccionador de personal.
- La buena comunicación puede mejorar el estado del paciente, sin necesidad de física ni química.
- Las barreras de comunicación deben ser barridas para llegar al paciente
- Gran inequidad: NO copago de medicamentos con pensión no contributiva y SÍ con la más pequeña pensión contributiva.
- Hay pensionistas muy ricos y “no pensionistas” muy pobres.
- Si la crisis económica es un factor de riesgo de suicidio, su mala gestión acrecienta ambos problemas.
- Mata más la pobreza que los pobres microbios.
- Es triste que un sanitario enfermo tenga que ir a trabajar como sano para que no le descuenten.
- Obligado y satisfecho como médico, pero recortado en salario y en derechos.
- Comprender el dolor ajeno es un don que aligera el propio.
- En algunas unidades del dolor lo matan a cañonazos.
- La salud no tiene precio… pero, por desgracia, tiene un coste.
- Más allá de patologías crónicas, no parece conveniente el “gratis total” de la prestación sanitaria.
- La deficiente información sobre un medicamento acarrea problemas de seguridad, confianza y cumplimiento.
- No hay medicamentos gratis: los pagan otros.
- Se ha financiado lo superfluo (p.ej. cremas hidratantes) y se sigue excluyendo lo básico (p.ej. tratamiento dental).
- Quienes deciden la financiación sanitaria parecen andar perdidos o estar interesados.
- En gestión sanitaria sobran (des)planificadores de despacho y faltan mentes pensantes.
- En materia de gestión sanitaria hay diferentes ideas brillantes; el problema es acertar al aplicarlas y que brillen los resultados.
- Hay guías y protocolos de práctica médica que aumentan la incertidumbre.
- Mejor una guía clínica flexible que un rígido protocolo.
- Brujulear por la HCE de un paciente complejo lleva más tiempo que una exploración física.
- El manejo de demasiados datos en la HCE impide aprovechar los claves.
- Muchas bajas por enfermedad se deben en realidad a conflictos laborales.
- Propuesta de unificación de gestión: ¡Que las bajas laborales se tramiten donde se generan!
- Si el que espera desespera, no digamos el que desconoce su lugar en una lista de espera.
- La manipulación partidista de las listas de espera en sanidad provoca, cuando menos, vergüenza ajena.
jueves, 3 de octubre de 2013
Recogida de información clínica y su utilidad
Diamond |
He leído con interés una entrada del Dr. Salvador Casado en
la que considera los dos tipos de información reflejados en la Historia
Clínica. Uno, la “información dura”,
objetiva, medible y cuantificable; son los datos, los registros, las codificaciones...
Dos, la “información blanda”, no
medible ni fácilmente cuantificable; son las apreciaciones personales, vitales,
familiares, sociales…, enmarcadas en la esfera emocional y que incumben a la
medicina de familia por su competencia comunitaria. Podríamos apreciar estos
dos tipos de información como “fría” y “cálida”, respectivamente.
Ciertamente, la información dura (fría) es prioritaria para
los gestores, la única considerada en los controles de calidad realizados
mediante auditorías de los centros de salud. Y sin embargo, la información
blanda (cálida), no siempre recogida, por diferentes motivos (falta de tiempo, no
ponderación, reservas, condicionantes psicológicos) puede ser determinante en
la visión integral del problema de un paciente. El disponer de esta información
despeja muchas veces el campo de visión del clínico, simplifica su actuación y puede incluso evitar el exceso diagnóstico y/o terapéutico.
De modo que si la primera información nos da un perfil
orgánico del individuo, la segunda nos proporciona una visión integral. Así pues, la pretendida medición de la calidad en
salud choca con una limitación incuestionable, al desecharse esa parte
esencial, a veces decisiva, que no obstante recoge el teórico modelo biopsicosocial postulado en el
cambio de enfoque de la atención primaria y en particular de la medicina
familiar y comunitaria. Es por lo tanto, y cuando menos, paradójico que no sea
tenida en cuenta la esencia que da sentido a nuestro quehacer cotidiano para valorarlo
en su justa medida o, dicho de otro modo, para estimar la validez de nuestras
actividades diarias.
En conclusión, el avance o la mejora en la atención a
nuestros pacientes está en saber ponderar la información blanda –y sin embargo diamantina–, conjuntamente con la dureza de los fríos datos, que sin aquella se desmenuzan como el talco.
Jazz my soul off
Art Blakey & The Jazz Messengers
Art Blakey & The Jazz Messengers
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