SALUD. La prioridad esencial para todo ser vivo. El hombre dice que es la sensación de bienestar completo, físico, psíquico y social. Y la mujer también.
Nos aprovechamos de un artículo ajeno, titulado ¿A más psiquiatría peor salud mental?, y de la comparación que hace el autor de la diabetes mellitus con la evolución de las enfermedades mentales.
El autor se pregunta por qué el aumento de servicios de salud mental no ha reducido la prevalencia del trastorno mental. Porque ha aumentado el número de niños que sufren trastornos psiquiátricos, el porcentaje de la población que sufre estrés psicológico y las incapacidades laborales, siguiendo alta la tasa de suicidio.
En consecuencia, surgen las preguntas: si los tratamientos no disminuyen los trastornos mentales, "¿es razonable seguir haciendo más de lo mismo? ¿Es buena idea entrenar a más personal en salud mental, prescribir más tratamientos y aumentar los servicios?".
Haciendo un paralelismo con otras enfermedades médicas, y en concreto con la diabetes, se comprueba que, a pesar del aumento progresivo de los tratamientos con antidiabéticos, aumenta la prevalencia de diabetes. Es decir, que cada vez hay más individuos diabéticos. Para explicarlo, el autor, señala dos aspectos:
El autor se pregunta por qué el aumento de servicios de salud mental no ha reducido la prevalencia del trastorno mental. Porque ha aumentado el número de niños que sufren trastornos psiquiátricos, el porcentaje de la población que sufre estrés psicológico y las incapacidades laborales, siguiendo alta la tasa de suicidio.
En consecuencia, surgen las preguntas: si los tratamientos no disminuyen los trastornos mentales, "¿es razonable seguir haciendo más de lo mismo? ¿Es buena idea entrenar a más personal en salud mental, prescribir más tratamientos y aumentar los servicios?".
Haciendo un paralelismo con otras enfermedades médicas, y en concreto con la diabetes, se comprueba que, a pesar del aumento progresivo de los tratamientos con antidiabéticos, aumenta la prevalencia de diabetes. Es decir, que cada vez hay más individuos diabéticos. Para explicarlo, el autor, señala dos aspectos:
1-nuestro estilo de vida es diabetogéno, no hacemos ejercicio, no seguimos una dieta adecuada, etc.El autor se cuestiona si ocurre lo mismo en los trastornos mentales, y lo afirma:
2-Los tratamientos no son curativos sino sintomáticos, es decir, tratan o mejoran la enfermedad pero no la curan.
1-nuestro estilo de vida es depresógeno.
2-Los tratamientos psiquiátricos (antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos…) son eficaces mientras se están tomando, pero su efecto desaparece al abandonarlos. Tratan pero no curan.
Añade que "el estilo de vida diabetógeno y depresógeno está haciendo que cada vez más gente llame a las consultas de endocrinólogos y de psiquiatras y psicólogos, sin que los tratamientos pueden parar la avalancha". Señala que "los países con mejores servicios psiquiátricos y mayor número de psiquiatras y camas psiquiátricas tienen mayor tasa de suicidio". Y además, aporta que en su experiencia "buena parte de las consultas atendidas en un centro de salud mental son trastornos adaptativos a problemas que tiene la gente en su entorno, prioritariamente el laboral". Tres cuestiones que nos hacen recapacitar.
Pues bien, después de todo, concluimos con tres reflexiones:
Pues bien, después de todo, concluimos con tres reflexiones:
El aumento de los servicios de salud en general no ha mejorado el nivel de salud. Entonces, el modelo sanitario que se brinda no parece el más adecuado.
Ha ido aumentando la demanda de los servicios médicos en general, motivada por una medicalización de la vida que se ha ido fomentando interesadamente. Acude más gente cada día a los centros de salud mental, y también a los demás servicios de salud. Por eso, la solución no está en el aumento de los recursos humanos y. materiales, sino en ir a las causas y dar respuestas.
Si muchas consultas en salud mental son trastornos adaptativos a problemas que tiene la gente en su entorno laboral, parece claro cuál debe ser aquí el enfoque. Los servicios médicos de las empresas han de actuar con la responsabilidad que les compete. La salud laboral ha de ser atendida como corresponde.
En todo caso, cabría una adecuada promoción de la salud mental y la prevención de las enfermedades mentales, evitando factores desencadenantes controlables (consumo de alcohol y drogas, estrés, estilo de vida inadecuado, soledad...).
SALUD MENTAL. Estado de bienestar mental...
Sobre la medicalización de la vida
***
Lo peor en salud es la instrumentalización política de la salud.
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TRASTORNOS MENTALES (ENFERMEDADES MENTALES)
Los trastornos mentales (o enfermedades mentales) son afecciones que impactan su pensamiento, las emociones y/o el comportamiento –la conducta–. Nos referimos también a ellos como «trastornos psiquiátricos».
Clasificación: 1. Neuróticos (Neurosis) y 2. Psicóticos (Psicopatías).
1
Trastornos neuróticos
Trastornos del estado de ánimo: depresivos, bipolares.
[+ Trastornos adaptativos: con estado de ánimo depresivo, –ansioso, mixto, etc.]
Trastornos disociativos: despersonalización, fragmentación de la identidad, amnesia disociativa.
Trastornos facticios: Trastorno facticio autoinfligido o Síndrome de Münchausen (invención de síntomas o dolencias por una necesidad de ser asistido) y Trastorno facticio infligido a otro o Síndrome de Münchausen por poder (un adulto atribuye dolencias a un menor a su cargo).
Trastornos del control de impulsos: Trastornos de conducta
(criterios clínicos: agresividad, vandalismo, falsedad, desobediencia).
El síndrome de Diógenes (abandono personal y social con acumulación de basura y desperdicios domésticos) también se considera trastorno del comportamiento.
+ Trastornos de la conducta alimentaria: Anorexia nerviosa, Bulimia.
2
Trastornos psicóticos
+ Trastornos de inicio en la infancia o la adolescencia
Trastornos generalizados del desarrollo. Trastornos del espectro autista [Autismo]
Los trastornos generalizados del desarrollo se clasifican, de acuerdo al DSM IV (Manual Diagnóstico y Estadístico de Clasificación de los Trastornos Mentales), en trastorno autista, trastorno de Asperger, trastorno autista no especificado, trastorno de Rett y trastorno desintegrativo infantil.
3
Diferencias entre neurosis y psicosis
[Fuente]
Terminología psiquiátrica
