Preocupados por
el problema de la obesidad, el señor Crítico y el doctor Decepcionado hablan de las medidas de prevención que habría que haber
tomado en cada momento y, desgraciadamente, no se tomaron.
SR. CRÍTICO.-
Hace ya muchos años se alertaba sobre la habituación y dependencia a las
drogas, no se adoptaron medidas preventivas y nos pusimos a la cabeza en consumo
y problemas derivados. Con su alto coste, claro. ¿Qué falló?
DR.
DECEPCIONADO.- Falló eso, la previsión. Mucho bla, bla, bla, y no se hizo nada. Y ya con la epidemia, se dejó en manos de entidades privadas para que sacasen provecho. Bueno, es mi
opinión.
SR. CRÍTICO.- Yo
también lo creo así. Tengo conocimiento de personas que fueron de centro en centro y que, siendo jóvenes, acabaron
prematuramente envejecidas, como parásitos sociales y sin esperanza vital.
DR.
DECEPCIONADO.- Es duro reconocerlo, pero esa es la realidad.
SR. CRÍTICO.- Después
se dijo que la obesidad iba en aumento y que se presagiaba como la epidemia del
siglo XXI, y fuimos ascendiendo posiciones hasta alcanzar a los de cabeza. Hay demasiada
gente con obesidad mórbida.
DR.
DECEPCIONADO.- Según la OMS, la obesidad es el problema de salud más importante
a nivel mundial en países desarrollados y en vías de desarrollo. No somos los
únicos, pero en problemas de salud hemos avanzado muchas posiciones.
SR. CRÍTICO.- Como
siempre, ganamos en lo malo...
DR.
DECEPCIONADO.- Yo he asistido a varios congresos de nutrición en los que se
advertía sobre un problema inminente de graves consecuencias, sobre todo
diabetes y morbilidad cardiovascular. La obesidad no es una cuestión estética,
sino de salud.
SR. CRÍTICO.- ¿Y
las autoridades sanitarias qué hicieron?
DR.
DECEPCIONADO.- Supongo que adivina mi respuesta. Lo de siempre: bla, bla, bla,
y hasta que la epidemia se expandió de modo alarmante, no se dispararon las
alarmas. Y en estos casos siempre es mejor prevenir que curar.
SR. CRÍTICO.- Pero aquí parece ser más barata la cirugía bariátrica... ¿Decepcionado con nuestra Sanidad?
DR. DECEPCIONADO.-
Usted que es tan crítico, ¿qué cree? Si no me equivoco, Hispania, que es impulsora de
la idealizada dieta mediterránea, va a la cabeza de Europa en obesidad
infantil, solamente superada por Chipre.
SR. CRÍTICO.-
Siempre nos sucede lo
mismo, que no predicamos con el ejemplo. Comprendo que se sienta
decepcionado. ¡Ay!, seguimos
siendo un país de coña, de charanga y pandereta.
***
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
La obesidad se define como un exceso de grasa perjudicial para la salud. En función del porcentaje de grasa corporal, se considera obesos: porcentaje de masa grasa >25% en varones y >33% en mujeres. El índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet relaciona el peso con la talla de una persona. Es un método muy empleado para diagnosticar la obesidad, pero no determina el exceso de grasa. El IMC no permite valorar la distribución de grasa corporal y, por tanto, no es posible analizar el riesgo cardiovascular, mayor en caso de que la grasa se localice en el abdomen. Sin embargo, en la práctica determina la clasificación en grados (Fig. 1). Otra clasificación basada en la distribución de la grasa, que determina tres tipos de obesidad: central o androide, periférica o ginoide y homogéna (Fig. 2, a-b).
IMPORTANCIA
Enfermedad de gran trascendencia sociosanitaria y económica; constituye un problema de salud pública. Deja de ser un problema meramente estético cuando adquiere un grado tal que aumenta la morbimortalidad y altera la calidad de vida. Pevalencia ha aumentado llamativamente en últimos anos, adquiriendo proporciones epidémicas. Especialmente la de distribución central, supone un incremento de morbilidad por su asociación con enfermedades que afectan a la mayoría de sistemas del organismo. Segunda causa de muerte evitable después del tabaco. El riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular está aumentado, y la forma grave se relaciona con acortamiento de la esperanza de vida.
Fig. 3a
HISTORIA CLÍNICA
ANAMNESIS. Fundamental realizar historia dietética. Importante averiguar presencia de trastornos de comportamiento alimentario, especialmente atracones o bulimia nerviosa. Debe indagarse sobre actividad física, tanto programada como relacionada con actividades de la vida diaria.
EXPLORACIÓN FÍSICA
Se buscan signos de obesidad secundaria a endocrinopatía o consecuencia de la propia obesidad. Se determina perímetro abdominal, siendo de riesgo el superior a 102 cm en varones y a 88 cm en mujeres. La determinación de pliegues cutáneos es una manera de estimar indirectamente la cantidad de grasa corporal.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
Analítica: hemograma y bioquímica que incluya glucemia, perfil lipídico, función tiroidea, función renal y hepática y uratos. Otros estudios: ecografía abdominal, polisomnografía, pruebas funcionales respiratorias o ecocardiograma en caso de sospecha de patología asociada o como preoperatorio de cirugía bariátrica.
TRATAMIENTO
En casos menos graves, el tratamiento consiste en dieta (indicaciones dietéticas, modificación de hábitos alimenticios) y ejercicio físico. Puede esta indicada terapia conductual. En casos medianamente graves se pueden valorar fármacos. Si IMC entre 40 y 49,9 o ≥50. Este grado de obesidad implica gravedad, principalmente cardiovascular. La cirugía bariátrica es a menudo el tratamiento de elección.
CLAVES DE LA OBESIDAD (Obesidad. Consenso SEEDO 2007)
DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN
La obesidad se define como un exceso de grasa perjudicial para la salud. En función del porcentaje de grasa corporal, se considera obesos: porcentaje de masa grasa >25% en varones y >33% en mujeres. El índice de masa corporal (IMC) o índice de Quetelet relaciona el peso con la talla de una persona. Es un método muy empleado para diagnosticar la obesidad, pero no determina el exceso de grasa. El IMC no permite valorar la distribución de grasa corporal y, por tanto, no es posible analizar el riesgo cardiovascular, mayor en caso de que la grasa se localice en el abdomen. Sin embargo, en la práctica determina la clasificación en grados (Fig. 1). Otra clasificación basada en la distribución de la grasa, que determina tres tipos de obesidad: central o androide, periférica o ginoide y homogéna (Fig. 2, a-b).
IMPORTANCIA
Enfermedad de gran trascendencia sociosanitaria y económica; constituye un problema de salud pública. Deja de ser un problema meramente estético cuando adquiere un grado tal que aumenta la morbimortalidad y altera la calidad de vida. Pevalencia ha aumentado llamativamente en últimos anos, adquiriendo proporciones epidémicas. Especialmente la de distribución central, supone un incremento de morbilidad por su asociación con enfermedades que afectan a la mayoría de sistemas del organismo. Segunda causa de muerte evitable después del tabaco. El riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular está aumentado, y la forma grave se relaciona con acortamiento de la esperanza de vida.
Fig. 3a
Fuente |
Fig. 3b
ETIOLOGÍA
En la mayor parte de los pacientes es difícil establecer una causa única, pues se debe a la interacción de los genes con el ambiente. Resulta de un desequilibrio entre ingestión excesiva, disminución del gasto energético o ambos factores. Hay que descartar una enfermedad endocrinometabólica como causa, así como el empleo de fármacos que pueden favorecer una ganancia ponderal.
En la mayor parte de los pacientes es difícil establecer una causa única, pues se debe a la interacción de los genes con el ambiente. Resulta de un desequilibrio entre ingestión excesiva, disminución del gasto energético o ambos factores. Hay que descartar una enfermedad endocrinometabólica como causa, así como el empleo de fármacos que pueden favorecer una ganancia ponderal.
ANAMNESIS. Fundamental realizar historia dietética. Importante averiguar presencia de trastornos de comportamiento alimentario, especialmente atracones o bulimia nerviosa. Debe indagarse sobre actividad física, tanto programada como relacionada con actividades de la vida diaria.
EXPLORACIÓN FÍSICA
Se buscan signos de obesidad secundaria a endocrinopatía o consecuencia de la propia obesidad. Se determina perímetro abdominal, siendo de riesgo el superior a 102 cm en varones y a 88 cm en mujeres. La determinación de pliegues cutáneos es una manera de estimar indirectamente la cantidad de grasa corporal.
EXPLORACIONES COMPLEMENTARIAS
Analítica: hemograma y bioquímica que incluya glucemia, perfil lipídico, función tiroidea, función renal y hepática y uratos. Otros estudios: ecografía abdominal, polisomnografía, pruebas funcionales respiratorias o ecocardiograma en caso de sospecha de patología asociada o como preoperatorio de cirugía bariátrica.
TRATAMIENTO
En casos menos graves, el tratamiento consiste en dieta (indicaciones dietéticas, modificación de hábitos alimenticios) y ejercicio físico. Puede esta indicada terapia conductual. En casos medianamente graves se pueden valorar fármacos. Si IMC entre 40 y 49,9 o ≥50. Este grado de obesidad implica gravedad, principalmente cardiovascular. La cirugía bariátrica es a menudo el tratamiento de elección.
Retrato de Daniel Lambert (c. 1800), atribuido a Ben-Marshall |
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Come poco y cena poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. CERVANTES, Don Quijote (II, XLIII)
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Riesgos de la obesidad para la salud (MedlinePlus)
Diabetes, hipertensión, dislipemia (factores de riesgo cardiovascular), enfermedad hepática, problemas osteoarticulares, trastornos respiratorios (apnea del sueño), riesgo de cáncer...
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Obesidad (L.A. Moreno Aznar, M. Alonso Franch)
Obesidad. Guía de actuación clínica en A.P.
Obesidad (Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición)
Cálculo IMC (Grados de sobrepeso y obesidad)
La obesidad, por sí misma, no es un trastorno psiquiátrico; sin embargo, la alta prevalencia de psicopatología en los pacientes obesos y la mayor tasa de padecimientos psiquiátricos entre los mismos, que buscan la ayuda médica, en comparación con la población general, permite visualizarla como un problema psiquiátrico...
Hoy, los datos epidemiológicos sobre el aumento del sobrepeso y la obesidad son leídos por los expertos sanitarios como síntomas de que la sociedad industrializada va mal… Si bien los programas están basados en acciones comunicativas positivas y dicen alejarse de la teorías que culpabilizan y responsabilizan al individuo de su enfermedad, definiendo el problema de la obesidad como un mal de carácter social y colectivo, lo cierto es que el trasfondo ideológico de las intervenciones no es otro que el que recordar que, al fin y al cabo, estar gordo sólo depende de uno mismo: "La persona es, en última instancia, responsable de su estilo de vida y del de sus hijos".
Obesidad: un problema de salud pública
Un reportaje sobre la obesidad en Panamá
ANEXO. REFLEXIONES FINALES EN TORNO A LA OBESIDAD
- La obesidad es un problema de malnutrición.
- Es la segunda causa de mortalidad prevenible, tras el tabaquismo.
- Mejor prevenir que llegar al extremo de la cirugía bariátrica, antes una medida extraordinaria y ahora casi rutinaria.
- La cirugía de la obesidad se reserva para la obesidad mórbida.
- Los alimentos ultraprocesados* no son saludables y contribuyen a la obesidad, por lo que deben limitarse o eliminarse de la dieta.
- Antes la obesidad era de cosa ricos, ahora de pobres. Los alimentos ultraprocesados* baratos («comida basura») son la respuesta al porqué.
- La pobreza no es factor determinante de obesidad, sino la malnutrición.
- Se puede comer bien –saludablemente– y barato (p.ej. legumbres: «platos de cuchara»), sin necesidad de alimentos ultraprocesados*.
- Hay una responsabilidad individual, condicionada por la madurez y la educación; disponemos de la facultad de elección ante la oferta alimentaria, incluida la de menor costo (saludable o no saludable).
- En parte, la solución a las altas tasas de obesidad en nuestra sociedad pasa por una vuelta a hábitos alimenticios pretéritos.
- Además de la malnutrición, el sedentarismo es decisivo; por eso el ejercicio físico es decisivo para controlar esta «pandemia» del siglo XXI.
- Las enfermedades asociadas con la obesidad suponen gran coste para el sistema sanitario y una sobrecarga del mismo.
- La obesidad puede acarrear trastornos psiquiátricos (sobre todo depresión), pero estos también pueden estar implicados en el desarrollo de la obesidad.
- Depresión y obesidad, dos epidemias no microbianas del siglo XXI.
*Los alimentos ultraprocesados (altamente procesados: con adición de sustancias) aportan un alto valor calórico y tienen un bajo valor nutricional.