Nutrición: asimilación y uso de los nutrientes de los alimentos.
(Entre medias, el proceso digestivo, la digestión.)
Consideremos dos grandes problemas alimentarios y de nutrición: la desnutrición y la malnutrición. Causa de desnutrición es la carencia de alimentos, tan frecuente en las zonas pobres del tercer mundo [Cuando el alimento escasea]; pero también tiene otras causas: dificultades para la ingesta, trastornos digestivos, malabsorción de nutrientes o trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa. El desequilibrio alimentario, la mala alimentación, supone malnutrición, ya por exceso de alimentación (sobrealimentación), que puede acarrear obesidad, o por defecto (subalimentación), que puede llevar a la desnutrición.
La desnutrición se produce por la falta de nutrientes o sustancias nutritivas: principios inmediatos (grasas, carbohidratos y proteínas), minerales y vitaminas. Sus consecuencias negativas son múltiples.
En los países desarrollados, el gran problema de nuestro tiempo es la obesidad, una verdadera epidemia. La obesidad con sus riesgos asociados: diabetes, hipertensión, dislipemia (factores de riesgo cardio-vascular), enfermedad hepática, problemas osteoarticulares, trastornos respiratorios (apnea del sueño), riesgo de cáncer, etc.
La obesidad es un problema de malnutrición.
Y aquí tienen fundamento las dietas de adelgazamiento: la reducción de su valor calórico. El reparto equilibrado de los tres principios inmediatos referidos es la base de una dieta equilibrada, ajustada en lo posible al gusto del paciente. Hay diversas estrategias, aunque no verdades absolutas.
Por otra parte, para ayudar a conseguir y mantener una alimentación saludable, se ha establecido una pirámide de alimentos (pirámide alimentaria, pirámide alimenticia o pirámide nutricional), una referencia gráfica de los diferentes grupos de alimentos (en 5 niveles) recomendados para consumir.
3º Nivel: Carnes y Pescados, Lácteos, Huevos y Legumbres
4º Nivel: Aceites y Grasas
5º Nivel: Azúcares
Como complemento a estas pinceladas alimentarias y nutricionales, valga la siguiente presentación y otras entradas abajo relacionadas sobre alimentación y nutrición. Sirvan, junto a esta entrada, como nociones generales.
Alimento. Producto natural o elaborado (procesado) susceptible de ser ingerido y digerido.
Nutriente. Sustancia química contenida en el alimento que es necesaria para el normal funcionamiento del organismo. 6 nutrientes principales: proteínas, hidratos de carbonos, grasas, minerales, vitaminas y agua.
Grupo 1: alimentos naturales y mínimamente procesados. Grupo 2: ingredientes culinarios. Grupo 3: productos comestibles listos para el consumo: procesados y altamente procesados (ultraprocesados).
Productos comestibles procesados: productos alterados por la adición o introducción de sustancias (sal, azúcar, aceite, preservantes y/o aditivos) que cambian la naturaleza de los alimentos originales, con el fin de prolongar su duración, hacerlos más agradables o atractivos.
Productos comestibles altamente procesados (ultraprocesados): elaborados principalmente con ingredientes industriales, que normalmente contienen poco o ningún alimento entero. El objetivo del ultraprocesamiento es elaborar productos durables, altamente apetecibles, y lucrativos. La mayoría de los ingredientes de los productos ultraprocesados son aditivos: conservantes, estabilizantes, emulsionantes, disolventes, aglutinantes, aumentadores de volumen, edulcorantes, resaltadores sensoriales, sabores y colores.
Hemos editado otro libro de ensayo: LA SALUD ES LO MÁS IMPORTANTE. No es un libro para eruditos ni tampoco superficial. Está basado en entradas editadas en este blog y va dirigido al público adulto en general. Lo consideramos de interés para profesionales de la salud y para profanos en la materia. Es en definitiva una obra sobre salud y medicina, que trata sobre todos sus aspectos con el contenido justo. De algún modo, es complementario de la «Guía de HUMANIDADES MÉDICAS».
Esta es la descripción:
Este libro deja constancia de la importancia de la salud desde su introducción. Con intención divulgativa, y partiendo del concepto de salud, se hace un recorrido por la medicina, considerándola como una ciencia humanística, centrada en el paciente. Se habla de la profesión médica y de las dolencias del cuerpo y del alma que incumben al profesional de la medicina. Se analiza el sistema sanitario y se consideran las dificultades sanitarias. Y se pone el enfoque en diversos aspectos de la salud enmarcados en una miscelánea saludable. En definitiva, se trata de una visión global del ámbito de la salud, con sus protagonistas (profesionales y pacientes), enfermedades y temores, y el medio donde se producen los encuentros entre quienes buscan respuestas o alivio a sus males y quienes tienen por oficio curar, aliviar y, cuando no hay solución terapéutica, consolar.
La obra se estructura en 8 apartados con 12 capítulos cada uno (96 en total), en general cortos o de extensión limitada. Cada capítulo se introduce con una leyenda, ya una frase orientativa o un aforismo significativo. También se intercalan algunos poemas originales de temática sanitaria. Y aparte de la introducción, hay un apéndice (ideario de salud) y un epílogo profesional.
Y este es el índice de contenidos:
Introducción: La importancia de la salud
I. SALUD Y MEDICINA
1. El poder curativo de la naturaleza
2. Curanderismo vs. ciencia médica
3. Guía de la medicina
4. Historia de la medicina
5. Cronología histórica de la medicina.
6. Triunfos y retos de la medicina
7. Vocación médica
8. Juramento hipocrático
9. La práctica de la medicina
10. Formación médica continuada
11. Medicina preventiva
12. Salud digital
II. CIENCIA HUMANA
13. La incierta medicina
14. La medicina, esa ciencia inexacta
15. Las limitaciones de la medicina
16. El doloroso ejercicio de la medicina
17. La parte más humana de la medicina
18. Las humanidades médicas
19. La humanización de la medicina
20. Comunicación médica
21. La ciencia médica en la Red
22. Miradas a la muerte
23. El valor de la vida
24. Nueva oración de Maimónides
III. EL PACIENTE, ANTE TODO
25. Centrados en el paciente
26. Para curar a un enfermo
27. Primero el enfermo, después la enfermedad
28. Médicos y pacientes
29. La salud robada
30. Preocupados por la atención al paciente crónico
31. Pacientes 2.0
32. Pacientes difíciles
33. Admirables pacientes
34. La paciente que me iluminó lo infrecuente
35. Dijo el paciente
36. Visitar a un enfermo
IV. EL MÉDICO Y SU PROFESIÓN
37. Lo mejor que un médico puede desear
38. Buenos médicos y médicos buenos
39. Doctor admirable… y despreciable
40. De un galeno a su enfermera
41. Enfoque y tiempo
42. Error médico y sus formas
43. Charlatanismo médico
44. Médicos difíciles
45. Morir con los guantes puestos
46. Sinsabores del ejercicio de la medicina
47. El médico enfermo
48. Los médicos y la jubilación
V. EL CUERPO Y EL ALMA
49. Medicalización de la vida
50. Psicofármacos e insatisfacción social
51. Automedicación responsable
52. Vejez y enfermedad no son sinónimos
53. Más allá de la razón
54. En torno al suicidio
55. Vivir más despacio
56. Febril deleite
57. Batiburrillo metabólico
58. Obesidad, un problema mayor
59. Frente al diagnóstico de cáncer
60. En torno a la enfermedad de Alzheimer
VI. SISTEMA SANITARIO
61. Sistemas de salud
62. Sistema sanitario hispano
63. Campo de salud
64. Los hospitales
65. La atención primaria de salud
66. Urgencias y emergencias
67. Enseñanza y sanidad
68. Sanidad pública vs. Sanidad privada
69. Financiación sanitaria
70. Entre lo impopular y lo necesario
71. Contradicciones del sistema sanitario
72. Cuando me paro a contemplar…
VII. MALOS TIEMPOS PARA LA MEDICINA
73. Despersonalización del ejercicio de la medicina
74. Medicina defensiva, indeseable y regresiva
75. Medicina excesiva
76. Sistema de consumo
77. El rumbo del modelo sanitario
78. La paciencia del médico de familia
79. Descontento hospitalario
80. Médicos malheridos
81. La pérdida de identidad del médico
82. Médico de comunidad infantilizada
83. Profesionales quemados
84. Irse o quedarse
VIII. MISCELÁNEA SALUDABLE
85. Hábitos saludables
86. La dieta y los mitos
87. Dolencias estacionales
88. Decisiones en atención primaria
89. Médico general
90. Médico rural
91. Blogs médicos y crisis sanitarias
92. Periodismo sanitario
93. Arquitectura sanitaria
94. La vestimenta de los sanitarios
95. Humor y medicina
96. Tierno anecdotario retrospectivo
Apéndice: Ideario de salud
Epílogo: Despedida profesional
Tres claves:
La salud es la cuestión que más preocupa a la gente.
Los profesionales de la salud son necesario.
El paciente es el objeto de la medicina.
Desde este espacio médico-melódico esperamos que los lectores no se sientan defraudados con este trabajo, que enlazamos AQUÍ*. De antemano, les damos las gracias a todos los que se acerquen a su contenido. Y, por supuesto, tomaremos en cuenta las valoraciones críticas que cada cual considere, en uno u otro sentido. Habremos de aceptarlas con humildad, en aras de seguir mejorando.
*Se puede ver el índice y leer varios capítulos.
Symphonic Etudes, Op. 13: Anhang Variation 5 – Robert Schumann
Son tantas las bellas flores, muchas de ellas con bonitos nombres, que sería interminable dedicarles a todas adecuadas palabras. Hay un mundo de flores...
20 tipos de flores
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Contemplar las flores es sedante. No despiertan emociones ni conflictos.
El infierno está todo en esta palabra: soledad. Victor Hugo
Ya hemos hablado de la soledad, de carecer de compañía, y del sentimiento de tristeza que ocasiona. En especial la soledad forzosa o no elegida, con su equivalente de abandono; y nos referíamos al cada vez mayor número de ancianos que se mueren solos, abandonados en sus casas o en una residencia. Y el hecho doloroso de esta soledad nos ha inspirado este soneto.
Buscando un resumen cronológico de los hitos de la ciencia, lo encontré en el sitio web «Toda Historia», y como me pareció bastante acertado lo traigo aquí, con ajustes tipográficos y de fechas, algunas correcciones o actualizaciones y enlaces interesantes. Por cierto, aparecen algunos hitos médicos. [Sobre otros hitos médicos: v. «A través de la Historia de la Medicina»]
Aristóteles (384 a.C.-322 a.C.): Estableció el primer método científico de análisis y síntesis.
Aristarco de Samos (310 a. C.-c. 230 a. C.): Primero en decir que el sol es el centro del universo. (Modelo heliocéntrico). [vs. post. Modelo geocéntrico de Claudio Tolomeo, c. 100 d. C-170 d. C.]
Bioelementos. Los cuatro bioelementos más abundantes en los seres vivos son el carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O) y nitrógeno (N), representando alrededor del 99% de la masa de la mayoría de las células.
El carbono (C) se ha descrito como el «rey de los elementos químico», ya que conforma la base de la vida, siendo capaz de formar una enorme variedad de compuestos químicos estables.
«Larga es la vida, corta la juventud, y sus flores son de una fugitiva belleza, a las cuales hacen guerra tempestades que con ellas viven y mueren. No; no hay primavera para las flores juveniles del alma, sólo hay estío y otoño; por eso cuando se han marchitado no queda de ellas ni tallo ni cenizas. Sólo queda el recuerdo en tanto no se debilita la memoria».
ROSALÍA DE CASTRO, El caballero de las botas azules
La formación o instrucción constante es una necesidad en medicina para mantener la competencia profesional.
El médico de hoy, como otros profesionales, se ve obligado a una puesta al día. Necesita una formación continuada, porque los avances y los descubrimientos científicos no cesan; nunca deja de aprender. Por otro lado, la formación médica online se ha ido imponiendo.
Los objetivos de la formación médica continuada (FMC) son: actualizar conocimientos (técnicos, éticos, legales, sociales y económicos) y favorecer la comunicación entre los profesionales de la medicina.
La medicina avanza y se precisa una actualización constante.
Así que, de manera incesante, el galeno ha de renovar conocimientos teóricos y aprender nuevas técnicas; tiene que leer artículos, releer libros y practicar. Practicar como lo haría un músico para no perder agilidad con su instrumento, pero usando sus manos para realizar exploraciones, tomar muestras o administrar tratamientos a personas.
El ámbito de la medicina es muy sensible a las novedades, y unos profesionales de salud aprenden de otros; o de otro modo, unos enseñan a otros. Es decir, manejamos aquí el concepto de educación médica o docencia médica.
La educación médica implica la transmisión de conocimientos en salud; comienza en la facultad de Medicina y sigue tras la graduación: se extiende a lo largo de la vida profesional del médico. Así que, desde los inicios de la carrera universitaria, pasando por la licenciatura y los estudios de posgrado, hasta el final de su actividad profesional, el médico no deja de aprender.
Al hablar de docencia médica, o de docencia en medicina, no nos referimos solamente a la enseñanza universitaria que reciben los estudiantes en la facultad, sino también a la que se brinda directamente en los centros sanitarios, tanto hospitales como centros de salud, a estudiantes de medicina y médicos en prácticas o en ejercicio, e indirectamente a distancia.
La docencia es una de las funciones que idealmente debiera poder desarrollar todo médico; enseñar nos dignifica. En cualquier caso, para ser docente se precisa una capacitación específica, adquirir unas cualidades comunicativas y humanísticas que no todos consiguen alcanzar, porque ser buen médico no asegura ser buen docente.
La docencia médica forma con las otras dos funciones esenciales (asistencial-preventiva e investigadora) una tríada conveniente para sacarle provecho a la carrera profesional.
Además, enseñar es aprender dos veces (Joseph Joubert dixit).
Educar y aprender son las dos facetas de la formación médica continuada. Y siendo ésta un deber, se le reconoce al profesional sanitario el derecho a que su empresa se la facilite; pero no siempre es así, porque del dicho al hecho…
Formación Médica Continuada
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La FMC es una necesidad creciente. Pero ¿quién debe financiarla?
Hace apenas 50 años, para la inmensa mayoría de clínicos, los conocimientos adquiridos en las facultades de medicina durante el periodo de licenciatura bastaban para ejercer con cierta solvencia la medicina hasta el día de la jubilación. Sin embargo, el aumento exponencial de la producción científica en las últimas décadas, en publicaciones de referencia sobre investigaciones, procesos de consenso experto y guías de práctica clínica, están desbordando las capacidades de los facultativos para mantenerse al día de los conocimientos.
La FMC ha recaído clásicamente en los laboratorios biomédicos y se ha realizado principalmente a través de asistencia a congresos. El desarrollo de nuevas formas de comunicación, principalmente a través de internet, ha abierto nuevas puertas.
FMC es un programa de actualización escrito por y para el especialista en medicina familiar y comunitaria y el conjunto de los colectivos profesionales de la atención primaria de salud. Su principal objetivo es ofrecer elementos e instrumentos de formación e información orientados a la solución de los problemas reales a los que se enfrentan estos profesionales y a mejorar sus habilidades.
El Gobierno destina recursos para la financiación pública de la formación médica continuada (FMC) que siguen siendo insuficientes a ojos de todos los agentes. La prohibición de colaboración privada para este tipo de actividades parece alejarse del horizonte.
Una gran parte de la población es muy susceptible y fácilmente influenciable. En un hedonismo creciente, que parece ser consecuencia de una deriva educativa y cultural, se toleran mal las incomodidades y no se admite la mínima perturbación. Además, cabe señalar la importancia de la política (o del poder de los políticos), censurando o fomentando comportamientos, como condicionante social, en cuanto a inductora de un sentimiento de insatisfacción y desasosiego generalizado; los dirigentes actúan a veces como inductores de malestar social, de infelicidad colectiva*. Y el malestar continuo acarrea consumo de psicofármacos, en especial ansiolíticos y antidepresivos. [Psicofármacos e insatisfacción social]
El gran músico Pau Casals (1876-1973), intérprete sin igual del violonchelo, tiene una faceta de compositor poco conocida. Como violonchelista popularizó la canción tradicional catalana «El cant dels ocells», en transcripción musical para su instrumento. Y como creador compuso, entre otras obras, la música del Himno de las Naciones Unidas (con letra del poeta W. H. Auden), conocido como el «Himno de la Paz»*, y un magnífico oratorio: El Pessebre, con texto en catalán de Joan Alavedra. (¿Se habrá inspirado Casals en Bach, su músico preferido?).
Traemos aquí este oratorio, porque es una auténtica delicia. Y ¡Felices Reyes!
[Galenos que trataron a Rosalía. Su muerte inevitable]
Aparte del doctor José Varela de Montes (1796-1868), que atendió el parto de su madre, son tres los galenos que tuvieron una relación profesional con Rosalía: Maximino Teijeiro Fernández, Alfredo Vicenti Rey y Roque Membiela Salgado.
El doctor Alfredo Vicenti Rey (1850-1916), quién además de médico era periodista y poeta, en una carta dirigida a Manuel Murguía, aconseja tranquilidad, prescribe un tratamiento para las hemorragias («flujo»), considera la intermitencia de su enfermedad —con intervalos de mejoría— y recomienda las aguas de Caldas, así como la toma de quina simultáneamente.
En su endeble salud, las aguas de Caldas de Reyes —famoso balneario o estación termal— obraron un verdadero milagro, según la poeta, mejorando de sus habituales catarros invernales.
Es posible que las recomendaciones de Vicenti fuesen en calidad de amigo de la familia. Si bien aparece en documentos como licenciado en Medicina (además de en Filosofía y Letras), no está claro que estuviese dedicado al arte hipocrático. Si así fuese, habríamos de tomar a este hombre polifacético por médico humanista; si no, por su mayor inclinación por las letras podríamos considerarlo como escritor-médico, a la manera de un Chejov.
Muy allegado al matrimonio Murguía-Castro, Vicenti fue un ferviente defensor y divulgador de la figura y la obra de Rosalía, y poco antes de morir contribuyó a recaudar fondos para la construcción del monumento que finalmente se erigió en Santiago de Compostela en honor a la gran poeta gallega. Un conjunto escultórico de granito con la imagen de una Rosalía pensativa.
Del doctor Maximino Teijeiro Fernández (1827-1900), sabemos que trató a la escritora durante su última enfermedad, el cáncer de útero ya referido. Tan larga fue la relación de este egregio profesional de la medicina con Rosalía, que la paciente le dedicó uno de sus libros expresándose como «Su eterna enferma». Una humorística declaración que certifica su gratitud y el afecto surgido de la buena relación médico-paciente. Imaginamos la satisfacción de don Maximino.
Catedrático de Patología General de la Universidad de Santiago, el doctor Teijeiro tenía fama de buen clínico. Fue el primero en realizar en Galicia una laparotomía (apertura de la cavidad abdominal) y ha quedado constancia de su labor docente e investigadora: tradujo obras clásicas de anatomía y cirugía; publicó trabajos sobre la fiebre tifoidea (para erradicar esta enfermedad, que era endémica, reclamó como higienista una buena red de agua y alcantarillado para Santiago), la sífilis y el cólera. Recibió la Gran Cruz de Isabel la Católica por los servicios prestados espontáneamente a la ciudad de La Coruña durante la epidemia de cólera de 1854 que diezmó su población, y por su interés en la naciente microbiología acudió a París como comisionado para el estudio de los procedimientos de Pasteur en el tratamiento de la rabia. Vinculado al krausismo y a la Institución Libre de Enseñanza, desarrolló una intensa actividad social u política.
Ante el diagnóstico de cáncer de útero, el doctor Teijeiro consultó las posibilidades quirúrgicas con el cirujano Timoteo Sánchez Freire. Es evidente que los recursos operatorios o las técnicas del momento no hacían posible su intervención.
Victoriano García Martí, autor de Rosalía de Castro o el dolor de vivir (1944) refiere las conversaciones de estos dos galenos, en casa de Teijeiro o de la misma enferma, en la que filosofan sobre la vida como enfermedad incurable. Y nuestra enferma era fehaciente muestra de ello con su «dolor de vivir».
Su médico de cabecera en Padrón fue Roque Membiela Salgado (1853-?), un galeno interesado en la higiene pública que llegó a publicar una voluminosa Higiene popular (1885). Se dijo que había acompañado a la escritora en sus últimas horas, sin separarse ni un momento de ella. Es sabido que el buen galeno cura a veces, alivia a menudo y consuela siempre. Y fue él doctor Membiela quien certificó la muerte de la escritora.
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Por desgracia, nada pudo hacerse para salvarla. Y fueron muchos quienes la lloraron y rezaron por ella.
El viudo Manuel Murguía, que sobrevivió a Rosalía por mucho (falleció el 1 de febrero de 1923, en La Coruña), en el emocionante prólogo a la segunda edición de En las orillas del Sar, escribió sobre la muerte de su mujer:
Cuando la vi encerrada en las cuatro tablas que a todos nos esperan, exclamé: «Descansa, al fin, pobre alma atormentada, tú que tanto has sufrido en este mundo».
La calificaba de «alma atormentada»; pero también se refería a ella como un «alma superior», que Galicia perdía. Y en el mismo prólogo, Murguía dejó escrito:
Antes de caer para no levantarse más; antes de aceptar resignada el doloroso calvario con que el Cielo quiso probarla, marchó a Carril con los suyos. Quería ver el mar antes de morir: el mar que había sido siempre, en la Naturaleza, su amor predilecto. (…) El día que abandonó el puerto, esperando el carruaje que debía conducirla a la estación, se impacientó porque tardaba en llegar. Se nos ocurrió que lo mejor era, aunque breve el trayecto, que fuese por mar. Para ella constituyó tal contratiempo un descanso y una distracción inesperada, aunque llena de los vagos temores que acosan a los que tienen su fin ante la vista. Así y todo, el aire y los rumores de la playa animaron su semblante y nunca me pareció más imposible lo que esperábamos, cuando en pie, abierta la portezuela del vagón, iluminando el sol su rostro animado por la fatiga, en medio de sus hijas, joven todavía, sonriente siempre con los que la rodeaban, la despedían y no habían de verla más, esperaba el momento de ponerse el tren en marcha…
Había un rayo de esperanza, casi una certeza de que no los abandonaría pronto. Y llegó el temido desenlace.
Pero Rosalía no ha muerto; nos queda su espíritu grandioso y su obra inmortal: no puede acabar lo que es eterno...
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En 1891 los restos de Rosalía de Castro fueron trasladados desde el cementerio de Adina, en Padrón (donde ella dispuso que se la enterrara) hasta el Panteón de Galegos Ilustres, en Santo Domingo de Bonaval, Santiago de Compostela. Y en ese edificio que fue convento dominico descansa la gran poeta.
Negra sombra, Juan Montes
La balada o melodía gallega «Negra sombra» es la más fuertemente arraigada en la memoria colectiva de los gallegos. Un verdadero himno que por siempre asombra... Y esta interpretación de la Coral Polifónica de Pontevedra es emocionante.
Con este tercer capítulo, finalizamos nuestra pequeña serie sobre la patobiografía de la gran poeta Rosalía de Castro. Los tres capítulos forman parte de una novela-biografía, o biografía novelada, todavía no editada: La sombra de Rosalía.
ÁLVAREZ RUIZ DE OJEDA, María Victoria: Rosalía enferma: Carta de Alfredo Vicenti a Manuel Murguía. Follas novas: revista de estudos rosalianos 1, pp. 124-143.
BOUZA BREY, Fermín: Las enfermedades infantiles de Rosalía de Castro y los ritos de medicina mágica en Galicia. Cuadernos de estudios gallegos 22, Nº. 67, 1967, pp. 183-197.
MAYORAL, Marina: Rosalía de Castro. La autora: Biografía. Biblioteca virtual Miguel de Cervantes.
MONTES-SANTIAGO, Julio: Tuberculosis: una “negra sombra” en la vida de Rosalía de Castro. Galicia Clin 2008; 69 (1): 45-49. Disponible en:
https://galiciaclinica.info/PDF/1/1.pdf
SIXTO SECO, Agustín: Achegamento médico-antropolóxico á personalidade de Rosalía. Actas do Congreso Internacional de Estudios sobre Rosalía de Castro e o seu tempo: (Santiago, 15-20 xullo de 1985), Vol. 1, 1986, ISBN 84-7191-400-X, págs. 57-64.