- Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia.
- Al llegar la muerte, preséntase siempre como algo nuevo, impensado e incomprensible.
- Apártate progresivamente, sin rupturas violentas, del amigo para quien representas un medio en vez de ser un fin.
- Conócense infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
- Cuando veáis un escritor que se mete con todo el mundo, es que aspira a que todo el mundo se meta con él. No habiendo podido ser admirado anhela ser temido.
- ¡Cuántos feos he conocido yo cuya fortuna amorosa y hasta económica dependió de una barba artísticamente cuidada o de un mostacho retador!
- De todas las reacciones posibles ante una injuria, la más hábil y económica es el silencio.
- El anciano propende a enjuiciar el hoy con el criterio del ayer.
- El que se toma las cosas a risa es siempre vencido por quien se las toma seriamente.
- El tiempo, gran destructor de la vida, es también inexorable apagador de los más firmes sentimientos.
- En la vida del enamorado, los prudentes consejos del viejo suenan como la voz atiplada de un eunuco que disertara sobre las excelencias del celibato.
- Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un cabello de mujer.
- La gloria no es otra cosa que un olvido aplazado.
- La mujer es como la mochila en el combate. Sin ella se lucha con desembarazo: pero, ¿y al acabar?
- La verdad es un ácido corrosivo que salpica casi siempre al que lo maneja.
- Lo más triste de la vejez es carecer de mañana.
- Los libros de la Antigüedad constituyen a mi entender el más sano y delicado manjar de los provectos. La irradiación del pasado nos da cierta ilusión de juventud y optimismo.
Ramón y Cajal, capitán médico en Cuba por Izquierdo Vives (1874) |
- Nada me inspira más veneración y asombro que un anciano que sabe cambiar de opinión.
- No hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones.
- No me explico este desafecto a España de Cataluña y Vasconia. Si recordaran la Historia y juzgaran imparcialmente a los castellanos, caerían en la cuenta de que su despego carece de fundamento moral, ni cabe explicarlo por móviles utilitarios.
- No soy adversario, en principio, de la concesión de privilegios regionales, pero a condición de que no rocen en lo más mínimo el sagrado principio de la unidad nacional.
- O se tienen muchas ideas y pocos amigos, o muchos amigos y pocas ideas.
- ¿Por qué España, con más recursos naturales que Suiza, no habría de emular sus triunfos industriales, científicos y políticos?
- Procuremos agradar e instruir; nunca asombrar.
- Quien desee firmísimamente poseer talento acabará por tenerlo.
- Si cuando discutes se alegra demasiado la galería, recela que tú o tus impugnadores habéis sacado las cosas de quicio o tratado sin decoro la cuestión.
- Si yo pudiera retroceder a mis veinticinco años, henchidos de patriotismo exasperado, contestaría sin vacilar: la reconquista manu militan, y cueste lo que cueste. Propondría la máxima de Gracián (contra malicia, milicia).
- Sólo el médico y él dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan.
- Transigirnos solamente con el mérito superior cuando, escudado en la humildad, se sitúa deliberadamente a nuestro nivel.
Fuente principal: Las mejores frases célebres
Un tributo musical a Ramón y Cajal
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Obras de pensamiento de Ramón y Cajal
Reglas y consejos de la investigación científica (Los tónicos de la voluntad, 1899)