He descubierto casualmente, en una librería de viejo, un manual de Literatura, con el título en la cubierta de “Aprende tú solo. Literatura”, de la autoría de P. G. Madrazo y C. Moragón, tan intenso y clarificador en su brevedad que me he quedado sorprendido y he lamentado no haberlo conocido antes. Un ejemplar bastante deteriorado y perteneciente a una edición, modesta en su formato, de hace unos años. Leí la introducción, con una pertinente definición de lo literario, las reseñas bibliográficas de algunos escritores junto a los comentarios de sus obras, y eso me bastó para evaluar una gran obra, inmensa en su pequeñez, precisa en sus exposiciones y muy estimulante. Y la Red me abrió las puertas a un mayor conocimiento. Comprobé que el libro aún se comercializa, y he aquí un resumen del mismo:
Este libro ofrece una visión panorámica de la literatura occidental, desde sus orígenes hasta nuestros días, sobre el telón de fondo de los acontecimientos políticos, sociales y culturales que han decidido el rumbo de la historia, al tiempo que se contempla la evolución del pensamiento y de la sensibilidad del hombre que los ha protagonizado. El lector encontrará aquí los cauces principales por los que ha discurrido la estética literaria, así como los escritores de mayor renombre, cuyas obras ocupan un lugar relevante en la historia de nuestra cultura. Se ha dedicado una atención preferente a España y al papel de su trayectoria literaria en el marco de la literatura universal. La obra se completa con un diccionario de términos específicos que en todo momento podrá hacer más fácil su lectura.
Descubrí además una entrevista a Pilar García Madrazo (que figura como primera autora) en su despedida como profesora de Lengua Española y Literatura, así como el recuerdo de un alumno suyo: “Querida maestra”, en el que el discípulo evoca sus exigencias y su reconocimiento al esfuerzo.
Por comparaciones, recordé cómo mi profesora
de Literatura, seria e inexpresiva, nos hacía memorizar los títulos de las obras literarias
sin enseñar a amarlas, sin estimular de ningún modo a su lectura (me sucedió
otro tanto con malos profesores universitarios que no supieron iluminar algunas
sendas del saber médico). Una pena, porque me sumergí en el goce literario
tardíamente, movido por otras circunstancias, por buenos lectores y por propia
motivación. Es por ello que debemos reconocer a quienes nos enseñan de verdad a
amar la Literatura.
Frases para amar la Literatrua
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APÉNDICE LITERARIO
—Concepto de literatura
El concepto de literatura
El concepto de literatura
El poeta Horacio nos dice: “Aut prodesse volunt aut delectare poetae / Omne tulit punctum qui miscuit utile dulci, / lectorem delectando pariterque monendo” (“Los poetas quieren aprovechar o deleitar / El que mezcla lo útil con lo armonioso alcanza el premio, / deleitando y enseñando a la vez al lector”). Ese “deleitar aprovechando” va a ser la regla de oro que regirá la creación literaria durante siglos y siglos.
Literatura (de littera, letra –litteratura) era un término que se utilizaba para referirse a todo «lo que está escrito», sin distinción de los contenidos. Todavía a finales del siglo XVIII se mantenía esta acepción, y se llamaba literato a cualquier estudioso que leía o escribía algo sobre arte o ciencias. Hoy nos puede parecer increíble, pero en las historias literarias de la época, Cervantes aparecía junto a Descartes o Newton. Desde entonces el significado de obra literaria ha ido restringiéndose a la muy vaga acepción actual de «obra de imaginación compuesta con voluntad de estilo». Y con ello, los términos literatura y literario se han cargado con la alusión a unos contenidos determinados -«obra de imaginación»- y a un tipo de lenguaje que se desvía del que empleamos en la comunicación habitual -«estilo»-.
—Vocabulario literario
—Contrapunto
Odiar la literatura [Cartas bizantinas], Luis López Nieves
Querido Pepe:
ResponderEliminarTe diré que a Carmen Moragón la conozco desde hace veinte años, cuando llegué por primera vez al instituto "Marqués de Santillana" de Colmenar Viejo. Es una excelente profesional de la enseñanza y una gran conocedora de esas delicadas materias que nos traemos entre manos los profesores de lengua y literatura. Junto con su amiga Pilar García Madrazo, que tiene idéntico perfil profesional, publicó muchos y nuy buenos libros de texto, así como de divulgación y apoyo para las asignaturas de lengua y literatura, como es el caso de este que presentas, del que tengo ahora un ejemplar aquí a mi ladito. Te diré también que Pilar murió hace muy poco en un lamentable accidente. Quiero agradecerte tu elogioso artículo para este libro, porque, desde mi condición de profesor de lengua y literatura, puedo asegurarte -prescindiendo de que una de ellas sea amiga mía- que los libros de estas dos autoras son excelentes y me parece ideal que reciban este reconocimiento tuyo un tanto casual, lo que le confiere una innegable objetividad. Un abrazo.
Pues envidio tu literaria suerte, Pablo. Y te agradezco la impagable aportación a este reciente y afortunado "descubrimiento".
EliminarUn abrazo.
Raro es no encontrar agradables sorpresas en las librerías de viejo, querido José Manuel, como este libro tan recomendable...
ResponderEliminarPor otra parte, yo sí tuve la suerte de tener excelentes profesores de Literatura, durante el Bachillerato y en COU. Fueron dos, D. José Manuel y Dª María Teresa, muy distintos entre sí. Pero cada uno, a su manera, contribuyó a que aún amara más lo que ya amaba... Aprovecho pues, esta ocasión, para darles las gracias a ellos como te las doy a ti.
¡Un abrazo!
Francisco Doña
Sí que se encuentran agradables sorpresas en las librerías de viejo, querido Paco; sorpresas que nos llegan a alegrar como a niños que al abrir un sobre descubren su agradable misterio.
EliminarUn literario abrazo.