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martes, 2 de enero de 2018

El doloroso ejercicio de la medicina


La medicina es el apoyo para los pacientes, pero es la destrucción para los médicos. Anónimo

La medicina no es una profesión fácil. Es más, su ejercicio se ha complicado mucho en las últimas décadas. Tanto es así que muchos veteranos ansían el retiro, y si pudiesen volver atrás escogerían otra senda profesional. Es demasiado triste. Pero además no son pocos los médicos jóvenes que renuncian apenas comenzada su andadura, hastiados de las malas condiciones de trabajo, del maltrato de sus superiores y de los políticos de turno; en definitiva, del escaso o nulo reconocimiento a su labor. Un ejemplo es el de Adam Key, ginecólogo que dio testimonio escrito en el libro Esto te va a doler (This is Going to Hurt2017), por las presiones a las que estaba sometido. Eran muchas las exigencias, el maltrato psicológico y la sensación de desamparo. Demasiados los conflictos sociales y escasa la sensibilidad de los políticos. Tras abandonar la medicina, se dedica serenamente a escribir comedias, sin la tensión de su ejercicio ginecológico.

Algunos profesionales de la salud desisten al no soportar el malestar producido por un estrés continuo, que se prolonga más allá del horario laboral. Tengamos también en cuenta que puede exigírseles su disponibilidad las veinticuatro horas del día.

Son casos en los que la aversión a la profesión supera el amor al arte médico (vocación), y el placentero ejercicio de la medicina se vuelve doloroso. A menudo, el oficio se ama y el trabajo se soporta... o se detesta.

Y es que por muy digno que sea el desempeño de la medicina, por muy humana y satisfactoria que sea la contribución a aliviar el malestar ajeno, todo tiene su límite; un límite que se acorta cuando otros te perjudican, poniendo en mayor riesgo la vida de las personas que debes tratar y, además, perjudicando tu propia salud. Por eso es de agradecer que se cuenten experiencias personales como ésta, para que sean de conocimiento público y, sobre todo, para que quienes tengan en mente elegir la senda hipocrática conozcan el medio en el que se habrán de desenvolver y no se lleven a engaño. Pues la oportuna información facilita la adecuada decisión.

A pesar de todo, la medicina es seguramente el más digno oficio...

Ser médico
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¿Puedes cumplir los profesionales de la medicina con todo que les está pidiendo? Ellos creen que no. (…) se les concede menos tiempo para que examinen a cada enfermo y cada vez cuentan con menos medios y menos personal. (…) se encuentran con la presión asistencial en forma de sobrecarga de trabajo y de déficit de tiempo disponible. (…) se pretende solucionar el colapso de las salas de espera atendiendo rápido a los pacientes poco urgentes. Esa insistencia en prestar atención al mayor número posible de personas lo más rápido posible, acaba por producir una prestación de menor calidad. (…) se acaba echando de menos en esa relación entre experto y paciente “la humanidad, el sentido humano, la calidez en la atención. (...) los médicos no se sienten nada cómodos, ya que no pueden trabajar cumpliendo los parámetros cualitativos que su oficio les demanda. Sienten impotencia y desconcierto. (…) poco tiempo disponible para cumplir con la misión hipocrática de dar un trato personalizado al paciente. Mientras los médicos exigen autonomía, tiempo y medios para examinar correctamente a cada paciente, los sistemas de gestión insisten en la eficiencia y en el ahorro, lógicas difícilmente compatibles.
Famosa foto de dos cirujanos tras un trasplante de corazón
de 23 horas de duración. En primer plano el Dr. Zbigniew Religa

2 comentarios:

  1. Mi querido José Manuel: cuánto tiempo sin hablar; espero que estés pasando unas fiestas estupendas y que todo te vaya bien. Te agradezco mucho este documental, que no conocía; me ha gustado mucho. Te contaré que el mayor de mis hijos se dedica a la neurocirugía (acaba la residencia en Mayo) y que conozco de cerca las circunstancias a las que te refieres. Me regaló recientemente un libro, con estas palabras: "para que sepas mejor a qué me dedico y cómo es mi profesión". Quizás ya lo conozcas; se titula "Ante todo no hagas daño" de Henry Marsh. Me ha impresionado mucho. Te lo recomiendo si no lo has leído, estoy segura de que te gustará tanto como a mi. Creo que la vuestra es la más difícil y la más entregada de las profesiones.
    Te mando un abrazo muy grande deseándote un felicísimo 2018.
    ¡Moito bicos meu amigo!

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    1. Cuánto me alegro de tu visita, querida Lola. El documental tiene su interés, y probablemente más el libro de Henry Marsh que te recomendó tu hijo, un ensayo que se inspira en el principio de no dañar, primum non nocere. He leído favorables reseñas, y tengo pendiente leerlo completo, pues ya lo había recogido en la entrada "Literatura y Medicina".

      https://medymel.blogspot.com.es/2014/04/literatura-y-medicina.html

      Quizás este listado pueda serle útil a tu hijo neurocirujano. Tenemos mucho para leer y lo que necesitamos es tiempo, y por supuesto ganas.

      ¡Besos, amiga, Felices Reyes y Felicísimo 2018!

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