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jueves, 18 de febrero de 2021

Ideario senil


Los viejos no son enfermos; son personas con muchos años.

En una sociedad medicalizada, los fármacos pueden ir más allá de sus bondades y acarrear malas consecuencias; a veces por encadenamiento: “Prescripción encadenada de medicamentos”. Es habitual el despropósito de las prescripciones encadenadas en una medicina centrada en la enfermedad, no en el individuo. Un medicamento puede ir llevando a otros de manera secuencial e imparable, a modo de “cascada terapéutica”, conduciendo a un empeoramiento indeseable del paciente, en vez de a la mejora que en principio se buscaba. He ahí la paradoja terapéutica. Y siendo los viejos víctimas propiciatorias, el “empastillamiento” tóxico en la vejez me ha inspirado este saludable poema.

IDEARIO SENIL

No quiero una vejez de dependencia
extrema y de sometimiento atroz.
Tomaré medicinas que mejoren
el paso de mi invierno. Pero no consumiré 
aquéllas que lo alarguen simplemente.
(Sin panacea ni piedra filosofal:
¡adiós salud plena y eterna juventud!)
Trataré de cuidarme en los posible;
alimentación sana y ejercicio, higiene 
física y mental. Los sencillos hábitos
saludables serán mi prioridad.
No voy a consentir intervenciones 
o pruebas que no sean esenciales.
¡Lo digo sin reservas! Quiero ser 
libre y decidir hasta mi último aliento.
Vejez no significa enfermedad. Por eso
no he de ceder a esas costumbres colectivas
con las que no comulgo. Lo que haga la masa
me deja indiferente. Estar en desacuerdo 
o ir a contracorriente es bueno a veces.
El sentido común —rareza diamantina—
ha de guiarme. Forma parte de mi credo.
Y es éste mi ideario
vetusto e individualmente saludable.

Reflejos en el agua – Claude Debussy

4 comentarios:

  1. Hoy por hoy lo raro es no ver a un abuelo con una o dos benzodiazepinas, que ni él o ella recuerda ya desde cuándo ni para qué toma. Me da mucha pena la verdad.

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    1. El consumo desmedido de psicofármacos, con sus mayores riesgos en ancianos —que suelen estar polimedicados—, es probablemente el problema mayor.

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  2. Sabio parecer amigo Jose Manuel, ademas el problema como bien dices, es el encadenamiento de la medicación, cada farmaco genera tambien efectos patologicos conocidos o desconocidos que a su vez requieren otros farmacos, al final es la pescadilla que se muerde la cola

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    1. Así es, amigo Juan. Y cuando los prescriptores son múltiples y no están bien intercomunicados, es complicado revertir el proceso.

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