Paz del bosque Op. 71 n.º 4 de Piezas líricas de Grieg
A esta bellísima pieza lírica para piano de Edvard Grieg, que tanto me seduce, he intentado añadirle una letra que la música me inspiraba, ajustándome siempre a su cadencia. Cerrando los ojos y viendo con la melodía, tan hipnótica, fueron fluyendo los versos de un poema con la humilde osadía de convertirla en canción.
LA PAZ DEL BOSQUE
Paz, paz,
estando aquí, estando aquí…
Por la mañana brinda un olor
que me alimenta y se queda en mí;
en el ocaso tiene un bello color
que hace sentirme calmo y feliz.
Entre los árboles soñando voy,
bajo sus ramas yo querría vivir;
pues me acaricia el blando mirar
y la dureza me hace hoy resistir.
Teniendo el alma de soñador
temo a la vida mucho más que a morir;
por donde voy, por donde voy
sé que habrá algún lugar para el fin,
algún lugar, algún lugar, algún lugar,
algún lugar, algún lugar para mi fin.
Paz, paz,
estando aquí, estando aquí…
En este bosque mi palpitar
se une a las aves de cantar afín;
en la natura con el dulce trinar
asciende al cielo mi hondo latir.
Algo más bello no puede haber
que una floresta que haga sentir;
y se estremece mi corazón
pensando que alguien la pueda herir.
Teniendo el alma de soñador
temo a la vida más que a morir;
pero es este lugar
el mejor para el fin.
[2024, 26 sep.]
Nota. Otra interpretación que consideré de la pieza lírica AQUÍ.
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Curiosidades sobre el bosque
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