El pianista (o Beethoven) |
La pareidolia, esa percepción fantasiosa...
Entre las diversas ilusiones existentes, resaltan las paraidolias -o pareidolias- que derivan su nombre etimológicamente del griego eidolon: "figura" o "imagen" y del prefijo par: "junto a" o "adjunta". Es decir, son imágenes que surgen cuando un individuo, utilizando los elementos de la percepción de un objeto real, los combina de forma más o menos consciente, con una serie de elementos imaginativos y fantasiosos, sin llegar a perder en ningún momento el juicio de realidad ni la correcta interpretación del objeto percibido.
Los ejemplos típicos: las formas de las nubes. En un primer momento... nada. Y después... ¡pero si allí está y es clarísimo!
Paraidolias, por Lizardo Cruzado
Al leer este texto de una entrada del Dr. Cruzado, sobre estos curiosos engaños sensoriales, me vino a la memoria un cerro coronado por dos grandes piedras
de granito, cuyas formas curiosas recuerdan a un
pianista tocando su instrumento. Un individuo ideó esta paraidolia musical del granítico pianista y
los demás la asumieron. Se trata de "O penedo do pianista", en el municipio de O Porriño, en la provincia de Pontevedra. Alguien ha ido más allá asegurando que se trata
del mismísimo Beethoven al piano. Juzguen ustedes por las imágenes y valoren lo que el inspirador de esta entrada entiende como "nuestra desesperada necesidad de encontrar sentido a las imágenes que
nos rodean".
Del mismo modo, y más en estos tiempos difíciles, necesitamos encontrar sentido a esta sociedad decadente [con la relatividad de la decadencia como concepto], en lo económico y en lo espiritual, que condiciona nuestras vidas. Necesitamos hallar motivos para resistir y no enloquecer. Necesitamos ser tan duros como el músico de piedra para no doblegarnos ante las inclemencias existenciales. No hemos de desfallecer, a pesar de la creciente estupidez, confiando en que se imponga la humana sensatez. Mantengámonos firmes mientras podamos, sacando fuerzas de flaqueza, en un entorno cada vez más patético.
Y, sin más, dejémonos llevar por las imaginarias notas que el granítico pianista hace brotar de su instrumento pétreo.
Del mismo modo, y más en estos tiempos difíciles, necesitamos encontrar sentido a esta sociedad decadente [con la relatividad de la decadencia como concepto], en lo económico y en lo espiritual, que condiciona nuestras vidas. Necesitamos hallar motivos para resistir y no enloquecer. Necesitamos ser tan duros como el músico de piedra para no doblegarnos ante las inclemencias existenciales. No hemos de desfallecer, a pesar de la creciente estupidez, confiando en que se imponga la humana sensatez. Mantengámonos firmes mientras podamos, sacando fuerzas de flaqueza, en un entorno cada vez más patético.
Y, sin más, dejémonos llevar por las imaginarias notas que el granítico pianista hace brotar de su instrumento pétreo.
Sonata nº 8 "Patética": II mov. – Beethoven
Gracias por el recuerdo, amigo mío, José Manuel, pero la frase que inspiradamente enriqueces acerca de "encontrar sentido a lo que nos rodea", trasciende con aliento poético a la escueta paraidolia.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
La mención era justa y necesaria, amigo Lizardo. Y la frase inspiradora ya era en sí definitiva.
EliminarUn sentido abrazo.