HOSPITAL. En general, un adefesio arquitectónico, espantoso y poco acogedor –“complejo”–, donde se proporciona asistencia secundaria y terciaria (casos que la Atención Primaria no puede resolver); alguno, monstruoso, hace enfermar a los sanos que visitan a los enfermos. De manera formal, un hospital (del latín hospes, «huésped», «visita», y hospitale, «habitación para huéspedes») es un establecimiento donde se proporciona asistencia médica y que, a diferencia de un centro de salud, dispone de camas de hospitalización. Históricamente, en Hispania la situación hospitalaria ha sido cambiante, pudiéndose señalar como antiguos recursos hospitalarios: 1) Red de hospitales del INSALUD o Instituto Nacional de la Salud (Residencias, HH. clínicos universitarios y HH. de enfermedades del tórax), ya transferidos a las autonomías; 2) Hospitales provinciales y psiquiátricos; y 3) Hospitales privados.
Los hospitales: 1. Concepto de hospital, 2. Origen (historia), 3. Estructura y organización hospitalaria, 4. Tipos de hospitales, 5. Servicios hospitalarios.
1. El concepto de hospital
Un hospital o nosocomio es un establecimiento destinado para la atención y asistencia a enfermos y heridos. Consiste en una edificación sanitaria en la trabaja personal médico, de enfermería, auxiliar y técnico, con el fin de dar la mejor atención a las personas enfermas que él se hospedan. Reparemos en su etimología.
A veces al hospital se lo denomina centro hospitalario, y al conjunto de varios hospitales que se contabilizan como un sólo centro, complejo hospitalario.
Variantes de hospital: clínica y sanatorio. La clínica es un establecimiento privado que atiende determinadas enfermedades; el policlínico es otra variante. El sanatorio es un establecimiento dedicado a la atención de pacientes con enfermedades crónicas, como la tuberculosis o las enfermedades mentales.
No hemos de olvidar la existencia pasada del manicomio, antecedente del hospital psiquiátrico. Ni tampoco otra referencia al hospital público: «residencia sanitaria».
2. El nacimiento de los hospitales
Sobre la historia hospitalaria, tomamos un apunte con su enlace:
Los hospitales fueron una altruista invención cristiana. En la misma palabra se entrelazan las palabras: hotel y hospitalidad. Hacia el siglo IV d.C. los romanos recién cristianizados pusieron a funcionar residencias para atender enfermos y necesitados. Para el siglo VIII la función de los hospitales cristianos, u hospicios, estaba altamente especializada, unos atendían enfermos, otros a los pobres, a los leprosos, a los enfermos mentales y a los huérfanos. [La invención del hospital, John H. Lienhard –traducción de Pedro Gutiérrez y Aymará Boggiano]
3. Estructura y organización hospitalaria
Además de presupuesto y financiación (por impuestos, cotizaciones, ingresos propios), el funcionamiento de un hospital precisa de una estructura organizativa. Su complejidad obliga a tener determinados órganos de dirección para su adecuado funcionamiento. [Sobre estructura arquitectónica, ver entrada «La moderna arquitectura sanitaria»]
Las especialidades médicas son diversas en los hospitales generales, desde un servicio de medicina preventiva a un servicio de urgencias, pasando por análisis clínicos, radiología y múltiples servicios médicos y quirúrgicos, además de unidades especiales (cuidados intensivos, paliativos). Prestan atención a pacientes con dolencias de diferente gravedad, desde patologías menores a muy graves.
El ingreso hospitalario, o admisión hospitalaria, es de tres tipos: programado, urgente o intrahospitalario (dentro del hospital: entre servicios hospitalarios). El Servicio de Admisión Hospitalaria es la puerta de entrada y salida de los pacientes en el área de hospitalización.
El edema es la inflamación de los tejidos blandos secundaria a la acumulación de líquido intersticial. El líquido es predominantemente agua, pero en presencia de infección u obstrucción linfática puede acumularse líquido rico en proteínas y células.
El edema puede ser generalizado o localizado; el edema localizado en las extremidades inferiores puede ser bilateral (simétrico) o unilateral.
Advertimos el edema por una tumefacción visible o palpable. En cuanto a la sintomatología, el edema provoca en ocasiones una sensación de plenitud o tensión; otros síntomas se relacionan con la enfermedad subyacente o causal. La etiología es diversa, como podemos ver en el diagrama de diagnóstico etiológico (el mejor que hemos encontrado) que nos orienta hacia las diferentes causas.
El tratamiento del edema es sintomático y, sobre todo, causal.
Atención plena, conciencia plena, meditación centrada en el presente: mindfulness. Aceptación, no resignación. Desprendimiento, desapego. Compasión, no lástima. Tranquilidad, calma, relajación, sosiego. Hacia la plenitud vital a través de esta quietud, sin temores, cultivando la alegría y evitando el sufrimiento...
Prestar atención de manera consciente a la experiencia
del momento presente, con interés, curiosidad y aceptación. [Fuente]
Práctica que consiste en llevar la atención al momento presente de forma intencional, con una actitud no evaluativa de la experiencia momento a momento. (Kabat-Zinn, 2003)
Mindfulness es conciencia, una conciencia que se desarrolla prestando una atención concreta, sostenida, deliberada y sin juzgar al momento presente. Es una de las muchas formas de meditación...
Mindfulness es una técnica de meditación que consiste en observar la realidad en el momento presente, sin intenciones de juzgar y con plena apertura y aceptación. Existen terapias que usan Mindfulness, tales como como la Terapia Dialéctico-Conductual y la Reducción del Estrés basada en Mindfulness. Mindfulness ha demostrado utilidad en una variedad de trastornos mentales y físicos como estrés, depresión, trastornos de ansiedad, trastornos de conducta alimentaria, dolor, cuadros emocionales vinculados a cáncer, etc.
La mercantilización del Mindfulness. Las consecuencias de algo como el Mindfulness, de eficacia científica demostrada, que promete ayudarte a salir de un mundo enfermo, enseñarte a centrarte en el aquí y en el ahora, promete serenidad, control de la atención, regulación emocional, aprender a vivir a y disfrutar el momento presente sin juzgar; sin duda resulta una oferta atrayente y no es extraño el éxito que está teniendo. Se derivan de esto varias cuestiones: una de mercantilización, otras de mal uso y otras últimas de franco abuso en su uso.
La atención plena, una herramienta de autoexploración que bebe del budismo, arrasa en todo el mundo con libros, cursillos, apps... Pero crecen los críticos que la tachan de anestesia contra los problemas. Es la era del McMindfulness. (...) la insistencia en promocionarlo como varita mágica contra cualquier malestar contemporáneo y su aroma a budismo new age han provocado que cada vez más analistas consideren al mindfulness el opio del pueblo del siglo XXI.
El concepto de «humanidad compartida», o común, supone que todos somos en esencia uno. No en el sentido de igualdad o de negación de la diferencia, sino de vínculo de unión entre las personas. En Sudáfrica hay un concepto parecido: Ubuntu; esta palabra concreta la conexión entre los seres humanos, porque en aislamiento el ser humano no puede existir como tal. Y esta apreciación de humanidad compartida, o conectada, nos ha inspirado un poema.
La humanidad es como es; no se trata de cambiarla, sino de conocerla. (Gustave Flaubert)
La humanidad está compuesta por muchos más muertos que vivos. (Auguste Comte)
El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás. (Aldous Huxley)
Amo la humanidad, pero, para sorpresa mía, cuanto más quiero a la humanidad en general, menos cariño me inspiran las personas en particular. (Fiódor Dostoyevski)
Amo la humanidad: es la gente la que no soporto. (Charles M. Schulz)
Es más fácil amar a la humanidad en general que al vecino. (Eric Hoffer)
Cuanto más conozco a los hombres más quiero a mi perro. (Lord Byron)
Nuestra verdadera nacionalidad es la humanidad. (H. G. Wells)
—Hombre, humano
Soy hombre, y por lo tanto, nada que sea humano me resulta extraño. (Terencio)
Nada de lo que ocurra a los hombres nos debe resultar ajeno. (Papa Juan XXIII)
Lo importante no es mantenerse vivo sino mantenerse humano. (George Orwell)
El agua es la fuerza motriz de toda la naturaleza. Leonardo da Vinci
La utilización del agua como agente terapéutico nos viene de época remota, al parecer desde la Grecia Antigua; los griegos utilizaban para sanar las «aguas salutíferas»: mediante baños intentaban eliminar impurezas. Se ha documentado el uso del agua fría como curativa; los espartanos bañaban a sus hijos recién nacidos en agua fría para fortalecerlos, e Hipócrates recomendó las frotaciones en el baño frío. Los romanos, inspirados en los griegos, extendieron el uso de las termas; las termas romanas, privadas y públicas, tenían salas de agua caliente y de agua fría (aunque termas significa propiamente baños de agua mineral caliente).
Algunas explotaciones termales romanas, basadas en manantiales de aguas termales –cuyo uso se denomina termalismo–, siguen en actividad. Las Burgas de Orense es un ejemplo. En Roma fueron famosas las Termas de Diocleciano y las Termas de Caracalla. Y un detalle: antes del baño se solía utilizar el estrígil, raspador metálico para retirar las capas de piel muerta.
El uso terapéutico del agua se denomina hidroterapia. La hidroterapia se realiza con aguda dulce (balneoterapia, SPA) o agua salada (talasoterapia), a distintas temperaturas y mediante diferentes sistemas de aplicación: piscinas, chorros, baños, vahos... El tratamiento en los balnearios (baños, termas, caldas, burgas), la balneoterapia, se realiza con aguas mineromedicinales, aguas que por su composición química, física y físico-química tienen propiedades terapéuticas; en cambio en los SPA (Salus per aquam, «salud por el agua») las aguas empleadas no son tal. El estudio de las acciones sobre el organismo humano de las aguas medicinales, minerales o mineromedicinales, corresponde a la hidrología médica.
En Galicia hay una larga tradición termal, que se había perdido durante un tiempo y que ha ido recuperándose. Entre sus balnearios tradicionales: Illa da Toxa (Isla de la Toja), pionero de la talasoterapia; balneario de Cuntis, el más grande de la comunidad; balneario de Mondariz, que brilló durante la Belle Époque; balneario de Caldas de Reis (Caldas de Reyes), que solía utilizar la gran poeta Rosalía de Castro; Baños de Molgas; etc. A todos ellos se le atribuyen propiedades medicinales, específicas para algunas dolencias: dermatológicas, respiratorias, reumáticas, digestivas…). En cualquier caso, las aguas son fuente de relax.
Termalismo. Conjunto de actividades ligadas a la explotación y a la utilización de las aguas termales para actividades recreativas o beneficiosas para la salud.
El agua radiactiva es aquel tipo de agua que contiene gas radón, que es un gas radiactivo de origen natural. Este tipo de aguas llegan a contener hasta 67,3 becquerelios por litro, es decir una cantidad que, en ningún caso, supone un peligro para el ser humano.
En Galicia hay unos 40 balnearios y centros termales.
Muchos tienen más de un siglo de historia.
El termalismo se potenció a principios del siglo XIX.
Galicia fue todo un epicentro en esa época de esplendor.
Antes se le requería al médico de familia, cada temporada de termalismo subvencionado, informe médico individual para la solicitud del Programa de Termalismo Social (Programa de Termalismo del Inserso).
Partiendo del coste de varios servicios médicos en EEUU, el galeno promotor de un debate (A) provoca respuestas de otros actores (B, C, D...), todos sanitarios:
A.—Quien vota a los que desmantelan la Sanidad Pública, o son ricos o gilipuertas.
B.—En la sanidad privada también somos humanos, ¿no?
A.—Muy humanos. Pero la gran mayoría de la población no puede pagarla.
B.—Los de izquierdas van a la Ruber.
A.— Si pueden pagarla, igual que los de derechas. Defender la sanidad pública no es rechazar la privada... Lo que no puede haber es una medicina de beneficencia y otra para quien puede pagarla.
C.—Gracias por indicarnos lo que debemos de votar.
A.—De nada. Un placer.
D.—Estados Unidos no es buen ejemplo, aunque los mejores hospitales del mundo estén allí y su caudal investigador sea abrumador. La mayoría de la gente tiene seguros de salud. Tampoco los sistemas nacionales de salud están libres de fallos e ineficiencias. Yo me inclino por sistemas como los de Escandinavia, Alemania o Francia con mayor participación de ambos sectores. En cualquier caso, la sanidad no es gratuita; si no me falla la memoria, nuestro SNS cuesta unos 3.000 euros por español y año.
A.—No es la cifra que da el gobierno.
D.—Creo que 1.732 euros por habitante y año en 2021. Aunque no sé si está contemplado todo; siempre se hacen «trampitas contables».
A.—Esa es exactamente la cifra oficial. No en vano reclamamos una subida de 1000 €/persona/año para hacer sostenible y eficiente el SNS
A.—Realmente puede serlo. La sanidad pública no debe seguir sosteniéndose con el «trabajo voluntario» en forma de horas extras no pagadas a sus profesionales.
D.—A lo mejor hay que racionalizar el gasto.
A.—Tal vez. Pero con el gasto de los más bajos de la UE, cubriendo la parte de farmacia que ningún otro país cubre, no sé como se puede pensar que somos poco eficientes.
D.—La eficiencia es máxima, a costa de sangrar al personal.
E.—En Finlandia la medicina pública tiene un copago altísimo. Te hacen cargo directo al banco. Si no acudes a una cita sin avisar antes, te cargan 50 € mínimo.
F.—Se desconoce la realidad USA. Sólo en The Big Apple (New York City) hay 11 (once) hospitales públicos. Los que carecen de seguros privados van a esos public hospitals.
A.—Bueno, ya hemos dado un pasito adelante: de negar la realidad a admitir que sí hay sanidad pública en los USA. Y lo de la calidad... Lo de pública y buena no parece que entre en la misma frase.
E.—Por suerte, a pesar del deterioro de primaria, que viene de muy atrás, tenemos una gran medicina y unos grandes profesionales.
A.—Estamos ya muy cansados. Y lo peor: no vemos intención de mejorar nada.
G.—Para bien o para mal, en nuestro sistema sanitario no debemos olvidar los hospitales privados concertados o conveniados. O sea, aquellos que nuestros gobernantes aceptan como colaboradores del sistema público. Sin ir más lejos, en nuestra área cuento al menos cinco (tres de ellos pertenecientes a conocidos grupos empresariales o holding). Y hasta las mutuas de accidentes de trabajo, entidades privadas, pasaron a llamarlas «mutuas colaboradoras», beneficiándose de lo público. Este invento hispano de convertir mutuas de accidentes laborales en mutuas colaboradoras, con competencia en problemas no laborales, tiene miga. Cuesta entender tal favoritismo de los político-gestores, y resulta indignante por la sobrecarga que supone para el médico de familia la asunción de contingencias laborales que a veces él mismo destapa. En fin... ¡Sigamos debatiendo!
Sanidad pública vs Sanidad privada: Ventajas y desventajas
SANIDAD PÚBLICA. Ventajas: cobertura universal, atención igual para todos, calidad de la atención (discutible). Desventajas: tiempo de espera, filtro del médico de cabecera (discutible), poco tiempo para la atención, gastos no cubiertos (no financia algunos servicios esenciales: odontología reparadora, lentes correctoras...).
SANIDAD PRIVADA. Ventajas: no filtro de médico de cabecera (discutible), atención personalizada, más tiempo para la atención. Desventajas: selecciona pacientes, pago directo, ánimo de lucro. [Ventajas y desventajas]
El sistema sanitario público (la sanidad pública) tiene problemas que parecen insalvables: masificación (redunda en la calidad), larga espera para atención hospitalaria (repercute en puertas de urgencia), grandes carencias (p. ej. Odontoestomatología). Su empeoramiento progresivo conduce a la sanidad privada.
Considerado el libro más leído, La Biblia no podía serles indiferente a
los pintores. Un libro religioso que tiene páginas de importante interés
literario (Salmos, Cantar de los Cantares, Rut, Canto triunfal de Débora,
Job...) es una atractiva fuente de inspiración artística. Y aunque sabemos al
menos de un
libro explicativo
de la Biblia a través de la pintura, no nos resistimos a traer el asunto
bíblico a este espacio.
El maltrato institucional de los profesionales de la medicina es fuente de conversaciones, presenciales u online, desde hace mucho tiempo...
—Los médicos tenéis la sartén por el mango, ya que podéis parar el país. Algún día, lo tendréis que hacer para dignificar la profesión y a sus profesionales.
—No conseguimos parar ni una autonomía, que tiene su propio servicio de salud. La unión profesional es una quimera, porque en nuestro ámbito se impone la ideología particular al derecho laboral. Y me temo que continuará la queja baldía.
En este breve diálogo vemos dos visiones diferentes del poder social de los médicos. La que tiene claro que ese poder es suficiente para influir social y políticamente; da por hecho que querer es poder. Y la que, no negando ese poder, no cree que se llegue a usar por las diferencias entre los profesionales de la medicina.
Portugal nos llama con una fuerza extraña. Y en especial la Región Norte, desde el río Duero (Douro en portugués) hacia arriba –o desde la ciudad de Oporto (Porto)–, por su particular encanto. Tierra de ríos y de vinos, de playas abiertas y montaña. En la región de Minho se encuentra el Parque Nacional Peneda-Gerês, el único de Portugal. Los distritos que conforman el norte de Portugal son: Viana do Castelo, Braga, Oporto, Vila Real, Bragança, Aveiro, Viseu y Guarda.
Dentro de esos distritos, con sus capitales de igual nombre, existen pueblos interesantes por algún motivo. De Viana do Castelo: Melgaço, Monçao, Valença, Vila Nova de Cerveira, Caminha, Paredes de Coura, Ponte de Lima, Arcos de Valdevez, Ponte da Barca. De Braga: Barcelos, Guimarães, Amarante. De Porto: Póvoa de Varzim, Vila do Conde, Amarante. De Vila Real: Chaves, Peso da Régua. De Bragança: Vinhais, Miranda do Douro. De Aveiro: Espinho, Ovar, Mealhada. De Viseu: Lamego. De Guarda: Almeida.
Y dentro de la demarcación de esas localidades referidas (y tal vez de otras que no hemos citado), existen aldeas y parajes naturales que han atraído nuestra atención.
Dos importantes ríos delimitan la Región Norte de Portugal:
el Miño (Minho) y el Duero (Douro)
Vista desde Monte de O Cervo, Vila Nova de Cerveira
(distrito de Viana do Castelo)
Tramo final del río Miño (Minho),
marcando la frontera hispano-lusa.
Peso da Régua (distrito de Vila Real)
El río Duero (Douro) a su paso por esta localidad de la región Norte,
Oporto, el encanto de la nostalgia. Aveiro, travesía por los canales en barcos moliceiros. Guimarães, la ciudad de corazón medieval donde nació Portugal. La ciudad monumental de Braga (y Santuario de Bom Jesús). Viana do Castelo, la señora del Alto Minho. Valença do Minho, la fortaleza de frontera. Vale do Douro (Lamego, Peso da Régua, Vila Real…). Amarante desde el puente de São Gonçalo. Miranda do Douro. Braganza y su imponente castillo. Chaves, la ciudad termal del norte de Portugal. Parque Nacional da Peneda-Gerês.
He tenido conocimiento de la existencia del libro ¿Por qué la música? por una entrevista a su autor, Francis Wolff, en Radio Clásica de RNE.
Francis Wolff dice:
«Cuando era niño, aprendí «teoría musical» en pequeños libros de texto (no sé si todavía existen) divididos en dos: el folleto de preguntas verde y el folleto de respuestas rojo. La primera lección del primer año fue: ¿Qué es la música?; y en el librito rojo estaba escrito: «La música es el arte del sonido». Qué deslumbrado estaba, a los ocho años, cuando descubrí esta definición. No sé si esta fue mi entrada en la «teoría musical», pero creo que fue mi entrada en la filosofía. En esta declaración estaba todo el poder mágico de las fórmulas de definición. Concentró en pocas palabras el misterio de las cosas intangibles. Apenas cambié de opinión: la música es de hecho el arte del sonido».
Y en la promoción de la obra podemos leer:
A partir de esta definición banal, «la música es el arte del sonido», este libro extrae todas las consecuencias hasta lo más lejano. En el camino, responde las preguntas que nos hacemos sobre la música y las artes. ¿Por qué, donde hay humanidad, hay música? ¿Por qué la música nos hace bailar? ¿Y por qué a veces nos conmueve? ¿Qué expresa la música pura? ¿Representa algo? ¿Y qué es la belleza? ¿Está en las cosas o en nosotros? ¿Por qué todos los seres humanos hacemos imágenes, historias, música? ¿Qué nos dicen estos mundos imaginarios sobre el mundo real? Las preguntas más simples suelen ser las más profundas. Ningún libro sobre música o artes las posa con esta tranquilidad y originalidad.
¿Por qué hay música?
«La música es el arte más abstracto y el que más efectos concretos provoca»
El sonido es un fenómeno físico y la música es un arte. La música es el arte de los sonidos... [Las cualidades del sonido]
El lenguaje musical es un término amplio que engloba el estudio de las cualidades o elementos que forman la música. En muchas ocasiones lenguaje musical y solfeo son utilizados como sinónimos, pero el solfeo no es más que una parte del lenguaje musical que se dedica a la lectura, entonación y la escritura de la música.
La teoría musical es la forma en que los músicos explican y describen los fenómenos que se oyen en una composición.
Las bases de la teoría musical son: melodía, ritmo y armonía. La melodía es una secuencia lineal de notas (aspecto «horizontal»). El ritmo es una sucesión regular de sonidos (notas) fuertes y débiles. La armonía sucede cuando dos o más notas distintas suenan a la vez (aspecto «vertical»); se puede referir tanto al arreglo de las notas individuales en un acorde (en la partitura se escriben unas sobre otras) como a la estructura general de acordes en una pieza musical.
Una nota* es un sonido individual determinado por una vibración cuya frecuencia es constante. Un acorde son varias notas que suenan a la vez, de manera simultánea. Un arpegio (de arpa) son varias notas que suenan de manera sucesiva.
*La distancia –en altura– entre notas se denomina intervalo.
Un pentagrama musical consiste básicamente en cinco líneas trazadas horizontalmente y paralelas entre sí, separadas por la misma distancia, entre las se forman cuatro espacios; puede tener líneas y espacios adicionales. Su función es contener los símbolos que representan la música. Son elementos del pentagrama: las figuras musicales (notas y silencios) y los símbolos musicales (claves, armadura de clave, tiempo, compás, tempo...).
El tono es un conjunto de sonidos que se sostienen en una misma nota principal llamada tónica. La sucesión de las notas compone las escalas.
La tonalidad designa cuál es la nota tónica, la nota dominante y la subdominante, en las que se apoyará la estructura musical.