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martes, 5 de julio de 2022

Teatro y música

Gran Teatro Falla

El Teatro de Vesura estaba rebosante, sus cerca de mil asientos ocupados, del patio de butacas o platea, de los palcos laterales o de proscenio, del palco de platea, del palco de principal y de los dos anfiteatros. En esa sala plena de espectadores, desde una posición bastante centrada del palco de principal, escucharon con gran deleite las melodías, conocidas por él e ignoradas por su amiga. Bien interpretadas y transmitidas con buena sonoridad en el espacio acústico. La soprano era competente, la orquesta la arropaba adecuadamente y la acústica del auditorio no precisaba de amplificación del sonido. Un vehículo sonoro casi perfecto para dar el adecuado cauce a la creatividad musical, nacida de lo popular, transmitida a lo largo de generaciones y refinada por el buen hacer de Canteloube*. Las piezas folclóricas, elevadas a una melodiosa categoría artística, tenían variados ritmos y no se hacían para nada monótonas. Unas eran lentas baladas y otras briosas danzas, y el dramatismo de las más serias era contrarrestado por la alegre chispa de las más desenfadadas. El numeroso público asistente también parecía estar complacido, vitoreando cada canción con entusiasmo. Los aplausos se sucedían en el bonito teatro. [Fragmento de El tercer oficial]

*Joseph Canteloube (1879-1957), conocido por su colección de Cantos de Auvernia.

Baïlèro (de Cantos de Auvernia), Joseph Canteloube
***
Entrada sobre el teatro como género literario:
El embrujo teatral

Teatro a la italiana

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