La Psicología (del griego psyche, alma, y logos, tratado) significa etimológicamente “ciencia del alma”, aunque en la actualidad se considera como la ciencia que estudia los fenómenos de la conducta, fundamentalmente humana, y los procesos mentales relacionados, para determinar sus condiciones y leyes (1). Es diferente de la Psiquiatría (del griego psyché, alma, e iatreia, curación), teóricamente una rama de la Medicina que estudia las enfermedades mentales, que trata de conocer sus causas (2) para curarlas o aliviarlas, y si es posible prevenirlas; se ocupa, por tanto, de los aspectos: etiológico, clínico, diagnóstico, pronóstico, preventivos y terapéuticos o de tratamiento.
La Psicología tiene un área denominada
Psicología Clínica, centrada en los factores de la conducta que afectan a la salud mental, y ésta a su vez una sub-área llamada
Psicología Médica, que considera conjuntamente los aspectos psicológicos y los orgánicos –médicos– en el proceso de enfermar. Se sostiene además en otras Humanidades Médicas, como la
Sociología Médica, aprovechando de este modo las ciencias biomédicas y las ciencias sociomédicas.
En definitiva, la Psicología Médica es una disciplina, o al menos la aplicación práctica de la Psicología Clínica, que ayudará al profesional de la Medicina a ver al paciente como un todo, como un ente biopsicosocial, puesto que tiene vida, alma o psique y se relaciona socialmente con otros individuos. Recordemos el viejo aforismo de Claude Bernard: “no hay enfermedades, sino enfermos”. Podríamos decir, aunque parezca perogrullada, que el galeno puede aprovechar su aplicación clínica en la actividad médica, a modo de “Psicología para médicos”.
***
Notas
(1) Hay que tener en cuenta que la Psicología plantea diferentes hipótesis, según las escuelas psicológicas (Psicoanálisis, Conductismo, Humanismo).
(2) Tras un largo devenir aún se desconoce la verdadera etiología de muchos procesos y además se duda al tratar de establecer límites entre lo normal y lo patológico.