Esta es la primera estrofa del poema original «L'âme du vin». Un canto al vino, en el que «el poeta enumera algunas de sus propiedades subrayando especialmente la alegría, la fuerza y el compañerismo que proporciona esta bebida. Baudelaire considera también que el vino esta vinculado directamente con la naturaleza, reconoce igualmente el trabajo paciente y laborioso de los agricultores y los sentimientos que despierta en el hombre que lo bebe». [Baudelaire y el Vino]
La vid necesita un clima templado como el que se da en las dos grandes franjas comprendidas entre los 30 y 50º de latitud norte y entre los 30 y 40º de latitud sur.
Geografía vitivinícola
Superficies de viñedo por países
Todas las afirmaciones sobre las bondades del vino hay que tomarlas con cautela.
La cultura del vino se pierde en la noche de los tiempos. Tanto la civilización egipcia con Osiris, como la griega con Dionisio, y la romana con Baco, tuvieron deidades asociadas con el vino. Fue el Imperio Romano el que extendió el cultivo de la vid por toda Europa, y durante más de dos milenios, desde la celebración de la Última Cena, el vino ha sido el símbolo de referencia para los cristianos.
El perjuicio para la salud está relacionado con el contenido de alcohol que es un factor que favorece la aparición de cirrosis, carcinomas, enfermedades cardiovasculares, manchas en dientes... Por otra parte, el consumo de vino regular y moderado es favorable para la disminución de la incidencia de enfermedad cardiovascular, hipertensión, diabetes, ciertos tipos de cáncer, acumulación de placa dentobacteriana, la aparición de caries y ayuda a prevenir infecciones bucales.
Los antioxidantes en el vino tinto llamados polifenoles pueden ayudar a proteger el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón. Un polifenol llamado resveratrol es una sustancia del vino tinto que ha llamado la atención por sus beneficios para la salud [menor riesgo de inflamación y coagulación]. El resveratrol podría ayudar a prevenir el daño a los vasos sanguíneos, reducir el colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (colesterol malo) y prevenir los coágulos sanguíneos. Sin embargo, los estudios sobre el resveratrol son desiguales.
Guerracivilismo. Actitud de reflejar dinámicas o comportamientos propios de la guerra civil española. Exceso de fijación en la época de la guerra civil española.
Este término de actualidad, nos hace reflexionar sobre un periodo doloroso del que, alejados en el tiempo, parece que nos olvidarnos. Y nos acordamos de las palabras de un poeta, plenas de comprensión y deseosas de reconciliación.
Juan Ramón Jiménez, fiel a la causa republicana durante la guerra civil española, por la muerte de su sobrino falangista, Juan Ramón Jiménez Bayo, en el frente de Teruel, en 1938, se sintió muy afectado y escribió en su autobiografía Vida:
Yo sé bien que él tenía, con las ideas que él creía mejores, un ideal limpio, sin más sangre en él que la suya. Y esta sangre generosa lo dejó sin ella exangüe en el sitio de su ideal. Y se sumió en la tierra a mejorarla. Si su muerte, y las otras como la suya, no nos mejoran, ¿de qué sustancia miserable somos?
Y en esta línea de pensamiento pacifista, su poema «La paz».
Regresar sin odios,
cerrar sin pasión;
soñarme en las manos
celindas con sol,
el último sol;
dormir escuchando
una sola voz…
Pero a la Hispania sin guerra la sigue atravesando una sombra fría... No habremos de señalar culpables de nuestra perenne discordia política, debe prevalecer la idea de reconciliación sobre el resentimiento y el revanchismo, pero tenemos la impresión de que no acabaremos nunca de aprender...
Mi querida España – Cecilia
***
Más de 80 años después de la última confrontación armada,
La literatura actual se centra, en su mayor parte, en un bando, el de los vencidos, y ensalza los ideales que enarbolaron convirtiéndoles en mártires, olvidando los muertos que ellos provocaron.
...son numerosos los autores neo-franquistas cuyos trabajos no sirven para progresar en el conocimiento científico. No se trata de una cuestión de ideología, que nunca falta, sino de penosa reconstrucción de parcelas poco iluminadas, o aún ocultas, de un pasado que es incognoscible en su totalidad.
Según el estudio, entre julio de 1936 y abril de 1939, alrededor de 60.000 españoles fueron asesinados por las fuerzas políticas y sindicales del Frente Popular. «La Guerra Civil española fue un baño de sangre tanto en la España que conoció el terror rojo como en la que sufrió el terror blanco. Los crímenes de unos no pueden paliar ni justificar los crímenes de otros. Si se quiere revisar la historia, que se revise toda a la vez», señalan en la sinopsis de la editorial.
Cuando se trata de oponer argumentos al gran proceso de recreación de la identidad española puesto en marcha por la Memoria Histórica o Democrática, la derecha carece de material, de elementos de apoyo y de argumentación.
Aunque la Ley de Memoria Histórica contiene algunos aspectos positivos, encierra en su ser el sectarismo que la invalida. No es una ley de conciliación, es una ley de revancha.
La décima o espinela toma su nombre del poeta, novelista y vihuelista rondeño Vicente Espinel, de fines del siglo XVI, cuya contribución consistió en fijar la estructura de rimas de la décima en abbaaccddc.
Desde el empirismo primitivo (etnomedicina) y las creencias mágico-religiosas (v.g. mitología médica griega), con Hipócrates se dio un gran paso hacia una medicina científica, imponiéndose la razón sobre el mito. Quedan atrás las más antiguas fuentes médicas escritas, procedentes de las civilizaciones mesopotámicas.
Tratando de dar una visión general de la historia de la medicina y de sus protagonistas principales, con las inevitables ausencias al no querer ser muy prolijos, y dejando de lado antiguas medicinas (de Mesopotamia, Antiguo Egipto o la China milenaria), hemos realizado una pequeña síntesis cronológica.
Para entender una ciencia es necesario conocer su historia. Auguste Comte
Desde Hipócrates hasta la actualidad, la medicina ha realizado un largo camino; un camino que no ha acabado, porque la historia continúa.
ANTIGÜEDAD GRECORROMANA
Hipócrates (460 a. C.-370 a. C.). «Padre de la medicina»: obra condensada en el Corpus Hippocraticum (unos cincuenta escritos que tratan de anatomía, clínica, cirugía, ginecología, higiene, ética, aforismos, dietética, etc.).
Galeno (130-200). Principal representante romano de la escuela hipocrática.
EDAD MEDIA (ss. V-XV)
Avicena –Ibn Sina– (c. 980-1037). Filósofo y médico, autor de El libro de la curación y El canon de medicina o Canon de Avicena.
Averroes (1126-1198). Filósofo y médico andalusí de origen bereber, maestro de filosofía y leyes islámicas, matemáticas, astronomía y medicina.
Maimónides (1135-1204). Médico, rabino y teólogo judío de al-Ándalus.
RENACIMIENTO (ss. XV-XVII)
Girolamo Fracastoro (1478-1553). Publicó De contagione et contagiosis morbis (Sobre el contagio y las enfermedades infecciosas).
Paracelso (1493-1541). Prefirió la experimentación a la especulación e introdujo el uso de productos químicos como medicamentos.
Ambroise Paré (1510-1592). «Padre de la cirugía moderna».
Miguel Servet (1511-1553). Describió la circulación pulmonar o menor, en su obra Christianismi restitutio.
Andrés Vesalio (1514-1564). Gran anatomista, su obra De humani corporis fabrica permaneció como referente durante cuatro siglos.
SIGLO XVII
William Harvey (1578-1657). Se le atribuye el descubrimiento de la circulación sanguínea.
Thomas Sydenham (1624-1689). El «Hipócrates inglés», interesado en la semiología (descripción de los síntomas como método diagnóstico), sentó las bases de la Medicina Clínica. Lleva su nombre una discinesia (movimientos involuntarios anormales): «Corea de Sydenham», llamada también «baile de San Vito».
Anton van Leeuwenhoek (1632-1723). Primero en realizar observaciones con microscopios, «padre de la microbiología».
Giovanni Battista Morgagni (1682-1771). Adelantado de la anatomía patológica.
SIGLO XVIII
El espíritu de la Ilustración favoreció una Medicina Social como precedente de la Salud Pública.
Leopold Auenbrugger (1722-1809). Describió el método diagnóstico por percusión torácica.
Edward Jenner (1749-1823). Descubridor de la vacuna antivariólica, «padre de la inmunología».
SIGLO XIX
René Laënnec (1781-1826). Inventor del estetoscopio (1816).
Claude Bernard (1813-1878). Fisiólogo creador de la Medicina Experimental.
Ignaz Semmelweis (1818-1865). Recomendó el lavado de manos y ropas de quienes actuaban en quirófano; creador de los procedimientos antisépticos.
Rudolf Virchow (1821-1902). Patólogo que postuló la teoría celular «Omnis cellula e cellula» (toda célula proviene de otra célula) y se refirió a los organismos vivos como estructuras formadas por células.
Gregor Mendel (1822-1884). Sin ser médico, sino naturalista, se convirtió en el «padre de la genética» al establecer las leyes de la herencia.
Luis Pasteur (1822-1895). Químico, probó que la fermentación y la putrefacción eran producidas por bacterias y desarrolló vacunas para prevenir el carbunco, el cólera aviar y la rabia.
Joseph Lister (1827-1912). Cirujano que aplicó la antisepsia en las intervenciones quirúrgicas.
Robert Koch (1843-1910). Médico fundador de la bacteriología, que descubrió el bacilo de la tuberculosis y desarrolló los postulados que llevan su nombre aplicados a las enfermedades transmisibles.
Friedrich Miescher (1844-1895). Descubridor del ADN, en 1869.
Wilhelm Röntgen (1845-1923). Descubridor de los Rayos X, en 1895.
SIGLO XX
William Osler (1849-1919). Eminente pensador tenido por el «padre de la medicina moderna».
Santiago Ramón y Cajal (1852-1934). Etableció la «doctrina de la neurona» como fundamento estructural y funcional del sistema nervioso.
Paul Ehrlich (1854-1915). «Padre de la inmunología».
Emil Kraepelin (1856-1926). Postuló el origen orgánico de las enfermedades mentales.
Sigmund Freud (1856-1939). Creador del psicoanálisis.
Karl Aschoff (1866-1942). Continuador de la obra de Virchow e historiador de la medicina.
Harvey Cushing (1869-1939). «Padre de la neurocirugía» y descriptor del hipercortisolismo conocido como «Síndrome de Cushing».
John B. Watson (1878-1958). Psicólogo que aportó el conductismo.
Alexander Fleming (1881-1955). Decisivo por su descubrimiento de la penicilina, en 1929.
Gregorio Marañón (1887-1960). Endocrinólogo y ensayista.
Pedro Laín Entralgo (1908-2001). Historiador de la medicina.
SIGLO XXI
Hitos colectivos. Secuenciación del genoma humano (2003): Whatson y Collins. [Biónica: Hitos de la biónica.]
Como compendio de las humanidades médicas, parte fundamental de este blog y sobre la que hemos escrito una guía (Guía de Humanidades Médicas), elaboramos una presentación que esperamos sea de utilidad a profesionales de la medicina y a cualquier persona interesada en la medicina y las humanidades.
Solo hubo Beethoven y Richard [Wagner]; y después de ellos, nadie.
Gustav Mahler
«Señor Wagner:
Ante todo, quiero decirle que le debo el mayor gozo musical que jamás haya experimentado». Charles Baudelaire
Richard Wagner (1813-1883), el gran compositor de óperas (o de dramas musicales, como él prefería decir), fue además director de orquesta, poeta, ensayista, dramaturgo y teórico musical. Su figura, encuadrada en el Romanticismo musical, puede despertar antipatías por sus ideas políticas (al parecer cambiantes: anarquistas, socialistas, absolutistas), su nacionalismo (sustentado en la mitología germánica), su antisemitismo y su orgullo. Pero su pensamiento musical, dirigido a la «obra de arte total»* (síntesis de poesía, música y escenografía), y la consecución de una voz personal**, que halló con la ópera El holandés errante o El buque fantasma (1843), lo llevaron a alcanzar logros operísticos y cumbres sonoras irrepetibles, sublimes, de innegable majestuosidad. Algunos críticos sostienen que la música contemporánea nace de la armonía, rica en cromatismos y disonancias no resueltas, de Tristán e Isolda.
Wagner es libretista de sus óperas y el creador del «leitmotiv»: tema musical recurrente. Sin embargo, es controvertido como compositor; su música tuvo –y tiene– detractores y partidarios. En su tiempo fue significativa la admiración que le rindió el rey Luis II de Baviera; y había partidarios antagónicos de Wagner o de Brahms (defensor éste de la música pura). Entre otros compositores, fue admirado por Anton Bruckner, Hugo Wolf y Gustav Mahler. Personaje polémico: es más fácil admirar su música que al creador. Y aunque veces se contrapone su música a la de Giuseppe Verdi, el otro monstruo de la ópera, es posible amar también a Wagner.
Wagner, nacido en Leipzig (ciudad donde falleció Bach), tuvo una pasión inicial por el teatro, pero decidió dedicarse a la música cuando tuvo conocimiento de la ópera El cazador furtivo de Carl Maria von Weber y, sobre todo, al descubrir la Sinfonía n.º 9 “Coral” de Beethoven. Su formación musical fue autodidacta. Tuvo unos comienzos difíciles y sufrió penurias económicas, hasta conseguir llevar una vida desahogada gracias al mecenazgo de Luis II de Baviera. Se casó dos veces; su primera mujer, Minna, era actriz, y la segunda, Cosima, era hija ilegítima de Franz Liszt. Wagner murió en Venecia –a donde había ido a descansar de su extenuante labor compositiva final–, de un ataque cardíaco, cuando estaba cerca de cumplir setenta años.
Estas pinceladas biográficas pueden ser completadas con las biografías enlazadas abajo o, mejor, con la lectura de libros sobre el compositor.
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*En alemán Gesamtkunstwerk (obra de arte total): obra de arte que integra las seis artes: la música, la danza, la poesía, la pintura, la escultura y la arquitectura, como Wagner creía que hacía la tragedia griega.
**El estilo wagneriano quedará definido: arias, dúos, coros, fluyen sin divisiones, como en un río musical fundido con el texto dramático, dónde las sonoridades portan una gran fuerza emocional. La obertura de Tannhäuser es predecesora de una nueva forma musical: el poema sinfónico, que desarrollará Liszt. Wagner hizo avanzar el lenguaje musical. Respecto a la temática de sus dramas musicales, con inspiración en leyendas y en la mitología nórdica o germánica, es reiterada la redención por el amor.
Festival de Bayreuth
El empeño de Wagner en construir un teatro en Bayreuth para la representación exclusiva de sus óperas se materializó. En 1876 se inauguró el teatro con el estreno de El anillo del nibelungo. Entre los asistentes se encontraban el Kaiser Wilhelm I, el Emperador Pedro II de Brasil, y los compositores Anton Bruckner, Camille Saint-Saëns y Pyotr Ilyich Tchaikovsky. Desde entonces quedó establecido el Festival de Bayreuth, que se viene celebrando anualmente.
Composiciones de Wagner
Además de El holandés errante (1843), cabe destacar las siguientes óperas wagnerianas: Rienzi (1838), Tannhäuser (1845), Lohengrin (1845), Tristán e Isolda (1857), Los maestros cantores de Núremberg (1868), La valquiria (1874) –forma parte de la tetralogía «El anillo del Nibelungo»: El oro del Rin (1869), La valquiria, Sigfrido (1876) y El ocaso de los dioses* (1876)– y Parsifal (1877). Y de las obras no operísticas: El idilio de Sigfrido (1870), poema sinfónico.
*A veces traducida como El crepúsculo de los dioses.
La escuela de Leipzig (Clara Schumann-Brahms), conservadora, defensora de la música absoluta o pura, prefería seguir las formas de los maestros clásicos. La escuela de Weimar (Liszt-Wagner) emprendía nuevos caminos y prefería abrazar la música programática, pictórica y sugerente.
¡Qué don Quijote este Wagner! Malgasta todas sus fuerzas en perseguir quimeras, cuando para evocar todo en mundo de ideal y belleza le bastaría con seguir la inclinación natural de su extraordinario talento. Wagner me parece que es esencialmente un sinfonista. El genio de que está dotado ha sido arruinado por las teorías que se ha forjado y está decidido a aplicar a toda costa, teorías que paralizan su inspiración. A fuerza de buscar la realizada, la verdad, la razón, ha acabado por olvidar la música, que muchas veces se busca en vano en sus últimas óperas. Yo no puedo llamar música a semejante caleidoscopio, a esa frases ondulantes que se suceden una a otra sin interrupción y no se terminan jamás, sin que el oído pueda captar la menor forma musical o percibir una amplia melodía bien redondeada, sin conceder un minuto de reposo para el cantante, que necesita correr sin cesar detrás de la orquesta y procurar no perder su nota, que no tiene más importancia en la partitura que la menor nota de la cuarta trompa. Pero no cabe duda de que Wagner es un maravilloso sinfonista...
Wagner: un bello ocaso que se ha confundido con una aurora.
Alguien me dijo una vez que la historia de la música se divide en dos periodos: antes y después de Richard Wagner... En una misma obra, Wagner puede pasar de parecernos monolítico y casi indigestible a antojársenos rodeado de una aureola divina. A mí, personalmente, me gustan muchos de sus fragmentos instrumentales (preludios, marchas, etc.) y su celebérrima «Cabalgata de las Valquirias», por más famosa que sea entre el público general, es solamente la punta del iceberg y ni siquiera la mejor de las muestras de su genio. He aquí algunos pasajes musicales que me resultan particularmente fascinantes...
Es verdad que uno puede vivir de modo saludable sin necesidad de cuidados médicos. Hay gente con una robustez física y mental envidiable, que sabe cuidarse y que puede vivir muchos años. Por otra parte, siempre hemos escuchado declaraciones como «yo soy mi propio médico» y otras por el estilo que podemos calificar de fanfarronadas. Pero, por desgracia, no a todas las personas les ha dado la naturaleza una salud de hierro ni a nadie se le puede garantizar estar a salvo de por vida de sufrir lesiones traumáticas. De manera que los profesionales de la medicina, en su distintas categorías y especialidades, se hacen necesarios, por más que la naturaleza sane y los ángeles guardianes nos protejan.
En un programa de radio (COPE) realizan un acercamiento a la profesión médica, a sus problemas laborales y a su ejercicio, hospitalario y en el medio rural.
El acrónimo SERGAS, de Servicio Galego de Saúde (Servicio Gallego de Salud), coincide con el plural de serga, palabra caída en el olvido, que es
sinónimo de hazaña, de aventura azarosa, de acción esforzada, meritoria y aventurada. Y famosas fueron en su tiempo Las sergas de Esplandián* («Las hazañas o proezas de Esplandián»), quinto libro de la serie española de libros de caballerías iniciada con Amadís de Gaula(caballero que penó un tiempo con el nombre de Beltenebros**). Una obra literaria de Garci Rodríguez de Montalvo, publicada en 1510. Pues vaya casualidad, porque el SERGAS es una empresa pública de salud cuya labor ha de ser ardua si pretende alcanzar sus saludables cometidos; son muchas las dificultades que ha de salvar y, para ello, precisa realizar una serie de proezas, aunque no sean individuales como las del heroico Esplandián.
*Esplandián: hijo primogénito de Amadís de Gaula.
**Beltenebros: ‘el bello tenebroso’, en provenzal. Se habla de este personaje en la I parte de Don Quijote: cap. XXV.
Podríamos hablar de las sergas del sergas, pero las verdaderas hazañas las realizan muchos de sus profesionales; su labor heroica los hace auténticos héroes.
Una vida de héroe: «El héroe en la batalla» – Richard Strauss
***
Nota anexa. Un caballero medieval, como Esplandián, nada sería sin su armadura, bien la necesitaría para sus sergas. Los caballeros y las damas del SERGAS no precisan armadura, pero sí otra especial protección para desarrollar con seguridad su pacífica labor.
La motivación escolar puede ser un importante estímulo para el aprendizaje...
La motivación es una atracción hacia un objetivo que supone una acción por parte del sujeto y permite aceptar el esfuerzo requerido para conseguir ese objetivo. Constituye un paso previo al aprendizaje y es el motor del mismo. [La importancia de la motivación en la educación]
...o puede convertirse en un verdadero disparate.
El regalito envenenado que han dejado a la escuela los psicólogos no es exactamente una excesiva importancia de la motivación, sino algo mucho peor: una excesiva importancia de un concepto aberrante de la motivación. Lo que los "expertos" han implantado con la etiqueta de motivación con sus monsergas han sido cosas como dar clase disfrazado de payaso, contar chistes, dar bollos o regalar aprobados, pero, como ya he dicho en otras ocasiones, eso no es motivar, eso es engatusar con premios ajenos al acto educativo, o sea, un chantaje facilón, al contrario que la motivación auténtica, que consiste en la compleja y ardua tarea de conseguir que el alumno se sienta atraído por lo que se le enseña, bien por ello mismo o bien por el beneficio que el conocimiento de esa materia pueda aportarle. [Pablo López en La garita del guachimán]
En definitiva, motivación adecuada sí, disparatada no.
Lo importante no es enseñar mucho, sino sólo lo que es útil y enriquecedor. Y de manera que cualquiera pueda ser receptivo, sin saturarse, y pueda aprender.
¿Es posible un buen sistema sanitario sin atención primaria?
Hace casi una década sollozamos en un réquiem por el médico de familia. Ahora nos lamentamos en otro réquiem por la atención primaria en su conjunto. No lo hacemos en solitario, sino acompañados por otras voces, agudas y graves, en contrapunto. Decíamos hace un tiempo que estaba en la cuerda floja; ahora ya ha perdido el equilibrio. Muchos se lamentan de que se ha intentado salvar un primer nivel asistencial moribundo y que no se ha conseguido. «Los llantos de los profesionales son lágrimas que se pierden en la lluvia», canta una voz. Canta junto a otras voces que, desencantadas, se van apagando. Sólo algunos mantienen la esperanza, soñadores convencidos de que la realidad es superable. Ya no es una estación invernal complicada por la coyuntura de infecciones respiratorias leves que desbordan los recursos humanos, ni otra estival que los sobrepasa por estar mermados. Las cuatro estaciones se han vuelto problemáticas; el año entero se ha vuelo una carrera de obstáculos maratoniana, por los mismos males apuntados en el otro réquiem acentuados por las difíciles circunstancias de los últimos tiempos, y afectando también al resto de profesionales de la salud. Da igual el servicio de salud, dentro de un sistema invertebrado, y da igual el color político que lo dirija; creo que ningún territorio hispano se salva. El desastre organizativo es general, insoportable y matador. Así que, salvo los más optimistas, los protagonistas de la atención primaria están sumidos en un duelo. En un duelo que ojalá no sea eterno.
Un réquiem alemán: «Denn alles Fleisch es ist wie Gras», Johannes Brahms
***
Reflexión pertinente
El concepto demagógico de «demora cero» ha hecho un tremendo daño. Y no se ha sabido rebatir. Ahora queda la enmienda tardía o seguir sufriendo, dejándose arrastrar por las aguas turbulentas de una asistencia absolutamente desordenada. De todos modos, la esencia de la atención primaria ya desapareció con la denominada «gestión integrada», que la desintegró.
Las circunstancias me obligaron a especializarme como abogado animalista, pues el espacio de defensa letrada de los humanos estaba saturado. Defendí los derechos de perros, gatos y otras mascotas, sin distinción, atendiendo a la diversidad animal. Gané todos los pleitos y, como un Félix* del Derecho, quise proteger la fauna de todo abuso. La incipiente pasión hizo que me casase con una veterinaria para aprovechar sus conocimientos. Sensible a la degradación de cualquier ecosistema, decidí defender también la flora, convirtiéndome en peculiar abogado naturalista. Entré en política con alma verde en pro de un mundo sostenible y llegué a ministro de Medio Ambiente… ¡Qué extrañeza artificial! Desperté entre sueros y aparatos médicos, rodeado de plástico y metal. «La operación ha salido bien», me dijo el cirujano. Y yo que tenía tanto miedo… Volví a mi apartamento de soltero; y en pocos días a mis tareas de abogado laboralista. Entre fieras.
[2020, en.]
El carnaval de los animales (Le Carnaval des Animaux) – Camille Saint-Saëns
Un abogado animalista es un letrado especializado en derecho animal, cuyo objeto de derecho —legal, social o biológico— es la naturaleza de los animales.
La balada que Goethe pone en boca de la niña Mignon, “Kennst du das Land, wo die Zitronen blühn?” (¿Conoces el país donde florecen los limoneros?), en su novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister, es una de las narraciones poéticas más emocionantes que se han escrito. Mignon, nacida en Italia, fue raptada por unos vagabundos y llevada a Alemania. En su secuestro fue obligada a cantar y bailar en una compañía ambulante de variedades. Desde la soledad y la melancolía, Mignon añora a su país, Italia, y canta la fantasía de sus paisajes...
El poema de Goethe estimuló la creatividad de numerosos compositores de su tiempo y de otros tiempos: Zelter, Beethoven, Schubert, Schumann, Liszt, Gounod, Tchaikovsky, Pedrell, Duparc, Wolf...