Llega a ser abominable el engreimiento de los artistas, a tenor de lo que manifiestan públicamente, de viva voz, por escrito o incluso con gestos delatores de desprecio ajeno. Me refiero a muchos de los que se entregan a las denominadas bellas artes, aquellas que tienen por objeto expresar la belleza: arquitectura, escultura, pintura, literatura, música, danza y cinematografía. La aureola con que se adornan deja clara su posición de soberbia; no se sienten orgullosos de su carrera, sino que lo son, y descalificando se descalifican a sí mismos. Por supuesto que hay artistas que, en su humildad, saben que es quimérica la perfección del hombre de Vitrubio.
Dicho lo cual, valgan algunas frases sobre la soberbia o vanidad.
AFORISMOS SOBRE LA SOBERBIA (arrogancia, engreimiento, orgullo, vanidad...)
[«Ponerse estupendo»: alardear, presumir, jactarse, vanagloriarse, pavonearse.]
- La soberbia es la altivez propia con desprecio del mérito ajeno.
- La soberbia no es grandeza sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano. (San Agustín)
- Ruin arquitecto es la soberbia; los cimientos pone en lo alto y las tejas en los cimientos. (Quevedo)
- La soberbia nunca baja de donde sube, porque siempre cae de donde subió. (Quevedo)
- La soberbia se relaciona con la superioridad ilusoria —y ésta con el efecto Dunning-Kruger.
- El oro hace soberbios, y la soberbia, necios. (Refrán)
- La vanidad es el amor propio al descubierto. (B. Le Bouvier de Fontenelle)
- Vanidad de vanidades, todo es vanidad. (Biblia, Libro del Eclesiastés)
- La vanidad es la necedad del egoísmo, y el orgullo, la insolencia de la vanidad. (Fernán Caballero)
- La vanidad es el feminismo del orgullo. (J. Benavente)
- Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir. (Balzac)
- Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores. (A. de Saint-Exupéry)
- [¡Querido Max, no te pongas estupendo! (Valle-Inclán)]
- La más segura cura para la vanidad es la soledad. (T. Wolfe)
- El narcisista* es vanidoso y egoísta.
*Del narcisismo, por el mito de Narciso.
—Orgullo*
- El orgullo es el complemento de la ignorancia. (B. le Bovier de Fontenelle)
- El orgullo de los humildes consiste en hablar siempre de sí mismos; el orgullo de los grandes, en no hablar de sí nunca. (Voltaire)
- Donde reina el orgullo no hay más dios que uno mismo. (M. M. Pemán)
- El que ha vivido hasta el extremo del orgullo y la soledad no tiene más que un rival: Dios. (E. Cioran)
*En cierto modo, el orgullo está relacionado con el chovinismo, expresión de supremacía nacional.
—Otros dichos que sugieren presunción, vanagloria, jactancia, engreimiento
- Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor. (Goethe)
- Usted no es Jack Kennedy. (L. Bentsen)*
- Presume de tener un haiga. [...el coche grande que ‘haiga’]
*«Senador, usted no es Jack Kennedy», frase del senador Lloyd Bentsen para referirse a una persona que mantiene una visión demasiado elevada de sí misma.
Y añadimos sobre la arrogancia:
- La chulería es la arrogancia vulgarizada.
- Arrogancia e insolencia van de la mano.
- Ponerse flamenco. (Expresión) [Ponerse chulo]
- Tener el as para matar el tres. (Expresión)
- Para la arrogancia desmesurada tenían los griegos antiguos un concepto: la hibris.
Soberbia (de Los siete pecados capitales), Pieter Brueghel el Viejo |
Si desde que nací, cuanto he pensado,
cuanto he solicitado y pretendido
ha sido vanidad, y sombra ha sido,
de locas esperanzas engañado...
LOPE DE VEGA, Soneto IV
ANEXO: POEMAS SOBRE LA SOBERBIA (Orgullo, Vanidad)
Amor y orgullo, Gertrudis Gómez de Avellaneda
Aquí fabla del pecado de la soberbia, Juan Ruiz Arcipreste de Hita
Cuando la tierra fría (Anacreóntica II), Tomás de Iriarte* –fama, vanidad
Es un sueño la vida (Rima XC), Gustavo Adolfo Bécquer –vida
La caridad, José Tomás de Cuellar
Reconocimiento de la vanidad del mundo, Francisco de Aldana
Si desde que nací, cuanto he pensado (Soneto IV), Lope de Vega
*El poeta, desposeído de vanidad, no aspira a la fama, a la gloria, como los necios, y cuando muera sólo quiere que lo recuerden por un querer no correspondido.
No quiero yo otra fama,
otra gloria no quiero,
sino que se oiga en boca
de niños, mozos, viejos,
de damas y galanes,
de parientes y afectos:
«Este hombre quiso a Laura,
y Laura es quien le ha muerto».
Es un sueño la vida,
pero un sueño febril que dura un punto;
cuando de él se despierta,
se ve que todo es vanidad y humo…
G. A. BÉCQUER
Alegoría de la vanidad (1632-1636), Antonio de Pereda |
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