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domingo, 31 de diciembre de 2023
Un año más, un año menos
jueves, 28 de diciembre de 2023
Veinte minutos por paciente
Casualmente, se había topado con una novela reciente de Herman Koch, incisivo escritor holandés, titulada Casa de verano con piscina*, que comenzaba así:
Soy médico de cabecera. Paso visita desde las ocho y media de la mañana hasta la una de la tarde. Me tomo mi tiempo: veinte minutos por paciente. Esos veinte minutos son mi reclamo. «¿Qué médico de cabecera te atiende durante veinte minutos, hoy en día?», comentan los pacientes y se lo cuentan unos a otros. «No se llena demasiado la agenda, quiere dedicar el tiempo necesario a cada caso». Tengo lista de espera. Si algún paciente se muere o se va a vivir a otro sitio, me basta con hacer una llamada y ya hay otros cinco que quieren ocupar su lugar.
«¡Veinte minutos por paciente!», exclamó Abré. Ya los quisiera él. Y aunque los pacientes confundiesen tiempo con atención (como decía el protagonista de la novela, que veía un máximo de doce) y las valoraciones de ese médico de cabecera no fuesen lo que se dice éticas, no era de recibo que los cinco o siete minutos de los que disponía, lo mismo que los demás galenos del nivel primario, se viesen minimizados cuando le forzaban citas. «¡Citas forzadas! ¡Qué desatino!», gimió en sus adentros.No podía gestionar su propia agenda, no podía dedicar el tiempo necesario a cada caso. No podía realizar con calma procedimientos quirúrgicos menores: drenar un absceso, extirpar un quiste, quemar una verruga… Los cinco o siete minutos se convertían en dos y medio o tres y medio. No es preciso explicar cómo la aglomeración de usuarios que tenía que ver acababa pareciéndose a una atención masiva de ganado. Una absoluta degradación asistencial. En el segundo capítulo de la novela de Koch se concretaba: «…un paciente que sólo dispone de diez minutos con el médico tiene más la sensación de que lo han quitado de encima que un paciente al que le largas el mismo discurso pero en veinte minutos». Y él no contaba ni con esos míseros diez minutos. Se sentía incómodo, como cualquier médico de familia honesto, al verse imposibilitado para desarrollar sus capacidades. (...)
martes, 26 de diciembre de 2023
La alondra ascendiendo
La alondra ascendiendo |
Y la evocación que a alguien le produce su escucha:
«Cuando escucho esta pieza, me vienen a la mente imágenes de la campiña inglesa. Al principio la alondra está en su nido en un campo. Luego, despega con el solo de violín, subiendo y bajando, pero acaba volando cada vez más alto. Después [6:10], la alondra aterriza en un pueblo, se posa sobre un techo de paja y observa todas las idas y venidas. Las melodías populares que se entretejen en la pieza reflejan la vida que sucede en torno. La alondra da vueltas alrededor del pueblo [12:30], deteniéndose en varios lugares. Cuando se encuentra en las afueras del pueblo, y el sol se pone, se prepara para partir. Finalmente [13:00], la alondra se va volando hacia el sol poniente en el horizonte». [Traducción de un comentario a pie del vídeo]
domingo, 24 de diciembre de 2023
Feliz Navidad, como siempre se ha dicho
Hay en Europa un potente movimiento que promueve la desaparición de la terminología cristiana en las distintas festividades del año. Así, desde ciertos medios de comunicación y desde la propia Unión Europea, pretenden que este mes no nos digamos “Feliz Navidad”, sino “Felices Fiestas”; o, usando terminología pagana, “Felices Saturnales”. Al parecer, no debemos molestar con palabras religiosas a otros miembros no cristianos de esta Europa multicultural que cada día se asemeja más a La Meca o a Teherán. Eso sí: para estos grupos de poder europeístas tan supuestamente laicos y tan supuestamente “de progreso”, felicitar por sus verdaderos nombres el Ramadán mahometano, el Janmashtami hinduista y el Yom Kipur judío sigue siendo aconsejable. Pero justamente porque no me me da la gana entrar en jueguecitos anticristianos, es por lo que yo, agnóstico recalcitrante, tengo el placer de felicitaros la Navidad: la fiesta de mis mayores, la fiesta de mis maestros, la fecha del nacimiento de Jesús, el autor de las bienaventuranzas, un hombre esencialmente justo tanto para creyentes como para no creyentes.
miércoles, 20 de diciembre de 2023
Envejecimiento activo
lunes, 18 de diciembre de 2023
Enamorados de la medicina
viernes, 15 de diciembre de 2023
Bembibre, historia y literatura
Fuente |
Fuente: bembibredigital |
El Bierzo, zonas geográficas |
martes, 12 de diciembre de 2023
Música cautivadora
domingo, 10 de diciembre de 2023
Emblemas neurorradiológicos
Fuente |
Autorretrato, José Hierro |
jueves, 7 de diciembre de 2023
Síndrome de hibris
El síndrome de «hubris» (SH) es un trastorno psiquiátrico adquirido que afecta a personas que ejercen el poder en cualquiera de sus formas. Se ha descrito en multitud de campos, desde la política a las finanzas. La relación médico-paciente también es una relación de poder. La falta de humildad y empatía en su ejercicio puede hacer que cualidades como la confianza y seguridad en uno mismo se transformen en soberbia, arrogancia y prepotencia características del médico con SH.
Seguro que todo el mundo conoce a alguien con el síndrome de hubris o hibris. Hay personas que lo padecen en todos los ámbitos, profesionales de todo tipo que se comportan con chulesca desmesura. El sector de la salud no se salva; hay sanitarios orgullosos y arrogantes, encaramados sobre pedestales de soberbia, necesitados de una cura de humildad que los libere de la maldita hibris.
En la cultura griega se empleaba el término “areté” para indicar la excelencia.
Esta enfermedad tiene dos posibles epílogos: termina en lisis, viene nemesis [Némesis] y lo destruye, o termina en crisis, donde el enfermo de hibris se da lentamente cuenta de su estado y corrige su conducta en base a un aprendizaje transformacional, encontrando el correcto valor de sí mismo y el valor de sus semejantes, de los otros, adquiere humildad, dignidad y respeto por sí mismo y por los demás.
por Heinrich Friedrich Füger |
martes, 5 de diciembre de 2023
El sonido de la música en la naturaleza
domingo, 3 de diciembre de 2023
Encina solitaria
Encina (2006), José Antonio Alonso |
viernes, 1 de diciembre de 2023
Superar las dificultades sanitarias
Hay una crisis de “entorno” más que del sistema sanitario propiamente dicho. Ese entorno se define porque en España unos 10 millones de personas vivirán con una enfermedad compleja en 2040. Unos 2 millones más que en 2011. Eso implica que la demanda aumentará en un 20 % esta próxima década. A pesar del reto, ese escenario tiene solución si reforzamos el sistema público de salud.
- Las cosas más difíciles son las más hermosas. (Platón)
- En las empresas grandes y dudosas, la mayor dificultad está en los principios. (Cervantes)
- Las dificultades parecen mayores a distancia que cuando se examinan con discernimiento... (D. Defoe)
- Cuando la naturaleza agrava las dificultades, acrecienta al ingenio. (R. W. Emerson)
- Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria. (Cicerón)
- Cuanto más difícil es una cosa, más se obstinan los hombres en ella. (F. Galiani)
- Nada puede conseguirse sin dificultad [La gente no sabe valorar lo que llega sin dificultad]. (P. D. Ouspensky)
- Las cosas no son difíciles de hacer, lo que es difícil es ponernos en situación de hacerlas. (C. Brancusi)
- En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza. (S. Johnson)
- Divide las dificultades que examines en tantas partes como sea posible, para su mejor solución. (Descartes)
- La vieja costumbre con dificultad se deja. (Kempis)
- Consideremos a las dificultades como peldaños para una vida mejor. (Beethoven)
- Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo. (B. Franklin)
- Gran parte de las dificultades por las que atraviesa el mundo se deben a que los ignorantes están completamente seguros y los inteligentes llenos de dudas. (B. Russell)
- Nudo gordiano. (Expresión) [Gran dificultad]
martes, 28 de noviembre de 2023
Sobre ‘inteligencia artificial’ y medicina
En conclusión, la visión de ChatGPT-4, aunque aún se encuentre en las primeras etapas, abre la caja de Pandora de posibilidades en la atención sanitaria, prometiendo un futuro en el que la IA no solo respalde a los profesionales sanitarios, sino que también mejore la participación y la comunicación con los pacientes. Esto no es simplemente un avance tecnológico; es un paso hacia un futuro donde la atención médica será más accesible, comunicativa e innovadora, gracias a la combinación armoniosa de inteligencia humana y artificial.
..., considero las bondades de la llamada ‘inteligencia artificial’ (IA, concepto que no deja de ser un contrasentido), y me temo que esa caja de Pandora, contenedora de todos los males del mundo, podría decidir en un futuro que la atención primaria es innecesaria. Y puede que con la IA la accesibilidad a la atención médica sea total, pero no sé si habrá de compensar la frialdad de las respuestas.
sábado, 25 de noviembre de 2023
Maravillosos espacios naturales
miércoles, 22 de noviembre de 2023
Canción de otoño
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