Según un estudio de humanización de la asistencia sanitaria, del que hemos tenido conocimiento por el blog Régimen Sanitatis 2.0, “los dos momentos de mayor impacto en la interacción con los pacientes son al principio y al final de la consulta o entrevista, por lo que hay que prestar especial atención al momento en que el profesional se dirige por vez primera al paciente y después, en el mensaje de despedida.”. Se hace hincapié en ello como parte de las diez recomendaciones para reducir errores médicos y, por ende, par mejorar la la seguridad del paciente.
Al leer esto, y la recomendación de no abrumar al paciente con un exceso de información, me vino a la cabeza la consulta de una paciente. En la farmacia le habían dispensado, motu propio, un descongestivo nasal para tomar por vía oral que combina en su composición un antihistamínico (cetirizina) y un vasoconstrictor (pseudoefedrina). Le di largas explicaciones sobre la inconveniencia de tomarlo por sus posibles efectos cardiovasculares, recomendando en su lugar medidas descongestivas menos agresivas. Al final, ya saliendo por la puerta, la paciente seguía porfiando sobre las bondades del fármaco en cuestión. “¿Y si tengo mocos, qué hago?”, preguntó. En ese instante, tal vez cansado de darle consejos por su bien, le respondí con un espontáneo “¡Pues se suena y ya está!”. Tan mal le debió sentar el tajante consejo que no la volvía a ver: supongo que se cambió de médico.
Esto puede sonar a sainete o a entremés; quizá alguno hasta imagine la escena como jocosa dramatización de una pieza teatral breve. Sin embargo, esto va en serio, y seriamente hemos de decir: es cierto que la hipersensibilidad perjudica al doliente, pero no lo es menos que la imprudencia daña, y mucho, al terapeuta.
La entrevista clínica exige mucha paciencia; son muchos usuarios y más problemas por el número de policonsultas. Me digo muchas veces que es necesario hablar menos y con más tino. Sin olvidar que es muy importante contar con profesionales farmacéuticos con oficina de farmacia que no promuevan conflictos. Y ahora me reafirmo también en cuidar el principio y el final de la consulta; sobre todo el final, por eso de que bien está lo que bien acaba. Trataré de interiorizarlo...
I`ve Got You Under My Skin (Te tengo bajo mi piel) - Frank Sinatra
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