El pintor pinta sus cuadros sobre el lienzo. Pero el músico pinta sus imágenes sobre el silencio. Leopold Stokowski
Viktor Alexandrovich Hartmann (1834-1873), arquitecto, escultor y pintor ruso, fue introducido en el círculo de Mili Balákirev, músico promotor del grupo de "Los cinco, haciéndose amigo del compositor Modest Mussorgsky (1839-1881). Muerto Hartmann prematuramente, a los 39 años, por un aneurisma, se organizó al año siguiente una exposición con más de 400 de sus pinturas en la Academia Imperial de las Artes en San Petersburgo, en algunas de las cuales se inspiró Mussorgsky para componer su famosa suite Cuadros de una exposición. El gran compositor ruso, que como ya hemos dicho aquí también falleció a temprana edad, víctima del alcoholismo, completó el ciclo de 15 piezas de sus Cuadros ese mismo año de 1874 en homenaje a Hartmann. Cada pieza representa una pintura, con sugerentes títulos: "El Gnomo", "El viejo castillo", "Baile de los polluelos en sus cascarones", "La cabaña sobre patas de gallina", etc. Al comienzo entre cuadro y cuadro, Mussorgsky introduce una melodía: la "Promenade", que representa al compositor desplazándose por la exposición. El ciclo lo cierra "El portal de Kiev", en una grandiosa apoteosis sonora.
Compuesta originalmente para piano, la obra fue objeto de diferentes orquestaciones, habiéndose impuesto la de Maurice Ravel. (Texto basado en el del vídeo de arriba)
Querido José Manuel; me ha gustado mucho. No conocía la pintura de Hartmann. Hoy, en casa, aprovecho para visitarte y leerte; echo de menos los tiempos en que te escribía con regularidad. ¡Te mando un abrazo muy grande!
Es interesante esta unión de música y pintura, que justifica una nueva etiqueta del blog. En cuanto a Hartmann, comprobamos que era un individuo polifacético (¡la Wikipedia da mucha información!). Recuerdo que en la carátula de un disco de los Cuadros mussorgskianos el comentarista se despachaba con la simpleza de que estaban "inspirados en las obras de un pintor mediocre". Cuántas veces se subestima a alguien sin conocerlo. Y aunque no nos escribamos con la frecuencia de antaño, querida Lola, basta conque nos sigamos leyendo. Los silencios también cuentan. Un beso.
Querido José Manuel; me ha gustado mucho. No conocía la pintura de Hartmann. Hoy, en casa, aprovecho para visitarte y leerte; echo de menos los tiempos en que te escribía con regularidad. ¡Te mando un abrazo muy grande!
ResponderEliminarEs interesante esta unión de música y pintura, que justifica una nueva etiqueta del blog. En cuanto a Hartmann, comprobamos que era un individuo polifacético (¡la Wikipedia da mucha información!). Recuerdo que en la carátula de un disco de los Cuadros mussorgskianos el comentarista se despachaba con la simpleza de que estaban "inspirados en las obras de un pintor mediocre". Cuántas veces se subestima a alguien sin conocerlo.
EliminarY aunque no nos escribamos con la frecuencia de antaño, querida Lola, basta conque nos sigamos leyendo. Los silencios también cuentan.
Un beso.